El exgerente de la Complutense Dionisio Ramos asegura que no se llev¨® ¡°ni un euro¡± en el juicio por la caja B
¡°Cuando llegu¨¦ hab¨ªa 1.500 cuentas abiertas¡±, declara Dionisio Ramos, que apunta a la ausencia de contabilidad desde los a?os setenta como el origen de los problemas de gesti¨®n
La Audiencia Provincial de Madrid ha iniciado este martes el juicio con jurado a Dionisio Ramos Mart¨ªnez, exgerente de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), as¨ª como a seis administradores de colegios mayores durante su etapa al frente de las cuentas de la entidad, por desviar cerca de cuatro millones de euros de fondos p¨²blicos de la UCM a una supuesta caja B entre 1995 y 2003. La fiscal pide para Ramos seis a?os de c¨¢rcel por malversaci¨®n, al igual que para tres administradores de colegios mayores, y cuatro a?os para tres alumnos que fueron subdirectores de uno de ellos. Las defensas, en cambio, solicitan la absoluci¨®n al entender que el ¡°procedimiento no tiene ning¨²n fundamento¡± y que ¡°est¨¢ justificado hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo¡± de la cuenta bancaria que se investiga. Despu¨¦s de que el lunes se seleccionara al jurado, Ramos ha asegurado en la primera sesi¨®n del juicio que no se llev¨® ¡°ni un euro¡± de la instituci¨®n, al tiempo que ha apuntado a la falta de control y a la ausencia de contabilidad desde los a?os setenta como el origen de los problemas de gesti¨®n de las cuentas.
La fiscal argumenta que el exgerente pudo recibir ingresos en una cuenta corriente cuya finalidad era el manejo ¡°injustificado¡± y el uso de los fondos para ¡°fines ajenos¡± al centro. La cuenta, en la que figuraban nominativamente ¡°actividades culturales del colegio mayor Xim¨¦nez de Cisneros¡±, fue abierta por los subdirectores del centro para realizar actividades culturales y en ella figuraban como autorizados tres de los acusados. Adem¨¢s, dos administradores de colegios eran gestores efectivos, aunque no ten¨ªan firma en ella. La funci¨®n de estas dos personas era controlar los gastos e ingresos de los colegios, liquidar los anticipos y el servicio de caja.
Ramos, interrogado tanto por la fiscal como por su defensa y la del resto de los acusados, ha explicado que ¨¦l estaba a cargo de la gesti¨®n del personal de administraci¨®n, servicios y el control econ¨®mico de la UCM, que inclu¨ªa los colegios mayores. Al detallar sus funciones, ha se?alado que hab¨ªa una cierta libertad para manejar los fondos: ¡°Los gastos pod¨ªan no estar presupuestados, pero mejor que s¨ª lo estuvieran. Los que proven¨ªan de actividades ordinarias, como tasas, deb¨ªan estar presupuestados desde el origen, pero hay ingresos de otras actividades no docentes que ten¨ªan que estar en cuenta de ejecuci¨®n y se hac¨ªa una modificaci¨®n de cr¨¦dito en esas partidas¡±.
Luis Rodr¨ªguez, abogado del exgerente, ha asegurado que en la universidad los imputados heredaron una situaci¨®n en la que hab¨ªa numerosas cuentas abiertas y tarjetas de cr¨¦dito desde los a?os setenta. ¡°Se intent¨® poner orden e implantar sistemas inform¨¢ticos que garantizasen el cumplimiento normativo y la exactitud contable. Era una ¨¦poca de pesetas y la burocracia acad¨¦mica era muy pedestre¡±, ha indicado.
Por su parte, la fiscal ha preguntado c¨®mo se cuantificaban los gastos extraordinarios, a lo que Ramos ha respondido que hasta 1997 no hubo una partida diferenciada de colegios mayores. ¡°Cuando llegu¨¦ al cargo hab¨ªa 1.500 cuentas abiertas. A partir del a?o 97 se cerraron m¨¢s de 200 y se unificaron¡±, ha indicado. Seg¨²n Ramos, en el caso de los colegios mayores se pas¨® de tener seis cuentas a solamente una, pero el resto siguieron funcionando un tiempo porque era m¨¢s sencillo para los alumnos, que llevaban a?os pagando en ellas.
Cheques al portador en lugar de nominativos
Otro de los principales agujeros negros de la contabilidad en los a?os de Ramos son pagos realizados con cheques al portador, que se emitieron entre enero de 1995 y junio de 2001. Estos fueron autorizados por el entonces gerente de la Complutense y los administradores de los colegios mayores, con un importe de 914.320 euros, sin cargo a los presupuestos y sin ninguna supervisi¨®n por parte de la universidad.
La fiscal ha insistido en que la normativa de 1997 especificaba que se ten¨ªan que hacer a trav¨¦s de transferencias bancarias o con cheques nominativos. Dionisio Ramos ha sostenido que este tipo de pagos era una ¡°pr¨¢ctica habitual¡± y se permit¨ªa sacar hasta 500.000 pesetas (algo m¨¢s de 3.000 euros) de las cuentas p¨²blicas de la universidad, entre las que se encuentra la investigada, la cual ten¨ªa el concepto de ¡°actividades culturales¡±.
La fiscal ha subrayado que los dem¨¢s acusados se dedicaron a ¡°distraer¡± otras cantidades de dinero. Durante el curso 2002-2003 se matricularon 846 alumnos en los colegios de la zona oeste y 929 el curso siguiente. Todos abonaban, en concepto de reserva de plaza y antes del comienzo del curso, 300 euros. Fue as¨ª como presuntamente se consigui¨® recaudar 533.387 euros, un dinero que los acusados, en calidad de administradores de los centros, no incluyeron en las cuentas de la universidad ¡°conscientemente¡±, seg¨²n la Fiscal¨ªa.
No obstante, Ramos se ha mantenido firme y ha negado la existencia de una caja B, ya que hay comprobantes de las dos cuentas que confirman que el dinero se utiliz¨® para gastos relacionados con ¡°la actividad universitaria¡±. Este mi¨¦rcoles testifica Mar¨ªa Isabel Ramos Mart¨ªnez, hermana del exgerente y que tambi¨¦n tuvo un cargo administrativo en la UCM
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