Planes con ni?os: espadachines en la Casa Museo de Lope de Vega de Madrid

¡°Chul¨ªsimo, nos encant¨®¡°, corean Marcos y Noa Caballero, mellizos de siete a?os, sobre un taller muy original y entretenido al que asistieron el a?o pasado por estas mismas fechas. ¡°Aunque bueno, yo no me acuerdo de mucho...¡±, admite un pensativo Marcos, al que interrumpe una decidida Noa: ¡°Pues yo s¨ª, era un escritor, que luego se hizo soldado y luego cura. Y nos hicieron un concurso de bufones en el que nos ten¨ªamos que aprender un trabalenguas para entretener al rey¡±. ¡°Bueno, yo de lo que me acuerdo es del florete, de que nos ense?aron c¨®mo cogerlo y las posiciones, es un deporte diferente y muy divertido¡±, apostilla Marcos. Y ¡°como se lo pasaron fenomenal¡±, cuenta su madre, Tatiana Rueda, van a repetir este 29 de diciembre. ¡°En otras cosas no insisten tanto, pero esto lo llevan todo el a?o pidiendo y preguntando cu¨¢ndo volvemos, cu¨¢ndo volvemos, cu¨¢ndo volvemos¡±, explica entre risas Rueda.

Se trata de Versos y espadas: esgrima en el museo, que se celebra los fines de semana de diciembre desde 2016 en la Casa Museo de Lope de Vega de Madrid. La actividad, dirigida a un p¨²blico entre 6 y 12 a?os acompa?ados de un adulto y entre 13 y 18 ya solos, es un exitazo desde sus inicios. ¡°Eso es lo bueno y lo malo, que hay pocas plazas, pero en grupos peque?os se disfruta todo m¨¢s¡±, subraya Rueda, una asidua de la casa museo. ¡°Fue muy ameno, los ni?os lo entendieron todo perfectamente y lo disfrutaron much¨ªsimo y lo mejor es que interact¨²as todo el rato con ellos, no es un aparcani?os como otras actividades¡±, concluye la madre. Y encima, es gratuito, por lo que las plazas vuelan.

Paradojas de la vida, la Casa Museo de Lope, donde no naci¨® el F¨¦nix de los Ingenios pero s¨ª pas¨® sus ¨²ltimos 25 a?os, est¨¢ en la calle de su archienemigo, Cervantes, entonces llamada Francos, en pleno barrio de las Letras. Gestionada por el Gobierno regional desde 2009 aunque es propiedad de la Real Academia Espa?ola, se dedica a fomentar el conocimiento de este autor y, por extensi¨®n, de todo el Siglo de Oro y del Madrid del XVII. ¡°Aunque Lope hablara de su casilla y su huertecillo con humildad, es y era un casopl¨®n de dos plantas y tejado abuhardillado a dos aguas. Le cost¨® 9.000 reales, unos 14 euros de ahora, pero su valor es incalculable hoy en d¨ªa, no solo por qui¨¦n la habit¨® sino por el barrio en el que est¨¢, uno de los m¨¢s caros de la capital¡±, cuenta ?lvarez.

La idea de hacer un taller de letras y esgrima parti¨® del equipo de actividades del museo, en el que una de las educadoras, Sheila ?lvarez, practicaba la variante deportiva y vio claro el fil¨®n ¡°porque verso y espada van de la mano, como en Cyrano de Bergerac y su ¡®al finalizar, os hiero¡±. En la actividad, detalla la educadora, ¡°se ha sabido conjugar muy bien la parte de contexto hist¨®rico con la teatral y de verso y la esgrima esc¨¦nica¡±.

El taller dura en teor¨ªa dos horas, aunque suele alargarse a tres porque ¡°cualquiera le quita una espada a un ni?o¡±, de hecho la an¨¦cdota que se repite a?o a a?o es que todos se la quieren llevar a casa y cuando ven que no, ¡°piden que les compren una s¨ª o s¨ª¡±. Se divide en dos partes, una primera para conocer el verso y el teatro de Lope y en la segunda, los ni?os se convierten en los espadachines que poblaban sus obras. ¡°Pero no es de ¡®te sientas y te contamos¡¯, raro es que los dejemos sentarse¡±, explica el maestro de esgrima Adri¨¢n Heredero, profesor de la academia Esgrima Heredero.

Empieza con unos actores-profesores que introducen a los ni?os en la figura y vida de Lope, les explican c¨®mo era la sociedad de la ¨¦poca y qu¨¦ eran las afrentas de honor y de honra, en qu¨¦ consiste la m¨¦trica, que se escrib¨ªa en verso para facilitar su aprendizaje por parte de los actores, c¨®mo se preparaban para hacer una obra, c¨®mo camina un soldado, un rey y un mendigo... y todo mediante actividades como la improvisaci¨®n, el juego del pa?uelo en verso y la lectura dramatizada de La Dama Boba.

Despu¨¦s, Heredero, que lleg¨® a la esgrima a trav¨¦s del teatro, les cuenta y les muestra c¨®mo eran las espadas de la ¨¦poca y c¨®mo en ese contexto naci¨® la esgrima que luego evolucion¨® en deporte ol¨ªmpico. Tambi¨¦n les detalla c¨®mo eran los duelos a primera sangre, incapacitantes y a muerte, todos ¡°clandestinos y perseguidos¡±. ¡°El Siglo de oro no lo fue solo de las letras, sino tambi¨¦n de la esgrima, que es el arte marcial europeo¡±, anota el profesor, para a?adir que ¡°Lope no era tan pendenciero como Quevedo porque fue militar, pero sin duda manejaba estupendamente la espada¡±.

Debidamente pertrechados ¨Dlos menores solo con careta y los mayores con protecciones en el cuerpo¨D, empu?an la espada, que en el caso de los m¨¢s peque?os es un florete de pl¨¢stico y a partir de 9/10 a?os, sables de esgrima deportiva de metal ¡°que no tienen ni filo ni punta¡±, mientras que los adultos usan una reproducci¨®n de una espada ropera del siglo XVI. Heredero les ense?a la postura correcta, de lado con el brazo en alto, as¨ª como los rudimentos b¨¢sicos: el avance y el retroceso, la parada-respuesta, el estoque, algunas posiciones... ¡°Los peque?os, como lo que quieren es luchar, hacen esgrima de combate y los mayores, coreogr¨¢fica, montamos una historia que acaba en duelo¡±, apunta el maestro.

¡°A los ni?os lo que m¨¢s les gusta es batirse con sus padres y derrotarlos. Se vienen arriba¡±, r¨ªe Heredero que, de toda la experiencia, se queda con la cara de los peque?os cuando ven que ya van a poder tocar la espalda. ¡°Est¨¢n dese¨¢ndolo, alucinados y completamente inmersos en la ¨¦poca¡±, asegura. ¡°Hay quien nos cuenta que les ha costado tres a?os conseguir plaza y otros repiten varios a?os y que les da igual que el contenido sea similar¡±, explica sobre su p¨²blico, entregado y fiel. Varios de los participantes han acabado en alguna de las seis o siete escuelas de esgrima que hay en el barrio de las Letras porque ¡°es un deporte muy recomendable que aporta a los ni?os concentraci¨®n, ritmo, coordinaci¨®n y t¨¦cnica al tiempo que descargan su brutal energ¨ªa¡±.

D¨®nde: Casa Museo de Lope de Vega, en la calle de Cervantes, 11. Fechas y horarios: s¨¢bados y domingos del 11 de diciembre al 9 de enero seg¨²n la franja de edad (de 6 a 8 a?os, de 9 a 12 y de 13 a 18), con un aforo de 10 personas por sesi¨®n, 14 sin covid. Duraci¨®n: entre dos y tres horas. Precio: gratuito previa inscripci¨®n.

Visitas guiadas en familia y otras actividades

Las familias pueden conocer el museo con visitas guiadas gratuitas que duran 35 minutos y que los mediadores culturales adaptan a cada público, en las que podrán descubrir detalles como por qué la casa, a pesar de ser acomodada, no tiene baño. Hay que reservar en el 914 29 92 16 o en casamuseolopedevega@madrid.org. Hay visitas de martes a domingo de 10.00 a 18.00 cada 30 minutos. Álvarez recuerda que los niños dan a Lope en 3º de la ESO y en 1º de Bachillerato, momentos en los que ver su casa es más que recomendable. 

Además del taller de esgrima, su programación anual incluye otros tres para niños. En octubre y noviembre, se celebra Lope en familia para padres con niños de 5 a 10 años. Es un viaje al Siglo de Oro "en el que mediante un juego de búsqueda de objetos descubrirán las diferencias entre su casa y la de Lope, al tiempo que conocerán detalles de su vida y de la época". Al final, harán un collage literario.

Y los sábados y domingos del 29 de enero al 27 de febrero llegará Un autorretrato del Siglo de Oro, para niñas y niños de 7 a 10 años. Con el retrato de Lope de Vega ¨Dsí, el que sale en todos los libros de texto está en el estudio del escritor¨D como eje, los niños conocerán cómo nos vemos y nos retratamos y el origen de los selfies. También descubrirán los retratos y autorretratos más famosos de la historia y se harán uno partiendo de un marco o de un póster de Lope con su cara, que colgarán en una galería conjunta y luego se llevarán a casa. 

Ya en Semana Santa, llegará Periodistas del Siglo de Oro, que dura tres días y es para niños a partir de 9 años. "Es un laboratorio de relatos, en el que los niños escriben a mano su propio periódico y redactan las noticias para que fijen su conocimiento de la época", explica la educadora del museo, que avanza que esperan reponer el taller para adolescentes Rapeando a Lope, en el que muestran a los jóvenes que los temas del Barroco y los actuales no difieren mucho, que Quevedo y Góngora "lo que hacían en realidad eran batallas de gallos y que el rap, al final, son octosílabos y endecasílabos". Y en julio, todos los sábados hay Pequeteatro de una compañía distinta en sesiones de mañana y tarde para niños de 6 a 12 años. "El año pasado tuvimos Lope sobre ruedas, Los cuentos de Dulci y Nea, Fuenteovejuna en títeres", concluye Álvarez.

Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.