¡®Tillandsias¡¯, as¨ª son las plantas que viven del aire
Estas bellas herb¨¢ceas tienen poca dependencia de sus ra¨ªces, de ah¨ª que sean conocidas como clavel de aire. Todo en estas especies tan et¨¦reas, desde sus apelativos hasta su anatom¨ªa, parece estar sacado de un cuento
En una primera clase de bot¨¢nica se podr¨ªa comenzar enumerando las distintas partes de las que consta una planta cualquiera: hojas, tallos, ra¨ªces, flores, frutos. La funci¨®n de cada una de ellas parece clara, es algo que se aprende r¨¢pido. Las hojas, para realizar la fotos¨ªntesis o para llevar a cabo el intercambio gaseoso. Los tallos estructuran a la planta y sirven para conducir fluidos y para acumular reservas. Las ra¨ªces, para ...
En una primera clase de bot¨¢nica se podr¨ªa comenzar enumerando las distintas partes de las que consta una planta cualquiera: hojas, tallos, ra¨ªces, flores, frutos. La funci¨®n de cada una de ellas parece clara, es algo que se aprende r¨¢pido. Las hojas, para realizar la fotos¨ªntesis o para llevar a cabo el intercambio gaseoso. Los tallos estructuran a la planta y sirven para conducir fluidos y para acumular reservas. Las ra¨ªces, para anclar al ser vivo a un medio, para absorber nutrientes y agua. Claro, ese es solo el comienzo. A poco que se avance en el conocimiento del maravilloso reino vegetal aparecen excepciones, una tras otra: que si plantas que carecen de hojas, que si especies que no tienen tallos. Pero de lo que no podr¨ªa carecer una planta es de ra¨ªces. Si no, ser¨ªa imposible para ella nutrirse e hidratarse.
Aunque las reglas est¨¢n para salt¨¢rselas, debieron de pensar unas herb¨¢ceas muy bellas que crecen habitualmente sobre ¨¢rboles y rocas: las tillandsias. Este gran g¨¦nero de plantas pertenece a la familia de las bromelias (Bromeli¨¢ceas), de origen americano, donde encontramos una especie que hace nuestras delicias: la pi?a (Ananas comosus).
En cuanto a las tillandsias, hay que decir que est¨¢n acostumbradas a deslumbrar a quienes se acercan a ellas. La raz¨®n, aparte de su innegable atractivo, es su manera de vivir. La dependencia que tienen de sus propias ra¨ªces es m¨ªnima. Estas les sirven para anclarse, y muchas veces incluso cuentan con un tama?o insignificante. Hasta hay especies que carecen por completo de ellas, como Tillandsia usneoides, el famoso ¡°musgo espa?ol¡± que da un aspecto m¨¢gico a los ¨¢rboles sobre los que crece. Entonces, recurren a sus hojas para realizar las funciones b¨¢sicas, gracias a unas estructuras que se llaman tricomas. Con forma de pelos o de escamas, los tricomas de las tillandsias son los encargados de retener el agua y los nutrientes y cederlos a los estomas, las aberturas por las que la planta absorber¨¢ el l¨ªquido. Los tricomas son visibles a simple vista, y dan a muchas especies un caracter¨ªstico tono plateado. Las hay que son tan blancas que parece como si hubieran amanecido escarchadas por una helada nocturna, como Tillandsia tectorum.
Por esta adaptaci¨®n tan extrema, este g¨¦nero recibe otros nombres populares como clavel de aire o planta del aire. Todo en estas especies tan et¨¦reas, desde sus apelativos hasta su anatom¨ªa, parece estar sacado de un cuento o de la imaginaci¨®n de alguna persona fantasiosa. Del mismo modo, las tillandsias hasta tienen rasgos de animales, con sus hojas como tent¨¢culos que asemejan a an¨¦monas marinas.
Julio S¨¢nchez, productor y distribuidor de Bromelia BCN, cay¨® hace a?os en el embrujo de estos seres. Su negocio est¨¢ especializado en la venta de tillandsias y cuenta con una colecci¨®n muy importante y variada. Antes de dar el salto a su comercializaci¨®n, S¨¢nchez comenta que ten¨ªa muchas tillandsias en su casa: ¡°No me daba cuenta de que los dem¨¢s no las conoc¨ªan¡±. Estas plantas del aire crecen originariamente desde el sur de Estados Unidos hasta Argentina y Chile.
Este experto nos da la clave para diferenciar entre dos grandes tipos de tillandsias: ¡°En general, las plantas que tienen hojas m¨¢s duras y gris¨¢ceas son plantas que est¨¢n expuestas a lugares m¨¢s soleados y con menos humedad. Las que son m¨¢s verdes, crecen en lugares m¨¢s sombr¨ªos y con mucha m¨¢s humedad¡±. Esto nos da una pista para cultivarlas en nuestras casas. Da igual d¨®nde vivamos, porque Julio S¨¢nchez tiene claro que hay tillandsias que se pueden cultivar al aire libre en cualquier sitio de Espa?a: ¡°Las tillandsias se dan desde un bosque h¨²medo a un desierto y desde el nivel del mar hasta a 4.000 metros de altura. Las Castillas no son m¨¢s fr¨ªas que cualquier zona alta de los Andes por la noche¡±. Si no se mojan en el invierno, las tillandsias resistentes al fr¨ªo y que se cultivan al exterior aguantan esas temperaturas bajas. Para conseguir que sobrevivan durante esos meses, es perfecto buscarles un lugar donde tengan un techado por encima, como una terraza o un porche. Por otro lado, en las costas hay que prestar atenci¨®n al salitre, que puede depositarse sobre sus hojas y afectar a sus funciones. Para paliar este problema, se aconseja sumergir la planta en agua una vez al mes durante media hora aproximadamente, para eliminar las sales.
Para animarnos a¨²n m¨¢s a cultivar estas plantas, S¨¢nchez repasa otros factores de cultivo b¨¢sicos: ¡°En general, se puede decir que las ¡®tillandsias disfrutan con una buena iluminaci¨®n, potente. Hay algunas especies que incluso se benefician del sol suave de la ma?ana, nunca el del mediod¨ªa. En cuanto al riego, siempre recomendamos la pulverizaci¨®n, con agua blanda, ya que no aguantan la cal. Es imprescindible que la planta se seque despu¨¦s de regarla, y que no se acumule el agua en el interior de su cuerpo. Para ello, tambi¨¦n las cultivamos en una posici¨®n lateral o boca abajo, para que drenen bien el exceso de agua¡±.
Por cierto, muchas de ellas tienen unas inflorescencias preciosas, incluso pueden regalarnos fragancias suaves y agradables. Para conseguir que las formen, S¨¢nchez aconseja nutrirlas convenientemente ¡°con abonos muy bajos en nitr¨®geno: de orqu¨ªdeas o de bons¨¢is, rebajados a la mitad de la dosis que indique el fabricante¡±. Vaya, que las tillandsias son muy adictivas, como remata este experto: ¡°Es decir, t¨² tienes una y quieres tener dos, y cuando tienes dos quieres tener tres, y eso es apasionante¡±. Cuidado con este aviso, o llenaremos la casa y el balc¨®n con tillandsias, para aprender a vivir del aire, con ellas como maestras.