Ayuso: ¡°No voy a acabar en la c¨¢rcel y no voy a ir a ning¨²n tribunal, porque no he hecho nada¡±

Este es el pleno de la Asamblea de Madrid, aunque parezca la sede de un juzgado. La oposici¨®n usa la sesi¨®n de este jueves para recordar a la presidenta regional todas las pol¨¦micas que rodean al PP de Madrid por su gesti¨®n de la pandemia: el contrato del Gobierno regional que permiti¨® ganar m¨¢s de 55.000 euros al hermano de la l¨ªder conservadora; el acuerdo del Ayuntamiento que proporcion¨® una comisi¨®n de seis millones de euros a dos intermediarios, que se compraron con ella coches de lujo, casas o un yate; el caso del empresario que pas¨® de facturar 80.000 euros con su negocio de vino a m¨¢s de 26 millones al a?o por proporcionar mascarillas o tests; o la cita para un acto de conciliaci¨®n entre CC OO y la presidenta por cuestionar la profesionalidad de los trabajadores de los centros de salud. Hablando de este ¨²ltimo asunto, Ayuso acaba dejando una frase de las que marcan una carrera: ¡°No voy a ir a la c¨¢rcel¡±.

La presidenta de Madrid evita defender a Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida y guarda un prudente silencio sobre la pol¨¦mica que rodea al contrato municipal, ya judicializado. Ni una palabra de los relojes de lujo. Nada de los Ferrari. Menos de los hoteles vip. Bastante tengo con lo m¨ªo, debe pensar Ayuso, porque la oposici¨®n la acorrala de nuevo, pregunta tras pregunta sobre el contrato de su hermano.

Pero no solo eso. Los representantes de M¨¢s Madrid, PSOE y Podemos intentan trazar una l¨ªnea entre los casos P¨²nica, G¨¹rtel y Lezo y las investigaciones abiertas por los contratos de la pandemia. Buscan diseccionar un supuesto modus operandi, que entienden end¨¦mico al PP. Y acusar, en consecuencia, a toda la organizaci¨®n, y con ella a Ayuso, bajo el argumento de que lo previsible es que la l¨ªder conservadora acabe por presidir el PP de Madrid a finales de mayo.

¡°Viene de un congreso en el que se ha cargado al l¨ªder de su partido por tirar de la manta, y por se?alar unas irregularidades evidentes sobre los sapos de los Ayuso¡±, arranca Alejandra Jacinto, de Podemos. ¡°Hasta las instituciones europeas est¨¢n preocupadas por si su clan ha metido otra vez la mano en la caja. El m¨¦rito me temo que va a tener que compartirlo usted con el se?or Almeida, porque menuda verg¨¹enza¡±, a?ade. ¡°M¨¢ndale un whastsapp a su hermano y d¨ªgale que lo de esconderse lo hacen solo los culpables¡±, remata, en referencia a que no se ha localizado a este comercial sanitario para entregarle la solicitud de comparecencia ante la comisi¨®n que investiga si el PP us¨® medios municipales para investigar un contrato con la Comunidad en el que particip¨® (1,5 millones de euros para traer mascarillas).

¡°Yo siempre doy la cara y responde a todas las preguntas, a todas, y mientras tanto usted va acumulando decepciones¡±, le espeta Juan Lobato, el portavoz del PSOE, que una vez m¨¢s, como todas las semanas, le recuerda las diez preguntas sobre el acuerdo que no ha contestado, y que una vez m¨¢s, como todas las semanas, se va sin respuesta.

¡°El esc¨¢ndalo de Almeida tambi¨¦n es suyo¡±, argumenta M¨®nica Garc¨ªa, de M¨¢s Madrid. ¡°No hay fiscal¨ªas en el mundo par que den abasto con toda su delincuencia¡±, a?ade, en referencia al PP. Y remata: ¡°Se han puesto las botas en plena pandemia. Europa se pregunta c¨®mo es posible que hayan dedicado el dinero, en vez de a salvar vidas, a dar mordidas. Nunca han tenido la intenci¨®n de dejar de robar. La coartada es la libertad¡±.

Ayuso asiste impert¨¦rrita a la lluvia fina de las acusaciones. Hace tiempo que se especializ¨® en hacer o¨ªdos sordos. M¨¢s en jornadas como la de este jueves, a la que llega sabiendo que el PSOE ha apartado de todos sus cargos a una diputada (Carmen L¨®pez) por el simple hecho de ser madre de una acusada de estafar dos millones de euros a UGT. Un argumento para responder e intentar igualar a todos.

¡°No voy a acabar en la c¨¢rcel, no voy a ir a ning¨²n tribunal, y no soy juzgada por nada, porque no he hecho absolutamente nada¡±, dice sobre el acto de conciliaci¨®n con CC OO al que ha sido convocada por un juez, al que no acudir¨¢. ¡°Hay que aguantarles todo por la inviolabilidad parlamentaria, pero cualquiera de sus acusaciones, fuera (en la calle), ser¨ªan objeto de una querella¡±, asegura. ¡°?Saben cu¨¢ntas lleva ya la izquierda madrile?a contra m¨ª durante los casi tres a?os que llevo siendo presidenta de Madrid?¡±, pregunta. ¡°?Dieciocho! ?Dieciocho fracasos!¡±, a?ade.

¡°La medida principal para luchar contra la corrupci¨®n es, democr¨¢ticamente, a trav¨¦s de las urnas, mantenerles fuera de las instituciones¡±, le espeta en otro momento a Podemos. Y al PSOE, le dice, sobre la diputada L¨®pez:¡± Me gustar¨ªa que me juzgaran por lo que yo hago, que es algo que no est¨¢n haciendo ustedes ni siquiera con su propia compa?era, a la que est¨¢n juzgando por ser la madre de. Es verdad que en vigilancia de las contrataciones no parec¨ªa la m¨¢s ducha, pero vaya investigaci¨®n la que han realizado ustedes¡±.

D¨ªaz Ayuso se encastilla en la defensa de su gesti¨®n. Ladrillo a ladrillo, construye su fortaleza recordando casos de corrupci¨®n y pol¨¦micas que han afectado a sus oponentes. No se detiene a opinar sobre lo que est¨¢ pasando en el Ayuntamiento. Almeida corre riesgo de achicharrarse en la pol¨¦mica por el contrato con seis millones en comisiones, y en el PP no hay ahora mismo ning¨²n bombero dispuesto a acudir en su auxilio para apagar el fuego.

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