Los acusados de estafar a ancianos con la venta de enciclopedias, absueltos al no haber quedado demostrado el enga?o
La Audiencia Provincial de Madrid apunta que las pruebas no son suficientes para considerarles una organizaci¨®n criminal y se?ala que los testimonios de las v¨ªctimas fueron ¡°confusos y contradictorios¡±
Los 17 acusados de estafar a una decena de ancianos con la supuesta venta de enciclopedias han sido absueltos porque no ha quedado demostrado que fueran ellos los que realizaron las ventas, o bien no ha sido probada la coacci¨®n en la compra. En el fallo ha pesado las declaraciones endebles de las v¨ªctimas, de avanzada edad y que se han visto obligadas a recordar hechos de hace ocho a?os. El tribunal considera que existe una ¡°duda razonable sobre la real existencia de un enga?o t¨ªpico o, al menos, de uno que pudiera atribuirse a alguno de los aqu¨ª acusados¡±, reza la sentencia a la que ha tenido acceso EL PA?S. La fiscal¨ªa les acusaba de haberse apropiado de, al menos, 185.000 euros de una decena de v¨ªctimas de entre 80 y 90 a?os con enga?os sobre supuestas deudas por la compra de libros, presuntas subastas de las colecciones y cancelaciones de las suscrpciones.
El fallo relata las situaciones de acoso y amenazas a los que somet¨ªan a las personas mayores. A una de ellas, la llam¨® una mujer y le asegur¨® que su hermana, fallecida a?os antes, hab¨ªa dejado una deuda con una empresa editorial y que ella ten¨ªa que asumirla o le embargar¨ªan la casa. Sin embargo, por el tiempo transcurrido desde los hechos y debido tambi¨¦n a la avanzada edad de las v¨ªctimas, el testimonio en sala de los supuestos estafados fue algo confuso y no permiti¨® acreditar la coacci¨®n en la transacci¨®n. ¡°Tengo mala memoria, recuerdo que fueron insistentes¡±, asegur¨® la afectada. ¡°Las contestaciones de la testigo a lo largo de su declaraci¨®n resultaron ser confusas y contradictorias¡±, resume el fallo judicial.
Las historias que relataron los denunciantes eran de lo m¨¢s peregrinas y, si bien el tribunal no duda de que sucedieran, no ha visto acreditada la participaci¨®n de los acusados. A otra se?ora la llamaron para comunicarle que se iba a proceder a la subasta de una colecci¨®n de libros que ella hab¨ªa adquirido con anterioridad y que para participar en la misma deb¨ªa abonar algo menos de 6.000 euros. Esta mujer no se fi¨® y acudi¨® a la sede de la empresa que hab¨ªan mencionado en la llamada telef¨®nica. El due?o de la empresa no tuvo duda en que se trataba de un enga?o, por lo que acudieron juntos a presentar una denuncia en comisar¨ªa. All¨ª, v¨ªctimas y agentes prepararon un dispositivo en el que dos polic¨ªas se esconder¨ªan en una habitaci¨®n de la casa de la se?ora mientras los supuestos subastadores acud¨ªan a la casa a firmar los supuestos papeles.
Mientras manten¨ªan una conversci¨®n con la mujer, los polic¨ªas salieron de la estancia y registraron su veh¨ªculo y las carpetas que llevaban. Los agentes encontraron varios cheques de otras mujeres, un listado de personas con anotaciones como ¡°tonta y compradora¡±, ¡°ya no nos abre¡±, ¡°es tonto¡±, as¨ª como resguardos bancarios, presuntas actas notariales y algunas cajas de cart¨®n con libros. La sentencia da por bueno este relato, pero considera que no se ha probado que estos hombres cerraran estos negocios por medio de enga?os.
Otra de las mujeres lleg¨® a desembolsar entre 2014 y 2016 hasta 12.000 euros por varias colecciones que iban a revalorizarse y despu¨¦s se podr¨ªan vender por sumas m¨¢s elevadas, seg¨²n explic¨® ella en su declaraci¨®n. En este caso, el juez no cree que haya quedado acreditado ni qui¨¦n llev¨® a cabo estas ventas ni que se produjeran con mentiras o presi¨®n.
Los testimonios de los polic¨ªas que participaron en la investigaci¨®n dejan entrever la dificultad de unas pesquisas en las que las personas afectadas se sienten avergonzadas. ¡°Nosotros contactamos con todas las posibles v¨ªctimas, pero muchos nos dijeron que no quer¨ªan saber nada por verg¨¹enza o para no meterse en m¨¢s jaleos¡±, explic¨® uno de los agentes. Los jueces consideran que tampoco ha quedado probado mediante el an¨¢lisis de un perito que los documentos que obraban en poder de los acusados fueran falsos y que no estuvieran relacionados con una actividad legal de compraventa de libros.
El tribunal exonera de todos los delitos a los encausados y apunta a que no existe ninguna prueba de que formaran una red criminal dedicada a sacar dinero a las personas mayores aprovechando su vulnerabilidad. Los magistrados no han visto motivos para dudar de la inocencia de los 17 detenidos, alguno de los cuales afirm¨® en su declaraci¨®n que a sus clientes les ¡°encanta¡± comprar libros.
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