En la Asamblea de Madrid, lo nunca visto. Es jueves, habla Isabel D¨ªaz Ayuso, y Serigne Mbay¨¦, diputado de Podemos, se revuelve en su asiento, no para criticar sus palabras, sino para apoyarlas. Roc¨ªo Monasterio, de Vox, acaba de decir que la ¡°inmigraci¨®n ilegal causa terror en nuestros barrios¡± y le ha pedido a la presidenta el cierre de los centros que acogen a menores no acompa?ados ¡°para proteger a los madrile?os¡±. Con el PP y Vox compitiendo por seducir al mismo electorado en las elecciones del domingo en Castilla y Le¨®n, la respuesta de D¨ªaz Ayuso provoca todo un hito: el apoyo y la aprobaci¨®n de los representantes de M¨¢s Madrid, PSOE y Podemos, unidos, primero, en una ovaci¨®n que es una cr¨ªtica a la extrema derecha; y sumidos, despu¨¦s, en la pesadumbre que les provoca que el PP gobierne precisamente gracias a Vox.

¡°Le agradezco la pregunta mitin. No tengo ninguna competencia en nada de lo que acaba de describir¡±, arranca D¨ªaz Ayuso su respuesta a Monasterio. ¡°Si reniega de la Comunidad de Madrid, de las competencias de Madrid, est¨¢ perdiendo el tiempo y se lo hace perder a los dem¨¢s¡±, le espeta a la portavoz del ¨²nico partido dispuesto a apoyar al PP en la Asamblea. ¡°La delincuencia no est¨¢ relacionada con el origen de las personas, mezclan una y otra vez a los menas [menores extranjeros no acompa?ados] con todo¡°, recuerda la presidenta sobre la noche letal que se vivi¨® el s¨¢bado en Madrid, cuando fueron asesinados dos j¨®venes. Y remata: ¡°Las bandas juveniles son espa?olas. En las bandas latinas hay emigrantes de segunda generaci¨®n tan espa?oles como [Santiago] Abascal, como usted o como yo¡±.

Las palabras de la l¨ªder conservadora de Madrid llegan casi al mismo tiempo que la Operaci¨®n Bacano, en la que la Guardia Civil ha desarticulado una organizaci¨®n criminal perteneciente a la banda Dominican Don¡¯t Play (DDP) asentada en las provincias de Toledo y Madrid, en la que tres de sus miembros est¨¢n implicados presuntamente en el asesinato de un joven de 25 a?os el pasado s¨¢bado en el distrito madrile?o de Usera.

Cuando acaban los aplausos, expresi¨®n sonora de la comuni¨®n de toda la C¨¢mara contra Vox, llega el momento de la iron¨ªa y de la vuelta al choque diario entre los partidos.

¡°Se?ora Ayuso, est¨¢ muy bien, pero si usted quiere mantener su discurso, estos no pueden ser sus socios, ni en Madrid ni en Castilla y Le¨®n¡±, interviene inmediatamente el portavoz del PSOE, Juan Lobato, que recuerda que es precisamente la l¨ªder madrile?a quien primero ha hablado de la posibilidad de que los dos partidos de derechas repitan alianza tras las elecciones auton¨®micas de este domingo.

¡°Cuidado con sus discursos, que est¨¢ a esto de llamarse a s¨ª misma social comunista¡±, ironiza m¨¢s tarde M¨®nica Garc¨ªa, la l¨ªder de M¨¢s Madrid. La jefa de la oposici¨®n ve luego c¨®mo D¨ªaz Ayuso aprovecha la r¨¦plica para reclamarle que dimita si no consigue demostrar su acusaci¨®n de que la Comunidad ha regado de contratos a empresas relacionadas con la familia o las amistades de la presidenta.

Por su parte, Monasterio no se queda impert¨¦rrita y cariacontecida en el esca?o. Al contrario. La pol¨¦mica es la gasolina perfecta para alimentar el discurso de la extrema derecha. Si Monasterio arranca su intervenci¨®n previa denunciando ¡°la pol¨ªtica blanda del PP y el PSOE con la inmigraci¨®n ilegal¡±, el aplauso de la izquierda a Ayuso le proporciona un ejemplo con el que sustentar su argumento frente a sus votantes. Solo hay que repasar sus redes sociales. ¡°La izquierda encantada aplaudiendo las pol¨ªticas progres¡­ mientras, los padres sin dormir preocupados por la seguridad de nuestros hijos¡±, escribe en Twitter.

Ni una se?al de despecho. Ni un signo de que a Vox le moleste que la l¨ªder del PP critique sus planteamientos sin pa?os calientes tras haberle aprobado los Presupuestos, una rebaja fiscal o la reforma de la ley de Telemadrid que ha permitido que los dos partidos controlen la televisi¨®n y radio p¨²blicas. Se?al, quiz¨¢s, de que este jueves en la Asamblea ha ocurrido precisamente lo que quer¨ªa Monasterio a las puertas de la votaci¨®n de Castilla y Le¨®n: una pol¨¦mica que se?ale las diferencias entre PP y Vox justo antes de las urnas.

Reprobaci¨®n de la consejera Dancausa

Por otra parte, el PP y Vox han evitado la reprobaci¨®n de la consejera de Familia, Juventud y Pol¨ªtica Social, Concepci¨®n Dancausa, tras desvelar la Operaci¨®n Sana que al menos tres menores tuteladas por la Comunidad estaban siendo explotadas sexualmente por una red de proxenetas.

¡°Su descontrol fue aprovechado por las mafias para sojuzgar a las ni?as¡±, ha dicho Emilio Delgado, de M¨¢s Madrid, durante el debate de la propuesta. ¡°?Ni una sola medida de protecci¨®n! Era su pu?etera responsabilidad y no han hecho nada¡±.

As¨ª le ha continuado Paloma Garc¨ªa Villa, de Podemos: ¡°Ha demostrado falta de empat¨ªa. Ustedes no est¨¢n capacitados para el puesto que ocupan. No puede seguir siendo consejera. Ustedes no tienen perd¨®n¡±.

Una tesis compartida por Jes¨²s Celada, del PSOE: ¡°Su intervenci¨®n [de la semana pasada, explicando el caso] fue la de una hooligan. Con tono chulesco, irrespetuoso, histri¨®nico, resumido en la frase, esto no es ning¨²n caso¡±.

Pero aunque la izquierda ha unido sus votos, Vox se ha desmarcado de la reprobaci¨®n y ha permitido que la sesi¨®n acabara con una ovaci¨®n cerrada del PP a Dancausa.

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