Madrid desde las alturas: piscinas, azoteas y c¨®cteles

No es un secreto que, al igual que muchas aves, cuando llega el verano los madrile?os migran en desbandada hacia el norte y las zonas de costa. Lo hacen mucho menos organizados que sus plum¨ªferos compa?eros de viaje, pero desde luego no con menos ganas. El motivo, como descubren de inmediato los turistas que durante los meses de julio y agosto encuentran pista libre en la capital, es que ...

No es un secreto que, al igual que muchas aves, cuando llega el verano los madrile?os migran en desbandada hacia el norte y las zonas de costa. Lo hacen mucho menos organizados que sus plum¨ªferos compa?eros de viaje, pero desde luego no con menos ganas. El motivo, como descubren de inmediato los turistas que durante los meses de julio y agosto encuentran pista libre en la capital, es que el asfalto de la Gran V¨ªa es como el suelo del desierto cuando llega la can¨ªcula.

Por eso, Madrid Te Enreda revela dos de los secretos mejor guardados de la ciudad. Se trata de dos edificios que est¨¢n a la vista de todos y que acumulan cientos de historias: al fin y al cabo, llevan ah¨ª toda la vida. Tal vez por eso, pasan desapercibidos ante los acostumbrados ojos de los habitantes de la ciudad. Pero quien est¨¢ dispuesto a dejarse sorprender no puede pasar por alto un detalle: sus azoteas. Lujosas y, sobre todo, frescas, ambas ofrecen dos de los mejores escondites de Madrid en verano. ?Lo mejor? Que ni siquiera es necesario hacer una cola eterna para entrar. Bienvenidos al Hotel Emperador y a The Social Hub.

Teletrabajo, piscina y vistas de la Gran V¨ªa

En sus 75 a?os de historia, el Hotel Emperador (Gran V¨ªa, 53) ha visto desfilar a Ava Gardner, de quien se dice que lleg¨® a ba?arse desnuda en su piscina. Tambi¨¦n se ha visto, con mucha m¨¢s evidencia, a Ernest Hemingway tomar copas en la azotea y a Sof¨ªa Loren hospedarse en sus suites.

Hoy, la suya es la primera piscina de la capital que abre sus puertas al verano, el 28 de abril. Como novedad, este a?o quieren ofrecer, adem¨¢s de su tradicional beach club con camas balinesas y las mejores vistas de la ciudad, la posibilidad de hacer pool coworking en su azotea todo el verano. Vamos, que invitan a quien quiera unirse a ellos a llevar el ordenador y teletrabajar entre chapuz¨®n y chapuz¨®n, aunque solo sea por aquello de refrescar las ideas.

La entrada es gratuita para los hu¨¦spedes del hotel. Para los usuarios particulares, pasar el d¨ªa en este espacio cuesta 60 euros. Se puede hacer de lunes a domingo de 10.00 a 21.00.

La azotea cuenta con 800 metros que ofrecen la posibilidad de disfrutar de actividades todo el verano como sus ya conocidos ciclos de cine de verano, visitas guiadas de Madrid y sesiones de sunset con vistas a los mejores atardeceres. Adem¨¢s, han lanzado su propio podcast, que est¨¢ dedicado a su 75? aniversario. En ¨¦l, personajes famosos vinculados con el hotel cuentan an¨¦cdotas e historias no conocidas que transcurren muchas veces entre los techos de Madrid.

Un caf¨¦ con vistas al Palacio Real

En la cuesta de San Vicente, entre los n¨²meros 26 y 28, se encuentra The Social Hub. Se trata de un lugar ¨²nico en el centro de Madrid, que abri¨® sus puertas en septiembre del a?o pasado y que es dif¨ªcil de definir porque lo tiene todo y, a la vez, no termina de ser nada concreto.

Es un hotel, pero tambi¨¦n un coliving. Adem¨¢s, tiene espacios de coworking, restaurante, azotea con vistas, piscina abierta todo el a?o y gimnasio. No hay necesidad de hospedarse en el hotel para tener acceso a todos estos servicios. Ahora, de hecho, est¨¢n haciendo membres¨ªas limitadas para que todo el que quiera tenga acceso a sus experiencias. El valor de cada una de ellas es de 99 euros al mes.

En realidad, cualquier persona que vaya caminando por la calle puede entrar a trabajar a su caf¨¦ o tomarse un c¨®ctel en una azotea que cuenta con vistas al Palacio Real. El edificio se ha construido sobre un antiguo palacete industrial del siglo XIX conocido como La Imprenta. All¨ª quedaba la sede de la redacci¨®n de La Gazeta, el origen del actual BOE, y de la revista Semana. Recorriendo sus espacios a¨²n se puede sentir algo de sus antiguas redacciones.

Su rehabilitaci¨®n ha llevado m¨¢s de cinco a?os porque en sus 14.000 metros han mantenido intacta la esencia del edificio. La idea era respetar un valor hist¨®rico que hoy se puede apreciar en elementos como las taquillas del gimnasio y sus grandes escaleras de madera. En la segunda planta, en los espacios de coworking, sobre una gran b¨®veda de cristal, existe a¨²n una pasarela donde se celebr¨® el primer reinado de Espa?a. Ahora, sobre esas mismas baldosas, hay grandes mesas donde la gente teletrabaja.

El lugar ha conservado tambi¨¦n cientos de archivos period¨ªsticos. En una de sus salas hay decenas de tomos de revistas ?Hola!, que cuentan la historia del coraz¨®n de Espa?a. ¡°He visto noticias en el archivo hasta del a?o 36¡å, asegura la directora general, Andrea Chao.

The Social Hub ofrece adem¨¢s un restaurante con cocina abierta todo el d¨ªa y un caf¨¦ abierto al p¨²blico con conexi¨®n wifi gratuita y cientos de enchufes. En el restaurante tienen siempre actividades, desde DJs hasta espect¨¢culos de magia. Usualmente, en su programaci¨®n tienen cada mes m¨¢s de 200 actividades abiertas al p¨²blico.

Los n¨®madas digitales que alquilan habitaciones de larga estancia cuentan, por otra parte, con una cocina privada y con una coach cuyo trabajo es escucharlos y empatizar con ellos. ¡°Los estudios demuestran que la soledad es un problema cada vez m¨¢s grande en los j¨®venes, y por eso tenemos en nuestra cocina al puro estilo MasterChef a Yolanda, para que hable con nuestros hu¨¦spedes y haga talleres de empat¨ªa¡±, asegura la directora de Marketing y Comunicaci¨®n, Diana Lado.

Este concepto naci¨® en Holanda hace 10 a?os con un objetivo muy claro: crear espacios en donde la gente pueda trabajar, conocerse y usar sus instalaciones como mejor les convenga, explican sus encargados. La idea ha llegado ya a 15 ciudades, y la intenci¨®n de los due?os es seguir creciendo. ¡°Aqu¨ª todo el mundo puede conectar. La ciudad lo ha entendido como un sitio ¨²nico. Hay que venir a disfrutarlo para entenderlo. Es un sitio muy flexible, lleno de diversidad cultural¡±, explica Chao.

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