Noelia de Mingo pacta 33 a?os en un psiqui¨¢trico penitenciario por apu?alar a dos mujeres en un supermercado
La doctora estaba en libertad bajo el cuidado familiar cuando atac¨® a las dos v¨ªctimas en El Molar, despu¨¦s de haber matado a tres personas en la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz en 2003
La doctora Noelia de Mingo, de 51 a?os, que en 2003 mat¨® a tres personas en el hospital en el que trabajaba en Madrid, ha llegado este lunes a un acuerdo de conformidad para ingresar en un centro penitenciario psiqui¨¢trico por apu?alar a dos mujeres en un supermercado ...
La doctora Noelia de Mingo, de 51 a?os, que en 2003 mat¨® a tres personas en el hospital en el que trabajaba en Madrid, ha llegado este lunes a un acuerdo de conformidad para ingresar en un centro penitenciario psiqui¨¢trico por apu?alar a dos mujeres en un supermercado a escasos metros de su casa en El Molar (Madrid) en 2021. La Fiscal¨ªa y las acusaciones han acordado con su defensa que la m¨¦dica permanecer¨¢ en un centro psiqui¨¢trico 33 a?os y se le ha aplicado una eximente completa por anomal¨ªa ps¨ªquica. En 2006, la acusada fue condenada a ser internada en un centro psiqui¨¢trico penal durante un m¨¢ximo de 25 a?os, de los que solo cumpli¨® 10. En 2017, los informes favorables de este centro, que aseguraron que ya no era un peligro para la sociedad y que su trastorno psic¨®tico estaba controlado, permitieron que saliera en libertad bajo el cuidado familiar. Cinco a?os despu¨¦s, en octubre de 2021, agredi¨® a dos mujeres a solo unas calles de su vivienda con un cuchillo. Una qued¨® herida de gravedad y la otra sufri¨® heridas m¨¢s leves.
Las partes han llegado a este acuerdo porque la acusada ha asumido dos delitos de asesinato en grado de tentativa y otro de atentado contra la autoridad, por atacar a los agentes que la detuvieron. La acusada ha estado presente en la lectura de la conformidad, pero solo ha hablado para mostrarse conforme con el acuerdo, ha permanecido esposada en todo momento y ha renunciado a su derecho a la ¨²ltima palabra. La vista ha durado apenas cinco minutos, en los que se ha le¨ªdo la sentencia, que es firme, ya que todas las partes han renunciado a presentar recurso. Las v¨ªctimas tambi¨¦n han acudido a la Audiencia, pero no han intervenido a la vista ni han hecho declaraciones, pero s¨ª se han abrazado al conocer el acuerdo en los pasillos del edificio. ¡°Hemos alcanzado el m¨¢ximo en cuanto a ingreso en un centro psiqui¨¢trico penitenciario, que era el principal objetivo. No ha sido un acuerdo f¨¢cil, hab¨ªa muchos flecos, para nosotros era importante que fuera una calificaci¨®n de asesinato en grado de tentativa¡±, ha expresado el letrado de una de las afectadas, Carlos Sardinero, quien ha a?adido que van a hacer ¡°todo lo posible¡± para que se cumpla la medida ¨ªntegra.
El fallo tambi¨¦n condena a la acusada a pagar 110.000 euros a la v¨ªctima que result¨® herida de mayor gravedad y 50.000 a la que sufri¨® heridas m¨¢s leves. La sentencia tambi¨¦n proh¨ªbe a la acusada volver a El Molar y acercarse a sus v¨ªctimas en los pr¨®ximos cinco a?os. De Mingo hab¨ªa llegado a la Audiencia Provincial de Madrid custodiada por la Guardia Civil procedente de la c¨¢rcel de Estremera, a la que hab¨ªa sido trasladada desde el psiqui¨¢trico penitenciario de Foncalent (Alicante) con motivo de esta vista oral.
El caso de De Mingo es uno de los que suscita debate sobre c¨®mo abordar el problema de los presos con enfermedades mentales, especialmente en centros saturados y con escasez de profesionales. El 3 de abril de 2003 acudi¨® a su lugar de trabajo, la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz ¡ªantigua cl¨ªnica de la Concepci¨®n¡ª con un arma blanca. All¨ª subi¨® a la unidad de reumatolog¨ªa, donde ella desarrollaba el tercer curso del MIR. Ese d¨ªa empez¨® a atacar a todo aquel con el que se cruz¨®. La primera v¨ªctima mortal fue su compa?era Leila El Ouamari, una m¨¦dica residente de 27 a?os.
Luego agredi¨® a Jacinta G¨®mez de la Llave, de 77 a?os, y que muri¨® casi en el acto. Sigui¨® agrediendo a todo el que se cruz¨® en su camino. Uno de ellos fue F¨¦lix Vall¨¦s Arroyo, esposo de una paciente, que falleci¨® seis d¨ªas despu¨¦s. Otras cinco personas resultaron heridas por sus agresiones. Seg¨²n consider¨® probada la sentencia que la conden¨®, actu¨® bajo los efectos de un brote psic¨®tico como consecuencia de la esquizofrenia paranoide de la que est¨¢ diagnosticada. La doctora aleg¨® que hac¨ªa tiempo que se sent¨ªa ¡°espiada¡±.
En 2006, fue condenada a 25 a?os en un centro de internamiento psiqui¨¢trico, aunque le aplic¨® la eximente completa de enajenaci¨®n mental. El fallo jur¨ªdico consider¨® que, aunque no era consciente de sus actos, s¨ª que era un peligro para la sociedad, por lo que oblig¨® a que siguiera un tratamiento espec¨ªfico en el centro penitenciario.
En 2017, los informes de todos los profesionales que la hab¨ªan tratado en esa d¨¦cada constataron la estabilidad en la enfermedad de la presa y el juez sustituy¨® el tratamiento en r¨¦gimen de internamiento por otro ambulatorio. Los profesionales aseguraron que hab¨ªa dejado de ser un problema para su entorno y para ella misma. La familia asegur¨® que se har¨ªa cargo de que cumpliera con la toma de la medicaci¨®n y el control de su m¨¦dico.
As¨ª fue durante los cinco a?os siguientes en los que De Mingo vivi¨® en una casa en pleno centro de El Molar con su madre nonagenaria. All¨ª llev¨® una vida discreta y casi aislada, seg¨²n relataron los vecinos que, de vez en cuando, coincid¨ªan con ella paseando con su familia o en misa. Hasta que el 20 de septiembre de 2021, sali¨® de su casa con un cuchillo en la mano y entr¨® en un supermercado a apenas un par de calles de su vivienda. Agredi¨® con ¨¦l a la cajera, a la que dej¨® muy malherida, y a la due?a del establecimiento, que consigui¨® escapar y refugiarse en una farmacia cercana.
Despu¨¦s de la agresi¨®n, De Mingo permaneci¨® unos minutos en la calle blandiendo el arma blanca y amenazando a otros transe¨²ntes. A los pocos segundos lleg¨® una patrulla de polic¨ªa municipal, a los que tambi¨¦n trat¨® de agredir con el cuchillo. Los agentes consiguieron reducirla y desde entonces est¨¢ ingresada en el centro psiqui¨¢trico de Foncalent (Alicante).
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