El plan de Almeida para ayudar al peque?o comercio: pegatina en el escaparate, foto con el concejal y cero ayudas
Tres comercios de Chamber¨ª y tres de Chamart¨ªn, con 35 a?os de antig¨¹edad, han sido agraciados con el programa municipal. ¡°No deja de ser puro marketing. No hay mucho m¨¢s¡±
El Ayuntamiento de Madrid promueve en algunos distritos, de momento Chamart¨ªn y Chamber¨ª, una iniciativa para ayudar a las tiendas de barrio. Selecciona comercios que hayan superado los 35 a?os de existencia, a los cuales acude el concejal del barrio para pegar en el escaparate una pegatina ovalada de color azul con el logo del consistorio, que distingue al comercio como ¡°treinta?eros del barrio¡±. Y poco m¨¢s. No hay ayudas econ¨®micas. Pepe Cabido, de 55 a?os, que recibi¨® el reconocimiento en su tienda de inform¨¢tica Microware en Chamart¨ªn, reconoce que detr¨¢s de la pegatina ¡°no hay mucho m¨¢s¡±. ¡°Te hace cierta ilusi¨®n, pero no deja de ser un poco parafernalia, puro marketing¡±, comenta. Entre julio de 2023 y julio de 2024, cerraron 809 comercios y abrieron 911 en la capital.
Armando Teixeiro, subdirector general de consumo del Ayuntamiento de Madrid, defiende la iniciativa de las pegatinas como parte de un proyecto m¨¢s grande llamado Todo est¨¢ en Madrid para fomentar la digitalizaci¨®n de este peque?o comercio y su presencia en redes e internet.
Han elaborado un mapa virtual de los locales tradicionales que se han inscrito para que el ciudadano pueda localizarlos, aunque admite que ¡°no existen subvenciones ni ayudas previstas¡±. ¡°Comprendemos la preocupaci¨®n de los comerciantes, pero los flujos sociales no dependen de nosotros. No podemos tener una bola de cristal para el futuro¡±, justifica.
Los treinta?eros de #Chamart¨ªn .
— Yolanda Estrada (@_EstradaYolanda) July 9, 2024
Establecimientos ¡°de toda la vida¡± con m¨¢s de 35 a?os haciendo barrio y ciudad. No dej¨¦is de ir ?.
Microwaremadrid
Tucusitos
Marisquer¨ªa Criado #LosTreinta?erosDeChamart¨ªn #Chamart¨ªnConSusComercios #Chamart¨ªnAvanza #Comercio #Proximidad pic.twitter.com/S9ygi7BFlZ
Sin embargo, los expertos s¨ª parecen adivinar lo que pueda ocurrir en el futuro y ya se comprueba en el presente. ¡°El modelo de ciudad que se est¨¢ promoviendo llevar¨¢ a los comercios de barrio a dejar de estar donde estaban, o a no estar directamente¡±, comenta Alejandro Tamayo, profesor de Urbanismo en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid. ¡°La desaparici¨®n del peque?o comercio no es inevitable como se intenta vender¡±, asegura.
¡°Si regulas y supervisas las nuevas actividades como siempre se ha hecho en todo lo que afecta al urbanismo, podr¨ªan sobrevivir¡±, apuesta Tamayo. Sin embargo, recuerda, hay ¡°sectores nuevos como los Airbnb, o los grandes supermercados, que se est¨¢n introduciendo en la ciudad sin ning¨²n control, llegando a cada esquina, cada rinc¨®n, y salt¨¢ndose todas las regulaciones vigentes¡±. ¡°Desde la administraci¨®n se est¨¢ conduciendo hacia un mercado libre y capitalista, a algo muy perverso que es la apropiaci¨®n de la ciudad y los espacios urbanos por parte de unos pocos privilegiados¡±, finaliza.
En total, 35.024 comercios de proximidad cerraron en 2023 en Espa?a, seg¨²n datos del Instituto Nacional de estad¨ªstica (INE), de los cuales 6.000 de ellos desaparecieron en la Comunidad de Madrid. Respecto a la capital, donde han cerrado unos comercios y han abierto otros, no hay un dato preciso de qu¨¦ tipo de establecimientos han corrido peor suerte. De eso se queja Armando Rodr¨ªguez Oca?a, presidente de la Confederaci¨®n de Comercio de Madrid (Cocem), que reconoce la p¨¦rdida del comercio local ¡°a un ritmo infernal mientras proliferan los centros comerciales, siete u ocho solo en este a?o¡±. ¡°No sabemos el modelo que quiere el Gobierno Regional, si es que quiere alguno¡±, cuestiona.
Desde la oposici¨®n, se considera que ¡°las pol¨ªticas de Almeida de reconocimiento al peque?o comercio no son m¨¢s que una pose, no son reales, no existen. Con el alcalde del PP lo que impera es la ley de la jungla y la especulaci¨®n.¡±, declara Cuca S¨¢nchez, concejala del Grupo Municipal M¨¢s Madrid. ¡°Almeida quiere convertir el centro de Madrid en un parque tem¨¢tico en el que sobran los vecinos y los peque?os comercios. Ha dado barra libre a los fondos buitre, y a los pelotazos urban¨ªsticos¡±, a?ade.
¡°El comercio local es un escaparate muy jugoso para demostrar el compromiso de los partidos pol¨ªticos con el barrio, con la gente de a pie, pero lo que cuentan son los hechos¡±, dice C¨¦sar Ponce, de 55 a?os, due?o desde 1991 y heredero de El Colmenero, tienda especializada en mieles, fundada en 1950 por Agapito Ponce y Dominga Ant¨®n, sus abuelos paternos. Ponce, que por el momento no ha recibido el adhesivo, est¨¢ tranquilo porque sus beneficios los disfrutar¨¢ igual que el resto: la iniciativa, hasta ahora, no va m¨¢s all¨¢ de esa insignia pegada en el cristal.
¡°Mis gastos de luz, seguros, aut¨®nomo y personal han subido en los ¨²ltimos dos o tres a?os casi un 20%. En ning¨²n momento, las tres administraciones que a m¨ª me afectan ¡ªAyuntamiento, Comunidad y Gobierno de Espa?a¡ª he sentido que me hayan ayudado. Ya no es que vayan a fastidiarte a ti, sino que, si fomentan que se transforme la vida a tu alrededor, llega un momento que dejas de tener sentido. No puedes seguir¡±, explica. ¡°Tengo clar¨ªsimo que aqu¨ª no me jubilo¡±, apunta.
Un ejemplo de lo que est¨¢ sucediendo lo est¨¢ viviendo Montse Varela, de 53 a?os, due?a de la mercer¨ªa y lencer¨ªa de la calle Guzm¨¢n el Bueno que lleva su nombre. Acaba de comprobar que en el LIDL de enfrente est¨¢ de moda comprar calzoncillos. Tres unidades por seis euros es la ¨²ltima oferta en la cadena de supermercados alemana. En su local, con veinte a?os de antig¨¹edad, el calzoncillo m¨¢s barato lo puede poner a siete euros la unidad.
¡°Ya s¨¦ que el mundo ha cambiado, pero nos est¨¢n echando, uno a uno¡±, expresa. Hace unos meses, un trabajador del Ayuntamiento, ¡°experto en marketing¡± seg¨²n se present¨®, se acerc¨® por primera vez al establecimiento. ¡°Dec¨ªa que el escaparate estaba muy cargado, que faltaba luz a la tienda, que esto brillaba poco. Tiene narices, ahora resulta que no entra gente porque est¨¢ oscuro. ?Eso es todo en lo que me van a ayudar? Aqu¨ª se ha ido la luz, hemos estado en penumbras y la cola llegaba a la calle¡±, recuerda.
Montse y su marido Emilio, de 61 a?os, que prefiere no dar el apellido, se dan unos meses m¨¢s de margen antes de echar el cierre definitivo y afirman que si tuvieran una segunda opci¨®n ya habr¨ªan ¡°chapado¡±. Pretenden hacer un ¨²ltimo intento deshaci¨¦ndose de todo lo de ni?o y hombre, manteniendo exclusivamente la lencer¨ªa de mujer entre otras cosas porque les han cerrado cinco proveedores. Su historia parece ejemplificar bien la situaci¨®n de estos peque?os empresarios en Chamber¨ª. Por diferentes motivos, han tenido que cambiar hasta tres veces de ubicaci¨®n. En los dos ¨²ltimos no saben bien qu¨¦ pas¨® despu¨¦s de ellos, pero del primero tuvieron que salir porque lo hab¨ªa adquirido un inversor franc¨¦s, que mont¨® un restaurante ruinoso que acab¨® en peluquer¨ªa. ¡°Era un aviso, tal vez¡±, duda Montse.
En la mercer¨ªa, la clientela no supera las 20 personas al d¨ªa. ¡°No queremos pegatinas en la puerta, queremos que se regulen los horarios para competir en mejores condiciones con el Primark de Gran V¨ªa o el dichoso Lidl de enfrente¡±, cuenta Montse.
A pocos pasos, Elena Mar¨ªa de la Torre, de 60 a?os, trata de esconder como puede la preocupaci¨®n por la ca¨ªda de las ventas en 2023 y 2024. Su boutique de ropa de ni?os y de mujer naci¨® en 1985 a manos de su madre, Carmen de la Torre, que falleci¨® unos a?os despu¨¦s. La mujer dise?aba sus propios modelitos infantiles. Dice que es por ella por lo que mantiene cierto optimismo. ¡°En tiendas como estas, de capricho como digo yo, es donde primero notas que la gente va apretada de pasta. No derrochamos tanto como parece¡±, observa.
No es su caso, pero s¨ª lo percibe en comercios colindantes: ¡°Los caseros intentan forzar a sus inquilinos con los alquileres, eso echa a much¨ªsima gente. Primero a los que llevaban aqu¨ª toda la vida, segundo a los que pod¨ªan continuar con el modelo de comercio local. Ah¨ª es donde la administraci¨®n nos tiene que proteger¡±, reflexiona. De un tiempo a esta parte, Elena ha dado el salto a las redes sociales, algo que alivia su situaci¨®n. Aun as¨ª, hay d¨ªas que se ve ¡°con un pie dentro y otro fuera, en funci¨®n de c¨®mo vengan dadas¡±. ¡°Intento renovarme¡±, asegura. Afirma que este a?o coger¨¢ solamente una semana de vacaciones y no llegar¨¢ muy lejos: ¡°Ir¨¦ al Museo del Prado. Ser¨¦ turista en Madrid. Una m¨¢s¡±.
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