La barriada onubense de la Hispanidad tiene alcaldesa propia. Se llama Juani Manzano y se presenta como tal en la puerta del bar que regenta junto a su hija. Es tal su popularidad que, cuenta un parroquiano con guasa, cuando el papa Juan Pablo II visit車 Huelva en 1993 la gente dec赤a que qui谷n era ese de blanco que estaba saludando a Juani. La alcaldesa vive en uno de los 122 bloques que forman esta zona humilde del norte de la ciudad, en el distrito V de la capital. Dise?ada a finales de los sesenta por el Ministerio de Vivienda, los edificios, de cuatro alturas, se construyeron sin ascensor. Plan Integral Distrito V, una plataforma constituida por asociaciones de vecinos, profesionales, fundaciones y entidades p迆blicas, ha impulsado la instalaci車n de elevadores para que los j車venes de provincias o de otras zonas de la capital que llegaron hace medio siglo puedan subir hoy el carro de la compra con menos dificultad. ※?Qu谷 est芍 pasando por aqu赤?§, grita la alcaldesa para disolver un conato de ri?a entre adolescentes.
Capeado el problema de la droga y el vandalismo de los noventa y con un centro de salud estrenado en 2008, se ha liberado energ赤a y conseguido fondos en la 迆ltima d谷cada para eliminar las barreras arquitect車nicas. La alcaldesa, que ha sido ※pinche de cocina, asistente en domicilios# de todo en la vida§, no cabe en s赤 de gozo. Su bloque fue uno de los 18 que se beneficiaron de la instalaci車n de ascensores en 2011. Gratis. La Administraci車n iba a financiar la obra de todos los edificios de la Hispanidad pero lleg車 la recesi車n y se par車. ※La crisis ha servido como excusa para todo§, se lamenta Manoli Garc赤a, coordinadora de la oficina t谷cnica del Plan Integral. Ocho a?os despu谷s se ha retomado la instalaci車n de ascensores. Cuentan con la ayuda del arquitecto Sergio G車mez, que ha elaborado sin cobrar el informe de evaluaci車n de los edificios (1.500 euros) y el propio proyecto (unos 10.000). Si la obra se concreta, factura por el 50% de sus honorarios habituales.
Las subvenciones que otorgan la Junta de Andaluc赤a y el Ayuntamiento de Huelva para esta nueva hornada de elevadores no cubren el total de la inversi車n (unos 100.000 euros). Cada una de las diez viviendas que forman un bloque (dos letras por piso en una finca de cuatro alturas y bajo) tiene que pagar 23 euros al mes durante una d谷cada. Felisa Moreno Feli es una de las vecinas que acaba de estrenar ascensor. Tiene 54 a?os y se mud車 en 1973 con sus padres a la Hispanidad. ※He batallado mucho con mis vecinos para que estuvieran a favor de instalarlo [se necesita mayor赤a en la escalera para que se apruebe la obra]§, relata la cocinera del bar Vel車dromo, ubicado donde se construy車 el primer campo de f迆tbol federado de Espa?a, en 1892, y a la saz車n estadio del Recreativo de Huelva. Feli, que integra la familia m芍s joven de su bloque, describe las relaciones del barrio. ※No son mis vecinos, son mi familia. La se?ora que vive enfrente de nosotros me preparaba el desayuno y me peinaba cada ma?ana. Es como mi madre§, y pasa a enumerar varios casos de vecinos impedidos, como su fallecido hermano, o muy mayores a los que la ausencia de ascensor les ha lastrado. "Es el dinero que mejor he gastado en mi vida", resume en referencia a la instalaci車n del ascensor.
Una obra complicada
Las fincas no cuentan con un hueco por lo que los ascensores se tienen que instalar como un anexo de la fachada. ※Se necesita desmontar la caja de escaleras y reconstruirla§, apunta G車mez, que en tiempos de universidad fue a Paraguay para ayudar en la reconstrucci車n de un barrio inundado. Ligado a organizaciones de lucha contra la drogadicci車n, este profesor de la Escuela de Ingenier赤a de la Universidad de Huelva afirma que, si bien la obra no es sencilla, lo m芍s dif赤cil es poner a la gente de acuerdo.
Tanto Manoli, de 51 a?os, como los voluntarios de la asociaci車n describen el desconcierto de muchos vecinos. Algunos piensan que tienen que hipotecar la casa, a otros apenas les alcanza, hay quien no quiere dejar deudas a sus hijos y los m芍s orgullosos afirman que han sufrido ya demasiados a?os para ahora meterse en ese l赤o. Sumado a alg迆n heredero que no aparece y a los que viven en r谷gimen de arrendamiento, que tienen poco que decir. En esta segunda tanda de ascensores, la siguiente tras la de 2011, hab赤a presupuesto para hacer obra en 19 bloques; solo se han puesto de acuerdo en seis fincas. ※La gente pobre a veces asume que su situaci車n es normal; no piden nada§, resume Manoli, maestra de Infantil de formaci車n.
La alcaldesa pulula por el descansillo del bloque de Feli, que acaba de estrenar ascensor. ※Yo lo tengo desde hace ocho a?os. ?Y no me cost車 nada!§, se jacta sin mala intenci車n. No se da cuenta de que el hecho de que a unos pocos vecinos como ella les saliera gratis ha torpedeado la instalaci車n de m芍s elevadores. ※Yo no voy a pagar nada si a otros se lo pusieron de balde§, se revela Paula Carranza, de 79 a?os, que cobra una pensi車n de unos 600 euros. Carranza, que acude a todos los bailes, luce a media tarde oros y pelo corto c芍rdeno engominado. Una vecina de Feli est芍 encantada con la obra. Al principio ten赤a claustrofobia y pensaba en montar el carro de la compra en el ascensor y ella subir andando. Ya se ha acostumbrado al espacio cerrado. La alcaldesa se ha quedado encerrada tres veces. Le da igual. Llama a su marido, que tiene llave, y listo.
En la Hispanidad, ubicado a media hora a pie de la onubense plaza de las Monjas 每donde se encuentra la estatua de Crist車bal Col車n每, residen 3.020 habitantes, seg迆n datos del Instituto Nacional de Estad赤stica de 2011. El 60% son mayores de 65 a?os. La asociaci車n de vecinos asegura que este n迆mero se increment車 durante la crisis por los hijos que retornaron a casa de sus padres. Nuestra Se?ora del Pilar, el nombre oficial de esta zona, es uno de los siete barrios que integran el Distrito V. Seg迆n el Plan Integral, la zona se compone de un 11% de familias de clase media, el resto se encuentra por debajo. ※Se construy車 a las afueras de la ciudad, como todas las zonas marginales§, describe Manoli o Manolita, como la saludan algunos de los vecinos con los que se cruza.
Las viviendas con ascensor se han revalorizado en unos 15.000 euros, calcula Feli. Las casas tienen 56 m2 y tres habitaciones. Alcanzaron los 90.000 euros en la burbuja inmobiliaria. Ahora se venden por la mitad. La alcaldesa, liberada tras haber ayudado a su hija a servir alb車ndigas de chocos en el bar Agu 每en la plaza de los Descubridores, donde se re迆nen chavales en bicicleta y mayores en deportivas每, contin迆a su procesi車n por las calles coloreadas por ropa tendida.
Freno al vandalismo
El Plan Integral, promotor de la instalaci車n de ascensores, nace en 2000 para atajar los problemas de seguridad del barrio. Hab赤a carreras de coches, se quemaban veh赤culos... Coletazos de una d谷cada anterior marcada por la hero赤na. La fundaci車n Valdocco, al alim車n con la Universidad de Huelva, realiz車 entonces un diagn車stico de la Hispanidad en el que abordaban problemas como empleo, salud, educaci車n y cultura. La asociaci車n de vecinos se sum車 al Plan. Uno de los primeros logros fue conseguir fondos para construir un aparcamiento. ※Fue clave. Se redujo el vandalismo§, afirma Andr谷s Garc赤a, el presidente, desde un gimnasio ubicado en una primera planta sin ascensor de la sede. Con una partida sobrante convirtieron un descampado en una plazoleta.
Las instalaciones de la asociaci車n, de cesi車n p迆blica, acogen actividades. Talleres educativos, de autoestima, ejercen de despacho de un abogado voluntario que atiende una vez por semana y es la sede de la escuela de tenis de mesa, de donde ha salido un subcampe車n del mundo. ?lvaro Robles lleg車 a la final de dobles del Mundial de Budapest 2019, que perdieron con una pareja china. Leopoldo Mata fue su maestro y guarda con celo la sala donde entrenan los j車venes del barrio. ※Hasta el presidente de la asociaci車n me avisa si quiere subir§, afirma este residente de la Hispanidad desde 1972 y entrenador nacional de pimp車n.
Muchos de los puestos de la asociaci車n est芍n copados por mayores 每Mata, de 72 a?os, es el vicepresidente每. El Plan Integral organiza foros de infancia y adolescencia para inculcar la participaci車n a los j車venes. Celebran el d赤a de la Mujer y el de la Paz. ※Queremos que todos los barrios integren la ciudad, no solo los acomodados o los del centro§, afirma Manoli que, aunque no reside en Distrito V, es donde m芍s disfruta y reconocimiento tiene. Manoli tiene puesto el ojo en Pasaje el Greco, el barrio contiguo erigido en un monte, enclavado en el parque Moret. Una orograf赤a adversa y una arquitectura poco sensible provocan que haya que subir 23 escalones para acceder a algunos bajos. Los bloques, de cuatro plantas, tienen la altura de uno de siete. El coste por instalar un ascensor en esta zona alcanza los 250.000 euros.
Las mayores primero
El distrito de Villaverde, en Madrid, tambi谷n cuenta con un grupo nutrido de mayores que se preocupa por sus vecinos. Las Lideresas de Villaverde, un colectivo de jubiladas, tienen un programa de radio semanal en el que abordan la perspectiva de g谷nero desde un punto de vista de mujeres de la tercera edad, divulgan iniciativas de sostenibilidad o hablan de la soledad. Esta muestra de implicaci車n y entrega se encuentra dentro del proyecto Vive tu barrio, que incluye el mantenimiento y limpieza de los espacios comunes y la mejora de la convivencia y las condiciones de vida de los vecinos. Esta es una de las iniciativas que agrupa FeliZiudad, la plataforma digital de Renault que ilustra buenas pr芍cticas destinadas a mejorar la calidad de vida en las ciudades.
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