Otro desahucio en Lavapi¨¦s deja sin techo a una familia vulnerable con un hijo de ocho a?os
La familia de Zohra ha sido obligada a dejar la casa en la que ha vivido desde 2013, despu¨¦s de que se negaran a pagar el alquiler hasta que los graves da?os de la infraestructura no fuesen reparados
Lavapi¨¦s terminar¨¢ el d¨ªa con tres vecinos menos a causa de un nuevo desahucio contra una familia vulnerable. El lanzamiento ha dejado sin techo a Zohra, su marido y su hijo de ocho an?os, quienes han vivido en el n¨²mero 31 de calle de Zurita desde 2013. La familia, que sobrevive con un ingreso m¨ªnimo vital, dej¨® de pagar el alquiler en 2020 debido al avanzado estado de deterioro del inmueble, que el propietario se ha negado a reparar. De poco sirvieron las decenas de personas que han bloqueado el portal para impedir el desahucio o el mecanismo al que se ha atado un activista, de tal forma que, si los efectivos policiales entraban en la casa, ¨¦l quedar¨ªa colgando sobre el patio interior del bloque. Al final, los antidisturbios han desalojado el portal y los bomberos han desactivado el mecanismo de la puerta, antes de que la familia fuera obligada a abandonar el inmueble sin ninguna soluci¨®n habitacional definitiva. Todo esto, denuncia el Sindicato de Inquilinas, ha ocurrido ¡°a pesar de cumplir con todos los requisitos de vulnerabilidad que marca el Real Decreto que suspende los desahucios¡±. El lanzamiento se ha producido dos semanas despu¨¦s de que, a 400 metros de la vivienda de Zohra, Marina L¨®pez, de 94 a?os, fuera desalojada por impago del piso en el que vivi¨® casi cuatro d¨¦cadas.
El lanzamiento estaba previsto a las 9.30, pero, desde antes de que saliera el sol, han comenzado a llegar algunos voluntarios para acompa?ar a Zohra en el interior de su vivienda y para impedir el paso de la polic¨ªa. Pasadas las 6.00 ha llegado la polic¨ªa, ha cortado el tr¨¢nsito por ambas entradas de la calle y ha despejado el portal. Los vecinos se han atrincherado en la entrada del piso de la inquilina, pero no han aguantado la presi¨®n de las unidades antidisturbios. A la hora prevista, llegaba la comisi¨®n judicial y los bomberos han descolgado a un activista que se hab¨ªa anclado a la puerta con un dispositivo de seguridad que se accionar¨ªa en caso de que se abriera la vivienda, dej¨¢ndolo en el aire a 12 metros del suelo.
? DESAHUCIO EJECUTADO ?
— Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid (@InquilinatoMad) July 24, 2024
El gobierno nos dice que han paralizado los desahucios, pero hoy Zohra y su familia se quedan en la calle ??
Gracias al centenar de personas que ha intentado presionar para impedir el desahucio, juntas somos m¨¢s fuertes ???? pic.twitter.com/UjuAHHJ3fH
El Sindicato de Inquilinas, que acompa?¨® a Zohra durante los dos intentos previos de lanzamiento, ha detallado en una nota de prensa que la familia ha tenido que vivir entre ¡°humedad, infestaciones de chinches y cucarachas, y problemas estructurales graves, como techos a punto de colapsar y filtraciones de agua desde el ban?o de los vecinos de arriba¡±. En este contexto, avisaron hace cuatro a?os al casero ¡ªpropietario de todo el bloque¡ª que se negar¨ªan a pagar los 450 euros de alquiler, hasta que no mejorara las condiciones del inmueble.
El propietario opt¨® por resolverlo en los tribunales. Los bomberos que han asistido al desahucio este mi¨¦rcoles han certificado que la vivienda no re¨²ne las condiciones de habitabilidad y dudan de que el edificio entero lo haga, porque ¡°las vigas est¨¢n en mal estado¡±, seg¨²n ha relatado Carlos Castillo, abogado y portavoz del Sindicato de Inquilinas que ha estado presente durante todo el lanzamiento. ¡°El propietario no est¨¢ llevando a cabo ning¨²n tipo de reforma para garantizar la seguridad de los inquilinos, mientras se lleva 27 rentas al mes¡±, ha denunciado Castillo.
Aunque el juzgado ha avalado la vulnerabilidad de Zohra y su marido, quienes padecen una discapacidad moderada, no ha considerado que el propietario sea un gran tenedor, es decir, que tenga m¨¢s de 10 viviendas a su nombre, a pesar de que posee la totalidad de los inmuebles del bloque. Castillo ha precisado que ¡°el edificio est¨¢ registrado sin divisi¨®n horizontal como una ¨²nica finca¡±. Esto significa que sobre el papel solo figura una propiedad a su nombre, aunque en la pr¨¢ctica sean varias propiedades. En caso de haber sido considerado un gran tenedor, y dada la vulnerabilidad econ¨®mica de la familia, el desahucio podr¨ªa haberse frenado, bajo la nueva Ley de Vivienda.
El Real Decreto-ley 11/2020, aprobado durante la pandemia y prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2024, faculta a cualquier a juez a paralizar el desahucio de un hogar vulnerable, si no hay de por medio una alternativa habitacional, una soluci¨®n que la familia ha solicitado durante el ¨²ltimo a?o. Sin embargo, esta normativa no fue aplicada por la Justicia, a pesar de que ¡°Zohra cumple todos los requisitos que establece ese real decreto y el propietario cumple todos los requisitos para que el desahucio se pueda suspender¡±, seg¨²n ha indicado Castillo, antes de detallar: ¡°Se trata de una medida potestativa, es decir, el juzgado si quiere la toma o, si no quiere, no. En este caso, el juez la ha interpretado de tal forma que ha beneficiado el inversor¡±.
Castillo ha justificado que ¡°el propietario quiere reformar los pisos para hacer viviendas tur¨ªsticas o establecer alquileres m¨¢s costosos¡±, como ya ha ocurrido con algunos inquilinos que han entregado las llaves. Tras reformar los pisos, estos han sido ocupados por ¡°personas de rentas altas o se han convertido viviendas tur¨ªsticas¡±, ha se?alado el portavoz del sindicato. El Samur Social ha brindado un recurso de emergencia temporal a Zohra: permanecer 20 d¨ªas en el centro Las Caracolas, en Vallecas. El Sindicato de Inquilinas ha resaltado que la familia desahuciada lleva ¡°desde 2018 en la lista de espera para un alquiler social¡±.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter sobre Madrid, que se publica cada martes y viernes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.