La residencia de las mil y una desgracias
Tres mayores han muerto en circunstancias sospechosas en tres meses en Pe?uelas, un hogar de mayores de la Comunidad de Madrid gestionado por una empresa que quiere irse del centro pero ha sido forzada a quedarse
Corr¨ªa el a?o 2016 cuando Pe?uelas abri¨® los telediarios de toda Espa?a por un motivo feliz. El Gordo de Navidad cay¨® en esta residencia de mayores cercana al centro de Madrid y los periodistas se agolparon en la puerta para entrevistar a los agraciados: mayores, trabajadores y familiares. Fue un premio muy repartido, una alegr¨ªa extraordinaria en un lugar donde lo usual es lo contrario. Hasta tal punto que una trabajadora confes¨® a la c¨¢mara que crey¨® que hab¨ªa pasado algo malo en el momento del premio cuando de repente...
Corr¨ªa el a?o 2016 cuando Pe?uelas abri¨® los telediarios de toda Espa?a por un motivo feliz. El Gordo de Navidad cay¨® en esta residencia de mayores cercana al centro de Madrid y los periodistas se agolparon en la puerta para entrevistar a los agraciados: mayores, trabajadores y familiares. Fue un premio muy repartido, una alegr¨ªa extraordinaria en un lugar donde lo usual es lo contrario. Hasta tal punto que una trabajadora confes¨® a la c¨¢mara que crey¨® que hab¨ªa pasado algo malo en el momento del premio cuando de repente oy¨® gritos: ¡°Pensaba que alguien se hab¨ªa ca¨ªdo o que hab¨ªa pasado algo serio¡±. Lo habitual en Pe?uelas.
Este centro suele aparecer en noticias que nadie quiere protagonizar. En abril, una residente muri¨® ahorcada; en junio, otra fue ingresada durante una ola de calor cuando no funcionaba el aire. La mujer, Encarnaci¨®n Plaza, permaneci¨® en el hospital hasta el jueves, cuando falleci¨®. A esto se suman sanciones por falta de higiene, suciedad, irregularidades en la administraci¨®n de medicamentos...
Pasan tantas cosas negativas que muchas ni se cuentan. La ¨²ltima desgracia ocurri¨® el 19 de junio y a¨²n no ha salido en prensa. La revela Pablo Bravo, el hijo de una residente de 93 a?os. ¡°S¨¦ de un se?or, que iba en silla de ruedas y al entrar al ascensor de espaldas, (de frente no se puede solo por la diferencia de altura), se le volc¨® la silla y se mat¨®¡±, dice en un mensaje a este peri¨®dico. ¡°El hombre se llamaba Antonio y jugaba a la pocha con mi madre. D.E.P.¡±
Antonio se golpe¨® en la nuca. El ascensor no estaba bien equilibrado y se formaba un escal¨®n al entrar, un problema habitual en un centro de equipamientos muy viejos, seg¨²n cuentan varios familiares de residentes. Durante una visita de este peri¨®dico, el director admite que despu¨¦s del suceso los t¨¦cnicos tuvieron que intervenir: ¡°Lo revisaron y lo nivelaron¡±. Sin embargo, luego el director general de Aralia, ?lvaro Dur¨¢n, asegur¨® en un correo que la revisi¨®n del servicio t¨¦cnico no detect¨® fallo alguno. ¡°Debemos negar que este desgraciado percance obedezca a tales causas¡±. La Comunidad informa de que est¨¢ investigando las circunstancias as¨ª como las condiciones del ascensor y del entorno. En su visita, este peri¨®dico comprob¨® c¨®mo otro ascensor no funciona, lo que refuerza la acusaci¨®n de las familias.
Esa es la realidad de Pe?uelas, vista por las asociaciones de familias y la oposici¨®n a la presidenta Isabel D¨ªaz Ayuso como un ejemplo del deterioro que han sufrido los mayores de residencias durante la gesti¨®n de los gobiernos del PP en la Comunidad de Madrid. Se trata de un centro de titularidad p¨²blica inaugurado en 2002 cuya gesti¨®n ha sido sacada al concurso de empresas privadas. El presupuesto lo estipula el Ejecutivo madrile?o y es tan poco atractivo que el a?o pasado nadie quiso optar a la ¨²ltima licitaci¨®n. Qued¨® desierta en diciembre porque ni siquiera estaba interesada la gestora que tom¨® las riendas en 2014, Aralia, que recibe 4,3 millones de euros al a?o. A pesar de ese desinter¨¦s, la Comunidad forz¨® a la compa?¨ªa a seguir gestionando la residencia mientras prepara un nuevo contrato que a¨²n no ha visto la luz. La empresa quiere salir pero no puede. ¡°Tiene las manos atadas¡±, cuentan los responsables del centro.
Esa situaci¨®n de escasez ha llevado al l¨ªmite la convivencia en este hogar de 220 plazas en el distrito de Arganzuela. Las familias reclaman y los trabajadores les culpan de revelar a los periodistas las miserias del centro, como pudo comprobar este peri¨®dico esta semana. Una familiar, Leonor S¨¢nchez, era reprendida por hablar con la prensa. ¡°Esos art¨ªculos no sirven para nada¡±, le reprochaba una responsable. ¡°Nada cambia aqu¨ª¡±, le dec¨ªa. ¡°Lo ¨²nico que consegu¨ªs es darnos m¨¢s trabajo porque nos vienen m¨¢s inspecciones, m¨¢s reclamaciones de las familias y m¨¢s trabajo que tenemos que atender¡±. El director, a su lado, dec¨ªa que la mala prensa les perjudica a la hora de contratar empleados: ¡°Googlean Pe?uelas y pierden el inter¨¦s¡±.
Tanto ella como la familiar estaban de acuerdo en que los trabajadores, como los mayores, son tambi¨¦n v¨ªctimas de la situaci¨®n ¡°de abandono¡± del centro. Para ambas, la responsabilidad era de la Comunidad de Madrid: ¡°La culpa es de los de arriba¡±, dec¨ªa la empleada. S¨¢nchez se?alaba tambi¨¦n a Aralia, a la que las familias culpan de escatimar en recursos b¨¢sicos para obtener el m¨¢ximo beneficio.
Cucarachas y telara?as
La empleada le dec¨ªa a S¨¢nchez que los trabajadores enviaron el mes pasado un escrito de tres p¨¢ginas a la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales, quej¨¢ndose de las carencias que tienen pero no les han contestado. Esa carta, que el sindicato CCOO ha enviado a este peri¨®dico, fue enviada a la administraci¨®n auton¨®mica el 7 de junio y recoge un sinf¨ªn de quejas: plaga de cucarachas, comida a 3,3 euros que puede suponer ¡°desnutrici¨®n¡±, falta de personal, coste de pod¨®logo y peluquer¨ªa ¡°desproporcionados¡±, escasez de material b¨¢sico como vajilla, toallas o papel higi¨¦nico, falta de aire acondicionado, mayores sin supervisi¨®n que se escapan, residentes sin recursos que no pueden costearse los medicamentos ¡°desentendi¨¦ndose la Comunidad¡±.
Consulte la carta de los trabajadores de Pe?uelas a la Comunidad de Madrid quej¨¢ndose de las carencias del centro y que no ha obtenido respuesta. Si no puede ver la imagen correctamente, descargue aqu¨ª el documento en PDF.
Los problemas tambi¨¦n aparecen reflejados en las actas inspecci¨®n de la Consejer¨ªa en los ¨²ltimos cuatro a?os, a las que ha tenido acceso EL PA?S. Los nueve documentos, entre el 4 de marzo de 2020 y el 14 de febrero de 2023, muestran m¨²ltiples irregularidades y requerimientos de subsanaci¨®n que son ignorados. Por ejemplo, el 24 de julio de 2022 un inspector descubri¨® telara?as en la antecocina de la planta tercera; dos semanas despu¨¦s, el 8 de agosto, las telara?as segu¨ªan ah¨ª. En todas las actas se detecta falta de enfermeros o irregularidades en el uso de las sujeciones con las que se ata a los mayores con alzh¨¦imer.
Otras deficiencias que detectan los inspectores son la mala conservaci¨®n de los medicamentos y falta de titulaci¨®n del personal que los dispensa, temperaturas altas en verano y bajas en invierno, mayores dependientes sin supervisi¨®n, manchas de humedad en las paredes, charcos de papilla en el suelo, fuerte olor a or¨ªn en los ba?os, lavabos sin papel secamanos y jaboneras vac¨ªas, l¨¢mparas sin bombillas o timbres de los dormitorios averiados.
Consulte las actas de inspecci¨®n de la Comunidad de Madrid a la residencia Pe?uelas entre 2020 y 2023. Si no puede ver la imagen correctamente, descargue aqu¨ª el documento en PDF.
Desde 2016, Pe?uelas ha sido sancionada por la Comunidad al menos siete veces por importes que ascienden a m¨¢s de 125.000 euros.
El deterioro a lo largo de los a?os es clamoroso. Seg¨²n la empleada que hablaba con la familiar S¨¢nchez, tras su apertura hace dos d¨¦cadas, la residencia contaba con un equipo de siete m¨¦dicos para atender a un centro en el que el 5% eran personas con dependencias. Ahora, tienen cuatro m¨¦dicos para un 90% de dependientes. S¨¢nchez ha visto el cambio porque su hermana Pilar lleva 17 a?os en Pe?uelas. ¡°Antes no faltaban enfermeras y ten¨ªamos m¨¦dico por la noche. Hoy la empresa ni siquiera pone a nadie en recepci¨®n para atender la recepci¨®n¡±. A principios de junio un polic¨ªa tuvo que saltarse la verja porque nadie atend¨ªa a una residente que volv¨ªa de noche tras haber recibido el alta en el hospital.
Conversi¨®n en ¡°residencia 100% p¨²blica¡±
La asociaci¨®n de derechos en residencias Pladigmare ha pedido al Gobierno de Ayuso que asuma la gesti¨®n del centro para convertir a Pe?uelas en ¡°una residencia 100% p¨²blica¡±, pero ese tipo de reclamaciones han ca¨ªdo en saco roto desde hace a?os.
El Gobierno de la expresidenta popular Cristina Cifuentes ignor¨® una moci¨®n aprobada en abril de 2018 con los votos de PSOE, Podemos y Ciudadanos para que las 18 residencias p¨²blicas de gesti¨®n indirecta, entre ellas Pe?uelas, pasaran al control de la administraci¨®n.
Cuando un a?o despu¨¦s el consejero de Ciudadanos Alberto Reyero asumi¨® la responsabilidad de las residencias, intent¨® expulsar a Aralia de la gesti¨®n de Pe?uelas, pero se top¨® con el dictamen contrario de la abogac¨ªa de la Comunidad de Madrid que determin¨® que la infracci¨®n no era de suficiente alcance para una sanci¨®n de tal alcance.
Tampoco han servido los ruegos de Tom¨¢s Plaza y Mar¨ªa Gonz¨¢lez, dos mayores de Pe?uelas que han ido en el ¨²ltimo a?o a la Asamblea para pedir la intervenci¨®n auton¨®mica.
La portavoz de asuntos sociales del PSOE en la Asamblea, Lorena Morales, ha criticado ¡°los pliegos de miseria¡± que ofrece la Comunidad a estas empresas. El desinter¨¦s del sector privado qued¨® probado en diciembre cuando no hubo aspirantes, dice y a?ade que ahora la Comunidad queda retratada de nuevo por su falta de acci¨®n. ¡°Han sido incapaces de publicar un pliego nuevo, a pesar de que son conocedores de la urgencia que hay, pues las quejas de familias y los usuarios sobre la situaci¨®n en Pe?uelas son permanentes. Han alargado la pr¨®rroga con Aralia hasta el 25 de octubre, alargando tambi¨¦n la agon¨ªa de cientos de usuarios y usuarias¡±.
La Comunidad ha informado de que est¨¢ preparando los nuevos pliegos de Pe?uelas y el resto de sus residencias concertadas. Aralia no se va a presentar en Pe?uelas, seg¨²n su director general: ¡°Es nuestra voluntad dejar de prestar el servicio en cuanto resulte un nuevo adjudicatario¡±.
Leonor S¨¢nchez no se desmoraliza. Las familias, que han protestado ante la Consejer¨ªa en varias ocasiones, sienten que unidos tienen m¨¢s impacto. ¡°Como no se consigue nada es dejando de luchar¡±. No pueden esperar a que el Gordo vuelva a caer en Pe?uelas.
?Tienes m¨¢s informaci¨®n? Contacta al autor por email fpeinado@elpais.es o por Twitter @FernandoPeinado
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