La oposici¨®n pone la diana en los contratos con la empresa del hermano de Ayuso

Es un ataque coordinado. Uno tras otro, los portavoces de la oposici¨®n en la Asamblea de Madrid recuerdan una pol¨¦mica que se intent¨® silenciar en el pleno anterior: el presunto v¨ªnculo entre los gastos de varios hospitales y el hermano de la presidenta regional, Isabel D¨ªaz Ayuso. Pregunta al respecto la portavoz de Podemos, Carolina Alonso. Y recuerda ¡°la censura¡± su hom¨®logo del PSOE, Juan Lobato. Y remata la acci¨®n conjunta M¨®nica Garc¨ªa, de M¨¢s Madrid, disparando con todo. ¡°Hay que tener mucho valor para hacer negocios con amigos o familiares en plena pandemia¡±, espeta mientras la presidenta la mira a los ojos por primera vez en la legislatura. Si la oposici¨®n qued¨® noqueada por la pegada de D¨ªaz Ayuso en las elecciones del 4-M, ahora es un boxeador que cree haber encontrado las sales con las que reaccionar en el hermano de la presidenta o en los contratos de la pandemia. Y por eso estalla una bronca de las que hacen ¨¦poca: el PP responde con todo.

¡°?Les gustar¨ªa que arrastr¨¢ramos el nombre de su marido y el de la empresa en la que trabaja con alguna acusaci¨®n sin ninguna prueba?¡±, arranca en respuesta a Garc¨ªa el portavoz del PP, Alfonso Serrano, que afirma que no se conoce prueba alguna de ninguna malversaci¨®n o abuso de poder, y que invoca el listado de querellas contra la l¨ªder del Ejecutivo que ha rechazado la justicia. ¡°?Le gustar¨ªa que forz¨¢ramos su comparecencia? ?Que llev¨¢ramos a su padre a la Fiscal¨ªa para hacernos un video de Tik Tok y que luego lo archiven?¡±, prosigue. ¡°?Es eso valiente? ?Lo es acusar a este gobierno de llevarse mordidas y a la presidenta de robar? ?Subir el nivel es imputar un delito sin pruebas y luego decir ¡®algo me ha llegado?¡±, a?ade. Y entonces, entre los aplausos de los 65 diputados populares, puestos en pie para una ovaci¨®n cerrada, grita, intentando hacerse o¨ªr, porque la bronca es total: ¡°Nosotros nunca vamos a superar la l¨ªnea roja de meter a la familia en la pol¨ªtica. ?Son incapaces de ganar en las urnas!¡±.

D¨ªaz Ayuso aplaude como la que m¨¢s. Es su primer momento de respiro en una ma?ana que arranca con negros vaticinios para sus intereses. Las horas previas a la celebraci¨®n del pleno se llenan de conversaciones en voz baja. La oposici¨®n no perdona que en el pleno anterior se expulsara a la diputada Carmen L¨®pez por mencionar al hermano de la presidenta, lo que provoc¨® que M¨¢s Madrid, PSOE, Vox y Podemos abandonaran en bloque el hemiciclo. ¡°Las cosas no van a quedar as¨ª¡±, es el mensaje. De llamada en llamada, y de corrillo en corrillo, los partidos de izquierdas pactan no dejar morir el tema. Y su estrategia coordinada se ramifica en dos vertientes.

Hay una factual: como adelant¨® EL PA?S, el PSOE registra la solicitud de crear una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre los contratos de emergencia en la pandemia en la que bien podr¨ªan fiscalizarse los firmados con la empresa en la que trabaja el hermano de D¨ªaz Ayuso. Y hay otra declarativa: una y otra vez sale la espinosa cuesti¨®n en el pleno, desafiando a la presidenta, Mar¨ªa Eugenia Carballedo, que la silenci¨® la semana pasada.

¨DLa semana pasada, una diputada de esta C¨¢mara fue expulsada por la presidenta por plantear si su hermano se dedicaba a ir por los hospitales sugiriendo a qu¨¦ empresas contratar¨D, arranca la sesi¨®n Alonso, la portavoz de Podemos, en su pregunta a D¨ªaz Ayuso.

¨DSe?ora diputada, mal empezamos¨D, le interrumpe la presidenta de la C¨¢mara.

¨DDisculpe, estoy planteando una cuesti¨®n que sucedi¨® el pleno pasado¨D.

¨DA la cuesti¨®n, se?or¨ªa¨D.

¨DLe pregunto: ?le consta algo de esto? Pi¨¦nselo bien, porque las respuestas de hoy pueden ser las imputaciones de ma?ana. (¡­) Solo la empresa de su hermano se ha llevado 10 contratos [desde septiembre de 2019 hasta marzo de 2020 contratos por valor de 70.503,41] y cero explicaciones. La contrataci¨®n de emergencia est¨¢ claro que es una puerta abierta a la corrupci¨®n¨D.

No es una intervenci¨®n excepcional. Al contrario, uno tras otro mencionan el tema el resto de portavoces de la izquierda. Lobato, el del PSOE, recuerda ¡°el pleno de la censura¡±. Y Garc¨ªa, de M¨¢s Madrid, advierte: ¡°No me voy a achantar porque las irregularidades vengan de cualquier amigo o cualquier familiar, aunque sea de usted¡±.

La oposici¨®n promete guerra, y a la guerra que va D¨ªaz Ayuso, que una a una va respondiendo todas las preguntas sin apenas levantar el tono.

¨DYo no he intervenido en mi vida en ni un solo contrato. No tengo ninguna relaci¨®n laboral con mi familia¨D, dice. ¨DLa Fiscal¨ªa del Supremo lo ha dicho muy claro, en la ¨²ltima intentona que ha tenido su compa?era, la fracasada abogada que tiene a su lado [a la que ha responsabilizado de querellas inadmitidas en su contra]¨D.

Esta vez, la presidenta de la Asamblea no dice nada. Da igual que D¨ªaz Ayuso etiquete de ¡°fracasada abogada¡± a la portavoz adjunta de Podemos, Alejandra Jacinto. O que Roc¨ªo Monasterio describa al marido de la vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, M¨®nica Oltra, como ¡°el presunto abusador de ni?as¡±. No debe de seguir vigente el mismo reglamento que la semana anterior sirvi¨® para expulsar a una diputada socialista por asegurar que el hermano de la presidenta ¡°se dedica a ir por los hospitales a sugerir a las unidades de contrataci¨®n a qu¨¦ empresa hay que contratar¡±. Porque no pasa nada. Y al mismo tiempo pasa de todo: Vox, que la semana pasada se uni¨® a las protestas de la izquierda abandonando el pleno, ha anunciado que no permitir¨¢ que vea la luz la investigaci¨®n sobre los contratos de emergencia firmados para combatir la pandemia.

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