Desalojados por obras 61 ancianos sin recursos de unos apartamentos municipales de Madrid: ¡°El edificio no tiene ni una grieta¡±

Germ¨¢n Rodr¨ªguez, de 83 a?os, y su esposa Natalia Vald¨¦s, de 82, andan estos d¨ªas entre atribulados y estresados con los preparativos de una mudanza por fuerza mayor. Despu¨¦s de 10 a?os de alquiler, su casero, due?o de todo el edificio, los desaloja junto al resto de los habitantes del inmueble para acometer unas obras que ¡°durar¨¢n unos 14 meses, no m¨¢s de a?o y medio¡± y que les jura que no se pueden hacer con ellos dentro ¡°porque ser¨ªa peligroso¡±. Aunque su casero les garantiza que una vez terminada la reforma regresar¨¢n a la vivienda y que no les subir¨¢ el alquiler, no se f¨ªan. Su casero no es cualquiera, es el Ayuntamiento de Madrid. Y ellos, dos de los 61 usuarios de los apartamentos tutelados San Francisco, en el n¨²mero 3 de la calle del Jerte, destinados a mayores aut¨®nomos en situaci¨®n de vulnerabilidad como alternativa a una residencia. Es uno de los dos ¨²nicos bloques de apartamentos de este tipo que ofrece el Consistorio.

¡°Visualmente, el edificio est¨¢ en buenas condiciones, pero yo no soy t¨¦cnico, sino economista. Nunca hemos tenido ning¨²n percance salvo cosas insignificantes como que se rompa la manija del inodoro. Meto la llave y abre, prendo la luz y enciende, abro el grifo y sale agua, me meto en el ascensor y funciona¡±, comenta Rodr¨ªguez. Los pisitos, para cuyo acceso se requiere tener 65 a?os, no sufrir una incapacidad ps¨ªquica o f¨ªsica, carecer de alojamiento y disponer apenas de ingresos m¨ªnimos de subsistencia, tienen 40 metros, distribuidos en dos habitaciones y cocina y ba?o compartidos, pero ellos como son matrimonio lo ocupan entero y usan un cuarto de sal¨®n. Viv¨ªan con sus hijos, pero ¡°en una situaci¨®n muy estrecha¡±, por lo que lo solicitaron ¡°por aliviarlos¡±.

¡°El edificio no solo no se est¨¢ cayendo, es que no tiene ni una grieta¡±, corrobora Saturnino Vera, presidente de la asociaci¨®n de vecinos Cavas-La Latina, que defiende a los afectados en su demanda de no abandonar las casas durante la reforma. Piden al Ayuntamiento que ¡°una contraparte independiente certifique que la intervenci¨®n es necesaria y que no se puede hacer por fases y plantas¡± y con los inquilinos dentro. Pero el Ayuntamiento se niega a permitir que un t¨¦cnico externo analice el estado del edificio, construido en los ochenta. Todo lo m¨¢s, se compromete a facilitar el informe t¨¦cnico a la arquitecta de la asociaci¨®n para que lo revise.

El martes, el Ayuntamiento se reuni¨® con afectados y representantes de los grupos municipales y de la asociaci¨®n para detallarles las obras. Con un presupuesto de 3,8 millones, se llevar¨¢ a cabo una ¡°reforma integral¡±, con nuevas instalaciones de climatizaci¨®n y electricidad, nuevo saneamiento y fontaner¨ªa, mejora del aislamiento, renovaci¨®n de acabados y colocaci¨®n de nuevos ascensores, con el doble objetivo de ¡°paliar patolog¨ªas estructurales y humedades¡± y de ¡°cumplir con el C¨®digo T¨¦cnico de Edificaci¨®n¡±. Tambi¨¦n se arreglar¨¢n unos apartamentos que ahora no se pueden usar y el n¨²mero de beneficiarios ¡°se incrementar¨¢ en siete¡±.

El Ayuntamiento sostiene que, ¡°dada la envergadura de la obra¡± y por ¡°indicaci¨®n de los t¨¦cnicos municipales¡±, no se puede acometer por tramos y es imprescindible se haga con el edificio ¡°libre de ocupantes¡±. ¡°En la reuni¨®n, nos dijeron que es inviable que sigamos aqu¨ª y que es una decisi¨®n inamovible, s¨ª o s¨ª¡±, cuenta Rodr¨ªguez, que, como el resto de los vecinos, ha recibido ya tres cartas para que se vayan por parte del Ayuntamiento, la primera el 25 de junio, la segunda el 5 de julio y la ¨²ltima, en agosto. ¡°Llevamos ahorita dos meses de lucha contra el desalojo¡±, a?ade Rodr¨ªguez.

La obra ¡°est¨¢ motivada por criterios exclusivamente t¨¦cnicos ante las graves deficiencias detectadas, que pueden poner en riesgo la seguridad e integridad f¨ªsica de los 61 usuarios y de los trabajadores¡±, reitera una portavoz del ¨¢rea de Pol¨ªticas Sociales. ¡°Nosotros no sentimos este peligro, es como el cuento de que te come el lobo, que te come el lobo, no sabemos si es verdad o mentira¡±, resume el anciano, que solo ve un problema: una caldera de la ¨²ltima planta pierde agua, por lo que no se pueden habitar algunos pisitos. ¡°Y se podr¨ªan hacer peque?as reparaciones, pero el cambio de puertas o ventanas es innecesario¡±, opina.

¡°Un sinsentido, un desprop¨®sito¡±

Para la asociaci¨®n de vecinos, todo es ¡°un sinsentido, un desprop¨®sito¡±. ¡°?Cu¨¢l es el problema estructural? ?Si nunca han tenido que acudir los bomberos ni emergencias! En una comunidad, si se estropea la caldera o se quieren cambiar las ventanas, se llama, se arregla y no se tienen que ir los vecinos¡±, defiende Vera. ¡°El Ayuntamiento hizo las obras de la M-30 sin cortar el tr¨¢fico, centros comerciales como el Mercado de San Miguel y La Vaguada siguen abiertos en plena reforma e incluso ocurre en hospitales como la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz¡±, ahonda el presidente, que teme que el verdadero objetivo del desalojo sea privatizar la gesti¨®n y subir los precios o endurecer los requisitos de acceso. El Ayuntamiento lo niega: ¡°Todos los usuarios volver¨¢n al mismo apartamento y en las mismas condiciones econ¨®micas¡±. En la reuni¨®n, los vecinos lograron que este compromiso se les d¨¦ por escrito a los mayores.

A los temores de no recuperar la vivienda, se suma el trastorno de una mudanza, muy duro a ciertas edades, el desarraigo, la p¨¦rdida de su autonom¨ªa y el abultado sobrecoste que deber¨¢n asumir muchos de ellos. Seg¨²n el plan de reubicaci¨®n del Ayuntamiento, 18 de los 61 usuarios se alojar¨¢n en las residencias municipales Santa Engracia y Margarita Retuerto, 20 con familiares y, el resto, 23, en tres residencias de la Comunidad de Madrid. Sobre el papel, suena impecable. Para el bolsillo, es un dram¨®n. ¡°Nosotros pagamos aqu¨ª entre los dos 150 euros, el 20% de mi pensi¨®n no contributiva y, en la residencia de Aranjuez a la que vamos, ser¨¢n 365 por persona, el 86%¡±, detalla Rodr¨ªguez.

?Y no se ha pensado alguna medida de gracia para ayudarlos a afrontar el incremento? ¡°Se ha apostado por ofrecerles una cobertura completa de servicios de la que ahora no disponen en residencias: alimentaci¨®n, lavander¨ªa, terapia ocupacional, atenci¨®n sanitaria y fisioterapia¡±, justifica la portavoz, sin tener en cuenta que son servicios que o no quieren o no necesitan o no hab¨ªan pedido. ¡°Se va a hacer un seguimiento y una intervenci¨®n social para ayudarlos en lo que puedan necesitar¡±, a?ade la portavoz. Rodr¨ªguez agradece que, al menos, el Ayuntamiento se encargue de hacer la mudanza y que les haya ofrecido un dep¨®sito gratis donde dejar sus muebles y electrodom¨¦sticos.

A lo largo del verano, se han ido programando salidas de residentes ¡°de manera ordenada y con total normalidad¡±, seg¨²n el Ayuntamiento. Ya se han marchado 27. ¡°Nosotros seremos los ¨²ltimos, el d¨ªa 25. Cumpliremos lo establecido, no estamos en posici¨®n de fuerza y no tenemos recursos para recurrir¡å, asume poco convencido, con pena y con mucho temor e incertidumbre Rodr¨ªguez, que cuenta que ¡°hay un grupo que dice que no se va¡±. El ¨¢rea de Pol¨ªticas Sociales los cifra en ¡°unos cinco¡±. ¡°El Ayuntamiento les ha dado un ultim¨¢tum y los ha amenazado con acciones legales¡±, lamenta el vecino.

¡°No es una amenaza, es el cauce normal. La obra tiene que ejecutarse por motivos de seguridad. No podemos ponerlos en riesgo ni antes ni durante la obra y tampoco se puede demorar el inicio¡±, replica la portavoz, que desliza que ¡°se da la circunstancia de que tres de las personas que han mostrado su rechazo a abandonar el edificio acumulan m¨²ltiples mensualidades sin pagar¡±. ¡°Como se les notific¨® en abril, esta demora injustificada constituye una falta grave que puede derivar en una sanci¨®n. Por el momento, la deuda no ha sido saldada¡±, a?ade. En este punto, Vera estalla de furia. Considera ¡°indigno¡± sacar ¡°los trapos sucios¡± contra personas mayores de rentas muy exiguas mientras reclama al Ayuntamiento que recapacite o que, al menos, asuma el sobrecoste de los afectados, que est¨¢n ¡°para que les d¨¦ un patat¨²s¡±.

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