Comer gratis por ser ¡®influencer¡¯: a los usuarios de redes sociales ya no se la cuelan tan f¨¢cil

No es el ¨²nico, pero si hay un grito de guerra o un mantra que resume la vida de un influencer, ese bien podr¨ªa ser: ¡°Me est¨¢is preguntando mucho por...¡±. La eterna pregunta que, seg¨²n ellos, reciben por hordas de sus seguidores se ha convertido en la muletilla perfecta para seguidamente vender un producto y hablar en sus stories, mirando a c¨¢mara, de la crema antiarrugas que han probado, el ¨²ltimo batido detox que beben o lo bien que est¨¢ funcionando la ortodoncia invisible que usan. ¡°Me acuerdo de una chica que anunciaba pastillas para la memoria y ten¨ªa que leer los ingredientes de la caja porque no se acordaba y dec¨ªa: ¡®Me noto mucho mejor¡¯, cuando ni siquiera los hab¨ªa podido memorizar para el anuncio¡±, explica por tel¨¦fono a EL PA?S Lorena Mac¨ªas, creativa publicitaria y creadora del perfil de Instagram @hazmeunafotoasi, una cuenta con 234.000 usuarios que naci¨® al inicio de la pandemia y que est¨¢ dedicada al ¡°InfluRealismo M¨¢gico. La actualidad influencer contada con memes¡±, como ella misma la define en su biograf¨ªa.

¡°Instagram es un poco como lo que pasaba en el Macondo de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, no sabes qu¨¦ es ficci¨®n y qu¨¦ realidad. Y no hay nada m¨¢s m¨¢gico que ser influencer e irte de safari a Tanzania con un bolso de Dior de 5.000 euros y escribir: ¡®Ay, qu¨¦ felices son con tan poco¡±, explica Mac¨ªas, haciendo alusi¨®n a las cr¨ªticas que recibieron la pareja de influencers formada por Teresa Andr¨¦s Gonzalvo e Ignacio Ayll¨®n por el paternalismo y el racismo que rezumaban las publicaciones que hicieron durante su reciente luna de miel en el pa¨ªs africano.

Pero esta controversia del s¨ªndrome del salvador blanco y del postureo de los influencers en sus vacaciones y en la vida que venden a trav¨¦s de Instagram no es la ¨²nica que ha provocado cientos de comentarios este verano y la reprobaci¨®n de muchos en las redes sociales. En la ¨²ltima semana, y con permiso del youtuber MrGranbomba y su insulto ¡°cara anchoa¡± a un repartidor ¡ªque le cost¨® una bofetada, un juicio y la suspensi¨®n de sus canales¡ª, ha nacido otra estrella en el panorama de los youtubers m¨¢s pol¨¦micos: Borja Escalona y su amenaza de cobrar 2.500 euros a un bar de Vigo porque no le dej¨® comer gratis. ¡°La gente ya es much¨ªsimo m¨¢s cr¨ªtica, cada vez tienen m¨¢s oferta donde comparar y darse cuenta de qui¨¦n hace un contenido interesante y qui¨¦n es un provocador¡±, asegura Mac¨ªas.

Adem¨¢s, son cada vez m¨¢s abundantes los perfiles en Instagram ¡ªh¨¢bitat natural de este nuevo perfil profesional como es el de influencer¡ª que como @hazmeunafotoasi afean o critican desde el humor, a golpe de memes, frases y v¨ªdeos ocurrentes, las actitudes de los creadores de contenido digitales. Su repaso a la actualidad va desde comprobar c¨®mo hablan maravillas de un producto y a los 10 minutos lo est¨¢n vendiendo en Vinted, a c¨®mo repiten una misma foto de manera c¨ªclica en su perfil. La cuenta de Mac¨ªas y muchas otras hablan de una tribu que puebla las redes sociales y que como ya contar¨ªa el documental Fake Famous (HBO, 2021) se han hecho c¨¦lebres por exponer su vida a trav¨¦s de Instagram, mientras venden productos, comen, viajan y se visten gratis o patrocinados, en la mayor¨ªa de ocasiones, por grandes marcas, apoyados por una red de seguidores que han comprado, fotos ama?adas saturadas de filtros y una fama creada artificialmente.

El dudoso comportamiento de Escalona con la empleada de A tapa do Barril, local famoso por sus empanadillas en la ciudad gallega, ha valido para que los usuarios de internet se hayan volcado con el establecimiento y no hayan parado de escribir buenas rese?as en su perfil de Google desde el desagradable incidente. El youtuber, que pidi¨® perd¨®n el pasado lunes por su comportamiento en su cuenta de YouTube, ha tenido que ver c¨®mo las m¨²ltiples denuncias de internautas han provocado el cierre de su canal en la plataforma de v¨ªdeos m¨¢s popular. ¡°Hoy en d¨ªa hay m¨¢s canales donde se visibiliza precisamente esa falta de profesionalidad. No estamos en los albores de internet, cuando todo val¨ªa y todo nos hac¨ªa gracia, ahora nos planteamos a qui¨¦n estamos dando likes¡±, contextualiza Mac¨ªas. ¡°Su estrategia [la de Borja Escalona] es la de la provocaci¨®n, se puede ver en cualquiera de sus v¨ªdeos. Y a ¨¦l le debe funcionar, pero creo que es un caso aislado. Al final genera m¨¢s rechazo que otra cosa. Puede haber influencers m¨¢s o menos acertados, pero ninguno pega un patinazo de este estilo¡±, a?ade la experta.

¡°?Y si pierdo mis redes sociales? El influencer no se destruye, el influencer se transforma. Cuando arde una red social, en los restos brotan influencers¡±. Esta reflexi¨®n, junto a otras muchas, se encuentra en el libro Camarasutra. Manual ilustrado del postureo (Planeta, 2022) que recientemente ha publicado Putos Modernos y que definen como ¡°un compendio de la sabidur¨ªa que miles de influencers han acumulado a lo largo de generaciones para gozar de una vida plena y rica en likes¡±. Una gu¨ªa ilustrada y cargada de humor e iron¨ªa en la que si se sigue a pies juntillas cualquiera puede convertirse en un verdadero influencer.

Desde que en 2005 Jorge Sandua se cruzara con un grafiti en las paredes del barrio del Raval (Barcelona) en el que se le¨ªa lo que luego ser¨ªa el nombre de su marca, ¨¦l y Joan Alvares, socios fundadores de Putos Modernos, ironizan a trav¨¦s de sus campa?as publicitarias y su cuenta en Instagram ¡ªque acumula 327.000 seguidores¡ª con lo que ellos han llamado el postpostureo o ¡°una parodia de la modernidad desde la modernidad¡±. ¡°El paradigma m¨¢s exagerado de esta ¨¦poca es el influencer, que se caracteriza por el narcisismo que alguien muestra a trav¨¦s de las redes sociales, que son el gran maquillaje de la realidad¡±, comenta Alvares por tel¨¦fono a EL PA?S.

A este duo de creativos publicitarios, responsables de la ¨²ltima campa?a de Pepsi con el actor Ernesto Sevilla, lo que m¨¢s les llama la atenci¨®n es la solemnidad con la que se rodea la figura del influencer. ¡°Nos hace mucha gracia todo aquello que se tome muy en serio y esa necesidad de considerarse el centro del universo que tiene el influencer nos lo parece¡±, explica Alvares, que admite que todos, a distinta escala, ejercemos ese papel en alg¨²n momento de nuestras vidas a trav¨¦s de las redes sociales. ¡°Todos publicamos lo maravillosas que son nuestras vacaciones, lo guapos que son nuestros hijos y lo excelentes que son nuestros trabajos; es decir, mostramos lo bueno y ocultamos lo malo¡±, explica el creativo de Putos Modernos.

Y en ocasiones, como refleja el perfil Influencers in the Wild (@influencersinthewild), que cuenta con 4,5 millones de seguidores, esas ganas por publicar las maravillas de nuestra vida se da a costa de provocar escenas rid¨ªculas que est¨¢n detr¨¢s de la perfecci¨®n que vende el influencer: posturas corporales imposibles para posar en una foto, un viol¨ªn que no suena en un v¨ªdeo musical ¡ªal que luego se le a?adir¨¢ una canci¨®n nost¨¢lgica que se repite en el 80% de los perfiles de Instagram¡ª o la dictadura de los amigos o/y novios como fot¨®grafos amateurs de aquella que aspira a ser la nueva Dulceida.

A pesar de la mordacidad que hay en estas publicaciones que ridiculizan la figura del influencer, hay tambi¨¦n, como explican sus autores, un deseo de re¨ªrse de una realidad a la que contribuye toda la sociedad, incluidos ellos. ¡°Con mis stories no hago un ataque personal, sino que elijo algo que me parece surrealista, hago que la comunidad participe y todos nos lo pasemos bien¡±, explica Lorena Mac¨ªas, que reconoce que alguno de los influencers que han aparecido en su cuenta le ha escrito felicit¨¢ndola por sus bromas. Una realidad surrealista que se vive en redes sociales y de la que re¨ªrse, como tambi¨¦n defiende Alvares, de Putos Modernos, y de la que la mayor¨ªa peca, con 120 o 200.000 seguidores. ¡°Es importante poder re¨ªrnos un poco de nosotros mismos y de esas contradicciones humanas que tenemos todos, como llegar corriendo a clase de mindfulness y comprar vuelos baratos desde un m¨®vil de 1.000 euros¡±.