Salvar Madrid de una invasi¨®n alien¨ªgena
Virtual Zone, en la Plaza de Carlos Tr¨ªas Bertr¨¢n, revitaliza el antiguo espacio que ocupaba el m¨ªtico cine Novedades con una experiencia inmersiva en tres dimensiones
Despu¨¦s de 45 minutos los asistentes levantan sus gafas de realidad virtual y no pueden creer lo que han vivido sin salir de una sala. La mayor¨ªa ha gritado, ha sufrido alg¨²n sobresalto, v¨¦rtigo e incluso ha sudado, como una marca roja en sus frentes demuestra. No todos los d¨ªas se puede salvar Madrid de una invasi¨®n alien¨ªgena. O s¨ª, porque desde hace tan solo unos meses, el antiguo cine Novedades, situado en la Plaza de Carlos Tr¨ªas Bertr¨¢n, se ha renovado para ofrecer al p¨²blico una experiencia virtual inmersiva de la mano de Virtual Zone.
Enric Costa, uno de los fundadores de esta empresa, explica que uno de los requisitos para montar esta sala era disponer de un espacio lo bastante amplio para que el p¨²blico pudiese disfrutar sin peligros de este videojuego. Una antigua sala de cine, sin columnas, fue el lugar escogido para desarrollar la idea, que ya hab¨ªa echado a andar en Alicante unos a?os antes. El resultado: dos salas de 200 metros cuadrados en las que defender la capital de los extraterrestres con gafas, chaleco y arma para cada jugador para un m¨¢ximo de 16 personas. Ocho y ocho en cada espacio.
Una pantalla con el logotipo de la empresa da la bienvenida a los reci¨¦n llegados. Tras subir una escalera de un blanco impoluto. Dos salas de espera y la recepci¨®n, del mismo color, transportan al visitante a lo que Kubrick alguna vez imagin¨® que era el futuro. Recomendaciones de seguridad y un tr¨¢iler, como aperitivo de lo que los jugadores van a sentir cuando jueguen, son la previa al desarrollo del juego. Luego tendr¨¢n que ingeni¨¢rselas para bajar por una plataforma virtual desde el Ayuntamiento de Madrid hasta la Plaza de Cibeles rodeados de todo tipo de monstruos del espacio. Descender al Metro perseguidos por una ara?a gigante o derrotar a la nave nodriza en mitad de un estadio de f¨²tbol. Un t¨¦cnico por sala acompa?a desde el control a los jugadores en cada partida por si surgiese cualquier problema. Los equipos con los que van ataviados los participantes superan los 5.000 euros.
Ana y Pierre han probado esa tarde la experiencia casi sin saber de lo que se trataba. Al salir, hablan de volver con sus amigos en otra ocasi¨®n para revivirla. Los gritos de la sala de al lado no interfer¨ªan con su experiencia personal, de por s¨ª adrenal¨ªnica, pero s¨ª ambientaban. All¨ª jugaban un grupo de alumnos de un m¨¢ster que, por el boca a boca de otros compa?eros, hab¨ªan o¨ªdo hablar del lugar. La mayor¨ªa ese d¨ªa son ingleses, pero el idioma no es problema porque los desarrolladores han traducido el videojuego a varios idiomas. A la vista de un curioso, la realidad versus la realidad virtual hace ver a los asistentes dar vueltas sobre la sala agitando los brazos y creyendo que disparan. Como jugador, todo cobra sentido.
Pr¨®xima apertura en Londres
La autor¨ªa del videojuego la firman varios espa?oles. Y, adem¨¢s de este, en el que buscaban alejarse de los manidos zombis, el espacio tambi¨¦n ofrece escape rooms virtuales para el p¨²blico menos osado. ¡°Quer¨ªamos mejorar todo lo que ya exist¨ªa. Hacer una realidad virtual 2.0. La experiencia dura m¨¢s tiempo de lo que suele durar en otras partes. Se personaliza para cada grupo de jugadores en cuanto a nivel de dificultad. Adem¨¢s, ahora mismo, este espacio es el m¨¢s grande de Europa dedicado a la realidad virtual y en el centro de Madrid. Los grupos suelen andar en torno a unos 800 metros¡±, explica el socio. En la actualidad, ya trabajan en otro videojuego con el que sorprender a sus fieles y esperan desembarcar en Londres este mismo a?o.
A pesar de la pandemia, desde Navidad Enric calcula que por las inmediaciones han pasado ya cerca de dos mil personas. Muchos de ellos han repetido. El precio ronda los 50 euros si el grupo es reducido y 35 si es m¨¢s numeroso. Y, aunque pueda parecer lo contrario, el fundador asegura que es m¨¢s sorprendente para personas de entre 30 y 45 a?os, que para adolescentes que han crecido en este entorno virtual. ¡°Te puedo prometer que he visto a un grupo de bomberos jugar y no les ha parecido nada f¨¢cil¡±, bromea Costa.
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