Un hijo mata a su madre y hiere a su padre en el municipio madrile?o de Daganzo de Arriba: ¡°Se o¨ªan gritos y esc¨¢ndalo¡±

Un joven de 24 a?os ha asestado ocho pu?aladas a su madre, de 56 a?os, que ha muerto a causa de las heridas. Tambi¨¦n ha atacado a su padre y marido de la fallecida, de 69, que ha sufrido una herida leve en el abdomen, y ¨¦l mismo presentaba heridas leves en las manos. Ha sucedido a primera hora de la madrugada de este mi¨¦rcoles en el domicilio familiar, situado en el municipio madrile?o de Daganzo de Arriba. Seg¨²n una portavoz de la Guardia Civil, que investiga los hechos, el presunto autor del crimen es el hijo, que ha sido detenido y ha quedado ingresado en el bloque psiqui¨¢trico del hospital Gregorio Mara?¨®n, custodiado por agentes del instituto armado. El presunto parricida detenido tiene antecedentes y estaba en tratamiento m¨¦dico.

El suceso se ha producido en una vivienda unifamiliar en el n¨²mero 1 de la calle El Gallardo Espa?ol de Daganzo de Arriba, en el este de la Comunidad de Madrid y de 10.520 habitantes. Poco antes de las dos de la madrugada, los vecinos de la familia, de nacionalidad espa?ola, oyeron al padre pedir auxilio, por lo que llamaron a los servicios de emergencias.

La primera llamada al centro del 112 se ha producido a las 1.50, en la que ¡°avisaron de que en un domicilio hab¨ªa una mujer que hab¨ªa sufrido varias heridas de arma blanca y que pod¨ªa estar muerta¡±, detalla un portavoz de Emergencias Comunidad de Madrid. El 112 ha movilizado a la Guardia Civil, a la Polic¨ªa Local y al Summa. Los primeros en acudir han sido los agentes de la Polic¨ªa Local, y posteriormente los efectivos de la Guardia Civil y del Summa 112. A su llegada, los sanitarios han comprobado que en una de las habitaciones de la casa se encontraba efectivamente la mujer, ¡°con ocho heridas de arma blanca, ya fallecida y sin posibilidad de reanimaci¨®n¡±. Las pu?aladas se concentraban en la espalda de la mujer.

Los sanitarios tambi¨¦n han atendido al marido de v¨ªctima, que ten¨ªa ¡°heridas superficiales¡± por arma blanca en el abdomen. El hombre ha sido estabilizado y trasladado en estado leve al hospital de Torrej¨®n de Ardoz, pero ha sido dado de alta en el mismo d¨ªa. En la casa se encontraba el joven hijo del matrimonio, que presentaba ¡°cortes en ambas manos¡±, que han precisado unos puntos de sutura, y ha sido llevado al hospital Gregorio Mara?¨®n tambi¨¦n con pron¨®stico leve. El arma utilizada ha sido un cuchillo de cocina que se ha remitido al laboratorio de criminal¨ªstica.

¡°El 112 ha traslado a un equipo de psic¨®logos para atender al hombre, que ten¨ªa una fuerte crisis de ansiedad¡±, a?ade el portavoz. La Guardia Civil, seg¨²n detalla una portavoz, descarta que se trate de un caso de violencia de g¨¦nero y considera que ¡°el presunto autor del crimen es el hijo¡±, que ha sido detenido en el lugar de los hechos. El presunto parricida ¡°se encuentra ingresado en el bloque psiqui¨¢trico del Gregorio Mara?¨®n¡±, custodiado por agentes del instituto armado. El levantamiento del cad¨¢ver de la mujer se ha producido a primera hora de la ma?ana.

La portavoz ha precisado que el joven tiene antecedentes policiales, pero por un delito de da?os a veh¨ªculos. ¡°En Madrid no consta que tenga antecedentes por agresiones a los padres¡±, puntualiza la Guardia Civil. Adem¨¢s, estaba en tratamiento m¨¦dico, se desconoce desde cu¨¢ndo o si tomaba alguna medicaci¨®n. La principal hip¨®tesis que barajan los investigadores, ¡°lo m¨¢s probable¡±, es que el joven sufriera alg¨²n tipo de brote psic¨®tico, aunque ¡°hay que esperar¡± a que los m¨¦dicos quienes ¡°determinen qu¨¦ tipo de trastorno o enfermedad mental¡± lo ha llevado a agredir a sus progenitores. Los investigadores conf¨ªan en que sea el padre quien arroje luz sobre lo ocurrido en el chal¨¦ familiar. Aunque no presenta heridas de gravedad, est¨¢ ¡°en shock¡±.

En el Ayuntamiento de Daganzo de Arriba todo es silencio. Una portavoz delega toda la informaci¨®n sobre el caso en la Guardia Civil. ¡°No sabemos aun si vamos a hacer un minuto de silencio¡±, se limita a comentar un portavoz municipal. En la calle del Gallardo Espa?ol solo se escucha esta ma?ana el canto de los gorriones entre los adosados. Los vecinos tienen las persianas bajadas y no salen a la calle, bien por el calor del mediod¨ªa o bien por preservar su privacidad, ya que tampoco contestan al telefonillo. Tres guardias civiles custodian el primer adosado de la calle.

Apenas un vecino del otro extremo de la calle ha querido hablar, para decir que ¡°conoc¨ªa al joven de esperar alguna vez con ¨¦l en la parada del autob¨²s¡±. Pilar, que no quiere facilitar su apellido y que est¨¢ de visita en el n¨²mero 6 de la calle del crimen, se despert¨® sobre las cuatro de la ma?ana: ¡°Se o¨ªan gritos y esc¨¢ndalo, pero no me atrev¨ª a asomarme, ya sabes, estas situaciones dan mucho miedo¡±. No se volvi¨® a dormir hasta ¡°hora y pico despu¨¦s¡±, tras la llegada de la Guardia Civil y las ambulancias.

En Ultramarinos Bravo, en el n¨²mero 40 de la calle de Oriente, lleva coment¨¢ndose el crimen toda la ma?ana. As¨ª es como se ha enterado el dependiente, M¨¢ximo, que conoc¨ªa a la familia de vista: ¡°La madre ven¨ªa a veces a comprar o les ve¨ªa paseando por delante de la tienda¡±. M¨¢ximo afirma que tiene los pelos de punta: ¡°No ten¨ªa ni idea de que el chaval ten¨ªa ese problema, a ver c¨®mo se queda ahora el padre¡±.

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