?Necesita tu perro un adiestrador? Las se?ales para pedir ayuda y c¨®mo elegir a un buen profesional
Los expertos diferencian entre conductas no deseadas y problemas de conducta para solucionar los inconvenientes que las mascotas pueden suponer al hogar
Cuando un perro llega a un nuevo hogar es habitual que surjan innumerables preguntas, especialmente si se es primerizo en estos menesteres. Aunque no deber¨ªa ser necesario se?alarlo, los canes son una especie distinta a la humana y, por tanto, cuentan con otras necesidades y un lenguaje completamente diferente que, como es l¨®gico, muchas veces provoca confusiones y desencuentros, especialmente si la nueva familia no se ...
Cuando un perro llega a un nuevo hogar es habitual que surjan innumerables preguntas, especialmente si se es primerizo en estos menesteres. Aunque no deber¨ªa ser necesario se?alarlo, los canes son una especie distinta a la humana y, por tanto, cuentan con otras necesidades y un lenguaje completamente diferente que, como es l¨®gico, muchas veces provoca confusiones y desencuentros, especialmente si la nueva familia no se ha informado correctamente. Pero, ?cu¨¢ndo esos inconvenientes se convierten en un problema por el que es necesario recurrir a un adiestrador?
Para empezar, una distinci¨®n b¨¢sica: no es lo mismo educar que adiestrar. ¡°Educar a un perro implica desarrollar sus capacidades emocionales, cognitivas y sociales para que adquiera competencias que le ayuden a convivir con armon¨ªa en nuestras ciudades, por tanto, educaci¨®n y convivencia van de la mano¡±, puntualiza ?scar P¨¢ez Sousa, presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Adiestradores Caninos Profesionales (ANACP). Un ejemplo de esto vendr¨ªa a ser que el perro aprenda a no saltar sobre las personas en la calle o sepa relacionarse correctamente con otros canes. ¡°Adiestrar consiste en ense?arle a realizar ciertos comportamientos bajo el control de un est¨ªmulo discriminativo, como un comando u orden¡±, detalla P¨¢ez Sousa. Aqu¨ª entran las cl¨¢sicas ¨®rdenes de ¡°sentado¡±, ¡°quieto¡± o ¡°junto¡±.
Esto lleva a una segunda distinci¨®n: habr¨ªa que diferenciar entre conductas no deseadas y problemas de conducta. ¡°Una conducta no deseada es cuando el perro se comporta de una manera que no es aceptable por el propietario, pero que no implica sufrimiento, estr¨¦s y no compromete la salud del animal¡±, explica P¨¢ez Sousa. Seguramente los ejemplos de esto sean bien conocidos por cualquier propietario de perro por haberlos vivido en alg¨²n momento: ladridos, robos de comida, peticiones de atenci¨®n constante o aquellos que orinan y defecan en casa cuando ya no son cachorros. Estas conductas son m¨¢s f¨¢ciles de corregir que los problemas de comportamiento que, como se?ala P¨¢ez Sousa, ¡°s¨ª inciden en el bienestar animal e implican un menoscabo de la salud f¨ªsica y psicol¨®gica del perro¡±. Hablamos de la ansiedad por separaci¨®n, problemas de miedos y fobias o de agresividad.
?Cu¨¢ndo es necesario acudir a un adiestrador?
As¨ª pues, cuando se dan estos problemas de conducta es imperativo acudir a un profesional, aunque lo ideal es adelantarse. ¡°Cuando se nos presentan problemas de conducta, generalmente son situaciones que se podr¨ªan haber evitado con las herramientas adecuadas empleadas a tiempo¡±, se?ala Sara Casado, t¨¦cnica en educaci¨®n canina y modificaci¨®n de conducta en Aceo Madrid. ¡°Cuando pensamos en un adiestrador tenemos la imagen preconcebida de ense?arle ¨®rdenes a nuestro perro y que nos obedezca. En la mayor¨ªa de casos en los que no hace caso lo que falta es mejorar el v¨ªnculo, conocer las se?ales que nos da y saber por qu¨¦ hace lo que hace. Cuando mejoramos estos tres aspectos, la obediencia como tal queda relegada a un segundo plano¡±, aclara Casado. Y a?ade: ¡°Cuando hablamos de un perro obediente, en realidad lo que queremos decir es un perro equilibrado con el que podamos entendernos¡±.
Cuando el perro empieza a desequilibrarse es cuando comienzan los problemas, por eso, a la pregunta de en qu¨¦ momento se necesita ayuda, Nacho Sierra, adiestrador canino y especialista en comportamiento animal, da una respuesta tajante: ¡°Cuando se empiezan a detectar comportamientos que el due?o no logra entender o controlar¡±. Esa es la mejor forma de evitar que algo que puede resolverse en unas pocas sesiones desemboque en un problema m¨¢s grave para el perro y para su familia.
?Cu¨¢nto tiempo dura el adiestramiento? ?Debe participar la familia?
Como es obvio, cu¨¢nto tiempo dura un adiestramiento depender¨¢ de la gravedad del problema. ¡°Dependiendo del caso puede llevar desde seis u ocho semanas, que es lo m¨¢s habitual, hasta seis meses o, en casos complejos, un a?o¡±, ejemplifica Casado. Aunque es importante tener en cuenta que las pautas que se aprendan durante el adiestramiento son de aplicaci¨®n de por vida y deben incorporarse en la rutina de la familia sin abandonarlas.
Adem¨¢s, una de las circunstancias que condiciona el adiestramiento es la edad del animal. ¡°Con los cachorros hay que centrarse mucho m¨¢s en los retos iniciales como la socializaci¨®n, aprender las pautas higi¨¦nicas y que, en definitiva, conozcan el lugar en el que se van a desenvolver. Adem¨¢s, sus ejercicios deben estar adaptados a la dificultad que pueden afrontar a esa edad¡±, explica Javier Mart¨ªnez Torres, responsable de Solo es un perro. En el siguiente escal¨®n se encuentran los perros j¨®venes, aquellos que ya han alcanzado su crecimiento morfol¨®gico (aproximadamente a los ocho meses) pero a¨²n no han alcanzado la madurez (hasta los 18-24 meses). ¡°Los perros j¨®venes tienen otra forma de relacionarse con el entorno y son mucho m¨¢s sensibles a nivel emocional. En el ¨¢mbito relacional, necesitan tener experiencias positivas y aprender las se?ales de los perros mayores, ya que de repente no son tratados como cachorros pero a¨²n carecen de las habilidades comunicativas de los adultos¡±, apunta Casado.
Y, por ¨²ltimo, a los adultos se les puede adiestrar igualmente, pero hay que ser mucho m¨¢s pacientes y constantes. ¡°Los perros adultos, por las experiencias, suelen tener consolidados ciertos aprendizajes y conductas no deseadas que han sido reforzadas inadvertidamente por el propietario y que suelen ser resistentes a la extinci¨®n¡±, aclara P¨¢ez Sousa.
Eso s¨ª, independientemente de la edad de la mascota, los expertos consultados coinciden en que es imprescindible que la familia del animal se implique en su adiestramiento. Este probablemente conllevar¨¢ tiempo y esfuerzo en lo que, en la mayor¨ªa de las ocasiones, ser¨¢ un trabajo diario.
?C¨®mo elegir el adiestrador adecuado?
Si ya se ha decidido a acudir a un adiestrador, es inevitable preguntarse c¨®mo elegir el m¨¢s adecuado para el perro. ¡°Lo primero es exigir la certificaci¨®n profesional, que ya existe desde 2022, ya que de momento a¨²n se puede ejercer la profesi¨®n incluso sin haberte formado¡±, se?ala Sierra. La ANACP se?ala, efectivamente, que ya existe una certificaci¨®n de adiestrador y que, aunque no es un t¨ªtulo oficial, s¨ª tiene validez en todo el territorio. Se trata del certificado de profesionalidad ¡°Adiestramiento de base y educaci¨®n canina¡±. Sierra explica cu¨¢l es la situaci¨®n actual: ¡°Las convocatorias para que los profesionales que han realizado la formaci¨®n en escuelas privadas y llevan a?os ejerciendo la profesi¨®n puedan acreditar sus competencias y obtener el certificado no est¨¢n abiertas en todas las comunidades aut¨®nomas. Por tanto, hay excelentes profesionales que a¨²n no est¨¢n en posesi¨®n de este t¨ªtulo¡±.
Mientras esta situaci¨®n se normaliza, aconsejan fijarse en aspectos como la experiencia profesional demostrable, que utilice m¨¦todos de adiestramiento respetuosos con el bienestar animal y huir de aquellos que ofrecen resultados demasiado r¨¢pidos o que no ofrezcan recursos y herramientas para que se pueda dar continuidad a la educaci¨®n. Casado da un ¨²ltimo apunte: su capacidad de actualizaci¨®n. ¡°Las investigaciones cient¨ªficas sobre el proceso de aprendizaje canino y las metodolog¨ªas de adiestramiento han evolucionado mucho en los ¨²ltimos 15 a?os, esto hace que muchas metodolog¨ªas que se usaban tradicionalmente queden hoy obsoletas¡±, sentencia.