Caen los dos ¡®zares¡¯ del grafiti en San Sebasti¨¢n de los Reyes, acusados de pintar m¨¢s de 250 paredes

El sonido del aerosol rasga de improvisto el silencio ceremonioso de la noche. El bote escupe una R inicial, seguida de una O, la C y otra O, que quedan grabadas en el n¨²mero 40 del paseo de Guadalajara en San Sebasti¨¢n de los Reyes (Madrid). El grafitero, experto en la materia, ha repetido el procedimiento m¨¢s de 150 veces, seg¨²n la Polic¨ªa Local. Pero hasta al mejor panadero se le quema el pan y, antes de que pueda reaccionar, un uniformado lo aborda sigilosamente por la espalda. Consciente de su inferioridad atl¨¦tica, el agente intenta despistarlo con una pregunta sobre una supuesta mujer que ped¨ªa ayuda en esa calle. El grafitero niega haber escuchado algo, pero el polic¨ªa ya le ha ganado algunos metros y le informa de su detenci¨®n. Este es el relato que hacen fuentes del consistorio sobre el arresto en el marco de la lucha contra los chavales que, spray en mano, buscan inmortalizar su firma en alguno de los espacios libres que a¨²n quedan en este municipio.

Hace unas semanas, la Polic¨ªa Municipal captur¨® a Roco. D¨ªas m¨¢s tarde, cay¨® Kdys ¡ªque tambi¨¦n firma que como Kdis o Kdes¡ª, un menor de edad al que le atribuyen un centenar de pintadas. El Ayuntamiento ha procesado administrativa y penalmente a ambos, mientras contin¨²a la persecuci¨®n contra otro pu?ado de grafiteros que, aseguran, ya est¨¢n identificados. El equipo al frente del municipio tras las elecciones del pasado mayo ha gastado 200.000 euros en la limpieza de grafitis en los primeros siete meses de gobierno.

Carlos Bolar¨ªn D¨ªaz (44 a?os), concejal delegado de Seguridad (PP), detalla que la ¡°estrategia integral¡± del Ayuntamiento para desenmascarar a los grafiteros comenz¨® con la reactivaci¨®n del contrato de las c¨¢maras de seguridad, vencido desde el mandato anterior. Aunque el registro no ha permitido constatar la identidad de los grafiteros, que van siempre ¡°con sudadera y tapados¡±, s¨ª ayuda a rastrear las rutas de los infractores. De esta forma, se ha logrado estrechar el cerco al identificar los barrios o residencias de algunos.

La mayor dificultad de la investigaci¨®n supone descubrir en flagrancia a los grafiteros, ¨²nica forma posible de vincularlos con las pinturas. Con los v¨ªdeos de las c¨¢maras de seguridad, la Polic¨ªa plant¨® algunos efectivos encubiertos ¡°ma?ana, tarde y noche¡± cerca de los domicilios de los infractores. Bolar¨ªn detalla: ¡°[La Polic¨ªa] Me pide que limpiemos las paredes donde ellos se manejan para provocar un efecto llamada, quieren que limpiemos para ir de nuevo a hacer el grafiti¡±. Ya hab¨ªa anteriormente, cuando borraban una firma y ¡°al d¨ªa siguiente volv¨ªan a rayarla¡±, afirma el concejal, adem¨¢s con mensajes dedicados al consistorio como ¡°alcaldesa te quiero¡±, ¡°esto no se borra¡±. El Ayuntamiento limpi¨® las paredes y los grafiteros mordieron el anzuelo: el 8 de febrero cay¨® Roco y el 13, Kdys, mientras estampaban sus firmas.

Si la cuant¨ªa del da?o causado no excede los 400 euros, el art¨ªculo 263 del C¨®digo Penal establece una multa de uno a tres meses ¡ªcuya cuant¨ªa diaria ser¨¢ determinada por un juez en funci¨®n de los ingresos del infractor¡ª. Dada la cantidad de firmas atribuidas a estos grafiteros, el Ayuntamiento quiere demostrar que los da?os superan ese valor, lo que escalar¨ªa las sanciones a entre uno y tres a?os de prisi¨®n o multas de entre 12 y 24 meses. Pero, para certificar la autor¨ªa del centenar de firmas, es imprescindible el trabajo de un perito grafol¨®gico, cuya dictamen debe ser avalado por el juez.

D. R. prefiere presentarse solo con sus iniciales ¡°por motivos de seguridad¡±. Es el perito judicial de la Polic¨ªa Local de San Sebasti¨¢n de los Reyes, encargado de cotejar si las otras firmas de Roco y Kdys en las paredes del municipio pertenecen a las personas identificadas. ¡°Cuando pillamos a un grafitero in fraganti ya tenemos una firma indubitada, es decir, que no genera dudas de su autor¨ªa. Con esa firma hacemos una trazabilidad grafol¨®gica para demostrar que es igual a las otras que nos hemos encontrado¡±, se?ala D. R. antes de detallar el proceso: ¡°Para organizar la trazabilidad tenemos en cuenta la tipolog¨ªa de grafiti, la forma en la que se hace (si las letras se pintan de izquierda a derecha o de arriba a abajo) o si tiene m¨¢s, o menos, presi¨®n¡±. Si las caracter¨ªsticas se repiten, hay evidencia suficiente para atribuir las pintadas a un mismo autor, se?ala el especialista.

El perito ha reconstruido el estilo de ambos grafiteros. Roco utiliza la tipograf¨ªa Bubble Letters, no deja espacio entre las letras, escribe de forma descendente e inclinando el spray hacia abajo, ya que ¡°en la parte de arriba suele ser m¨¢s fina y ensancharse en la parte de abajo¡±, detalla D. R. Sobre Kdys, ha concluido que prefiere la tipograf¨ªa Chrome Letters, de ¡°letras m¨¢s angulosas y no tan voluminosas¡±, y existe ¡°una alta probabilidad de que sea diestro¡±, detalles que, espera el Ayuntamiento, logren convencer al juez sobre la autor¨ªa de los grafitis. El perito afirma que ¡°el margen de error es muy escaso¡±, si acaso del 10%, como mucho.

El estilo arquitect¨®nico de San Sebasti¨¢n de los Reyes, donde predominan las fachadas de ladrillo, encarece la limpieza de los grafitis. Despintar una firma sobre una pared de adoquines cuesta cerca de 23 euros, mientras que en una pared lisa el precio desciende a los seis euros. La Concejal¨ªa de Seguridad ha precisado a EL PA?S que desde julio del 2023 han limpiado 919 metros cuadrados.

Los grafiteros, amantes de la adrenalina, incluso hurtan los aerosoles con los que pintan la ciudad, seg¨²n fuentes municipales que, adem¨¢s, detallan sobre el perfil de los capturados que ¡°no es el estereotipo de la familia deprimida, donde el chaval usa el grafiti como forma de expresi¨®n¡±. M¨¢s que eso, apuntan a ¡°una conducta delincuencial, porque no tiene empat¨ªa por los vecinos afectados¡±.

El establecimiento contiguo a la pared donde la polic¨ªa captur¨® a Roco es la peluquer¨ªa Uomo, administrada por Sergio Garc¨ªa, de 47 a?os. El hombre lamenta que los grafiteros deterioren su local con los grabados de aerosol: ¡°Es un poco faena porque das una imagen que no corresponde con la que quieres dar a tus clientes¡±. Y apunta: ¡°Tampoco es algo que digas qu¨¦ arte, solo es vandalismo¡±.

A un par de calles de distancia, el pod¨®logo Miguel Garc¨ªa, de 34 a?os ¡ªcuya cl¨ªnica ha sido blanco de los grafiteros¡ª se permite diferenciar entre vandalismo y el arte urbano. ¡°Una cosa es darle vida a un entorno, pero esto al final no sirve m¨¢s que para ensuciar¡±, se?ala Garc¨ªa. Sobre su fachada resalta una firma garabateada con spray que de momento no piensa borrar: ¡°Si limpias, sabes que corres el riesgo de que lo vuelvan a pintar¡±.

Cuando cae la noche en San Sebasti¨¢n de los Reyes, grafiteros y polic¨ªas juegan al gato y al rat¨®n. ¡°Ya sabemos quienes son y queremos cogerlos con las manos en la masa¡±, advierte el consistorio. Mientras aumenta la presi¨®n policial, el gobierno local eval¨²a otras medidas como actualizar la Ordenanza Municipal para la Protecci¨®n de la Convivencia Ciudadana con el fin de agravar las penas administrativas para esta infracci¨®n o utilizar una capa antigrafiti sobre la pintura para que sea m¨¢s f¨¢cil limpiar el aerosol. No es una tarea f¨¢cil. Aunque los grafiteros son escurridizos y saben capitalizar la impunidad natural de la noche, ya han ca¨ªdo las primeras leyendas.

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