Cae en Madrid la banda del R¨®lex, ladrones disfrazados de repartidores de comida, gracias al empe?o de un solo investigador
La polic¨ªa acusa a cuatro detenidos de, al menos, ocho atracos con pistola y en moto en los distritos de Salamanca, Retiro y Chamart¨ªn
El R¨®lex de calle de Lagasca, el Patek Philipe de calle de Ayala... Los golpes se iban acumulando en el mapa del distrito de Salamanca sobre el que trabajaba el investigador D. de la comisar¨ªa del adinerado distrito de Madrid. Este polic¨ªa fue uniendo los puntos, recorriendo las calles y analizando a las v¨ªctimas en busca de un nexo com¨²n. ?Hab¨ªan estado en el mismo restaurante? ?Ten¨ªan la misma edad? ?Nacionalidad? ?Estaban alojados en el mismo hotel? La respuesta fue negativa a todo ello. El investigador lleg¨® a la conclusi¨®n de que la selecci¨®n de objetivos ten¨ªa que venir de otro sitio. Y fue entonces cuando cay¨® en esas personas que esperan durante horas en la calle, esperando un encargo con su mochila amarilla, sin llamar la atenci¨®n, parados en las calles m¨¢s lujosas de Madrid: los repartidores de comida a domicilio. Ah¨ª fue cuando empez¨® a tirar del hilo y lleg¨® a la madeja de la banda del R¨®lex, un grupo de atracadores muy violentos especializados en detectar el lujo en las mu?ecas.
Son cuatro detenidos acusados de, al menos, ocho atracos en los que no exclu¨ªan la violencia si era necesario. Algunos de los miembros de la banda se disfrazaban de repartidores para identificar y perseguir a sus objetivos, pero tambi¨¦n sospechan que los delincuentes sobornaban a trabajadores reales. Una vez localizada la v¨ªctima, la segu¨ªan e iban dando indicaciones de su recorrido hasta que encontraban en lugar perfecto en el que dar el golpe. Se colocaban cerca del portador del reloj en una moto y el que iba detr¨¢s le amenazaba con una pistola para que le entregaran el objeto de lujo. ¡°Les daba igual que estuvieran en una terraza o paseando por la calle, que hubiera gente o que no, que fuera de d¨ªa o de noche. Y si ten¨ªan que pegarles, lo hac¨ªan sin dudarlo¡±, resume el investigador que les ha dado caza. El barrio de Salamanca era su predilecto, aunque tambi¨¦n actuaron en Retiro y en Chamart¨ªn, otras dos zonas con posibilidades econ¨®micas.
Al cabecilla, que ya fue detenido el a?o pasado por los mismos hechos, le pirraban especialmente los relojes de la marca Patek Philipe, cuya pieza m¨¢s barata se vende por los 20.000 euros. En la casa de dos de los detenidos fueron hallados algunas de las piezas sustra¨ªdas. Uno de los relojes estaba entre los calzoncillos del delincuente. La joya llevaba las iniciales de su due?o: M. D. R. La polic¨ªa averigu¨® que al que atribuyen el liderazgo de la organizaci¨®n ya le constaban antecedentes por este tipo de atracos en su pa¨ªs, Venezuela. Cuando sali¨® en libertad despu¨¦s de haber sido arrestado en mayo de 2022, la comisar¨ªa del distrito de Salamanca volvi¨® a empezar a registrar atracos con el mismo modus operandi a los pocos meses. Creen que, una vez recobrada la libertad, volvi¨® a reclutar a un grupo de ladrones en busca del brillo en las mu?ecas. ¡°Cuando hace calor y la gente lleva manga corta, se ven m¨¢s los relojes, por eso los robos se concentraron m¨¢s en las fechas veraniegas¡±, apunta el polic¨ªa encargado de la investigaci¨®n.
Horas de grabaciones
La investigaci¨®n se desarroll¨® en la comisar¨ªa, en las calles y hasta en la casa del investigador D. ¡°Si te digo que he revisado 300 horas de grabaciones me quedo corto. Si he tenido que estar un s¨¢bado hasta las tres de la ma?ana mirando la pantalla, lo he hecho, hasta que apagas y ves manchitas¡±, reconoce ahora, satisfecho por el fin positivo de las pesquisas. Algunas de las v¨ªctimas estaban en Madrid solo de visita y acud¨ªan a la comisar¨ªa en fin de semana porque volaban al d¨ªa siguiente. ¡°Aunque no fuera en mi horario, yo iba a tomarles declaraci¨®n y ya aprovechaba y me quedaba unas horas m¨¢s revisando grabaciones, me da mucha rabia que haya ladrones as¨ª en nuestras calles¡±, admite. El agente asegura que le afect¨® especialmente el atraco a una pareja a la que agredieron cuando iban acompa?ados de sus hijas.
Tambi¨¦n pate¨® las calles de su distrito para meterse en la mente de los criminales. ¡°La calle te aporta ver lo que ven ellos, c¨®mo planifican sus huidas¡±, se?ala. Adem¨¢s de las c¨¢maras de videovigilancia, muy numerosas en la zona por el amplio n¨²mero de establecimientos de lujo que proliferan en este barrio, el investigador tambi¨¦n cont¨® con centinelas inesperados, porque algunos ciudadanos fueron capaces de tomar im¨¢genes de los autores con sus m¨®viles. En uno de los golpes, a uno de los delincuentes se le cay¨® la mascarilla. A los cinco minutos este agente estaba ah¨ª para recogerla y enviarla a la polic¨ªa cient¨ªfica.
Varios golpes crearon cierta sensaci¨®n de alarma en estos barrios pudientes que viven alejados de la delincuencia. El a?o pasado, adem¨¢s del l¨ªder de la banda del R¨®lex fueron detenidos otros atracadores que abordaban a sus v¨ªctimas cuando ten¨ªan el brazo apoyado en la ventanilla del coche en los sem¨¢foros y otro que se aprovechaba de momentos de embriaguez de sus v¨ªctimas para robarles. El robo de estas piezas de lujo, una modalidad delictiva antes reducida a grupos especializados, se ha democratizado y la delincuencia com¨²n ha entrado en el juego, seg¨²n afirman algunas fuentes policiales. En Barcelona incluso han creado un grupo especializado para abordar desde varios enfoques el problema. Este grupo mezcla el conocimiento del polic¨ªa de calle con el investigador para obtener una radiograf¨ªa precisa de las estructuras criminales detr¨¢s de cada golpe.
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