?Con qu¨¦ sue?a mi perro? ?Qu¨¦ pesadillas tuvo ese pulpo a la gallega? Este fil¨®sofo se ha adentrado en el mundo on¨ªrico de los animales
El libro ¡®When Animals Dream: The Hidden World of Animal Consciousness¡¯ de David Pe?a-Guzm¨¢n analiza desde la ciencia y la filosof¨ªa los sue?os de bestias y mascotas
Puede que no haya anotado los s¨ªntomas, pero todo aquel que haya convivido con un perro habr¨¢ visto las consecuencias. Veinte minutos despu¨¦s de que un can de tama?o medio se duerma, su respiraci¨®n se vuelve superficial e irregular. Sus m¨²sculos se relajan, su frecuencia cardiaca disminuye. Tiene los ojos cerrados, pero tras los p¨¢rpados, sus pupilas se empiezan a mover de un lado a otro. Entra entonces en la fase REM, el reino de los sue?os. Los espasmos musculares lo delatan: mueve la cola, quiz¨¢ incluso las patas, simulando una carrera que solo acontece en su cabeza. A veces gime o empieza a ladrar.
Las pistas parecen claras, pero hasta hace poco no hab¨ªa evidencias cient¨ªficas para asegurarlo: los perros sue?an. ¡°A nivel estructural, su cerebro es similar al de los humanos¡±, explica el neuropsic¨®logo Stanley Coren en su libro La fabulosa inteligencia de los perros. ¡°Adem¨¢s, durante el sue?o, los patrones de sus ondas cerebrales son similares a los nuestros. Pasan por las mismas etapas de actividad el¨¦ctrica observadas en los humanos. Todo ello concuerda con la idea de que los perros sue?an¡±. Constatar esto, lejos de calmar la curiosidad de la comunidad cient¨ªfica (y de los due?os de perros) ha generado muchas m¨¢s dudas. La pregunta m¨¢s repetida ser¨ªa: ?con qu¨¦ sue?an los perros? Y la respuesta m¨¢s probable es: contigo. Suena egoc¨¦ntrico, pero, cuando alguien ve a su perro correr en sue?os, lo m¨¢s probable es que corra hacia ¨¦l, hacia su due?o.
La psic¨®loga de Harvard Deirdre Barrett, expresidenta de la International Association for the Study of Dreams (Asociaci¨®n internacional para el estudio de los sue?os), sostiene que los canes reviven sus experiencias cotidianas, igual que los humanos. ¡°Como suelen estar muy apegados a sus due?os, es probable que tu perro sue?e con tu cara, tu olor, con agradarte o molestarte¡±, afirma en su reciente ensayo Pandemic Dreams, (Sue?os pand¨¦micos). Distintos estudios apuntalan esta idea. A diferencia de los humanos, los perros no son tan imaginativos. Ni siquiera mientras duermen. Por lo tanto, es poco probable que se proyecten en situaciones nuevas o irreales y es m¨¢s plausible que est¨¦n reviviendo el paseo por el parque de esta ma?ana, unas agradables cosquillas en la tripa o la terror¨ªfica visita del repartidor. No tienen sofisticadas pesadillas ni construyen mundos surrealistas. O quiz¨¢ s¨ª. Al final, el mundo on¨ªrico de los animales es lo suficientemente abstracto y desconocido para que haya teor¨ªas contradictorias.
Un estudio de 2016 del University College de Londres aseguraba que las ratas tienen la capacidad de so?ar laberintos en los que nunca han estado. ¡°Esto es fascinante, ya que significa que estos roedores tienen la capacidad de imaginar escenarios concretos y muy estructurados que se hacen realidad mediante actos mentales¡±, explica por correo electr¨®nico el fil¨®sofo mexicano asentado en EE UU David Pe?a-Guzm¨¢n. ¡°Una cosa es decir que los sue?os son recuerdos, pero otra es constatar que pueden ser experiencias nuevas que se construyen por pura inventiva mental. Hist¨®ricamente, este tipo de imaginaci¨®n se ha limitado al Homo sapiens¡±.
Este fil¨®sofo y profesor de la Universidad Estatal de San Francisco, de 35 a?os, ley¨® todos estos estudios y se obsesion¨®. Empez¨® a so?ar con sue?os de ratas, en una loca mezcla entre Origen y El flautista de Hamel¨ªn. ¡°La imagen de un mont¨®n de ratas durmiendo en un laboratorio me hizo preguntarme: ?Qu¨¦ les ocurre a estas peque?as criaturas peludas despu¨¦s de quedarse dormidas? ?Apagan su mente por completo o tambi¨¦n consiguen so?ar con mundos imaginarios?¡±, explica. ¡°Pronto me obsesion¨¦ con esta pregunta, empec¨¦ a investigar el tema y supe que ah¨ª hab¨ªa un libro esperando a ser escrito¡±.
?Sue?an los pulpos con ovejas submarinas?
El libro se llama When Animals Dream: The Hidden World of Animal Consciousness (Cuando los animales sue?an: el mundo oculto de la conciencia animal) y, en ¨¦l, Pe?a-Guzm¨¢n parte de los estudios cient¨ªficos para hacerse preguntas morales. ¡°Una vez que se examinan todas las pruebas conductuales y neurocient¨ªficas del sue?o animal, la pregunta ya no es: ?Sue?an realmente los animales? La pregunta es: ?Cu¨¢les son las consecuencias del sue?o animal?¡±.
El autor las intenta desgranar en 272 p¨¢ginas a medio camino entre la filosof¨ªa y la ciencia. ¡°Creo que, cuando se trata de las mentes de los animales, estas dos disciplinas tienen que entrar en una relaci¨®n dial¨¦ctica, aliment¨¢ndose mutuamente¡±, se?ala. ¡°Es necesario conocer hechos b¨¢sicos sobre el comportamiento y la cognici¨®n de los animales para poder apreciar c¨®mo perciben, experimentan y habitan el mundo¡±.
Desde el punto de vista filos¨®fico, que los animales sue?en puede significar varias cosas. ¡°En primer lugar, que tienen un sentido egol¨®gico del ser. Es decir, experimentan el mundo desde el punto de vista de un ego o yo¡±, plantea el autor. Cuando so?amos, nos experimentamos a nosotros como el epicentro del mundo on¨ªrico. So?ar implica ser consciente de uno mismo y ponerse en el centro del universo so?ado. Ser eg¨®latra, en el fondo, es humano. Y puede que tambi¨¦n animal.
El sue?o implica, seg¨²n el profesor, que los animales experimentan afectos, emociones y sentimientos. ¡°Los sue?os son una forma de metabolizar nuestras emociones y procesar las experiencias que nos marcan, ya sea positiva o negativamente¡±, asegura Pe?a-Guzm¨¢n. ¡°Jugando con el lenguaje freudiano, los sue?os son el camino real hacia las emociones¡±.
Si la ciencia establece que un animal sue?a, la filosof¨ªa se pregunta si eso significa que tiene imaginaci¨®n y sentimientos, y, por tanto, si es merecedor de un estatus moral. Y esto no solo ata?e a perros y ratones. Hay p¨¢jaros que duermen en microsesiones de unos dos minutos, de los cuales solo unos segundos se dedican al sue?o REM. Algunos cient¨ªficos creen que no sue?an porque no tienen tiempo suficiente para crear un escenario on¨ªrico. Otros creen que s¨ª lo hacen porque el tiempo, en el mundo de los sue?os, es relativo. ¡°Como aprendimos del surrealismo de Dal¨ª, los sue?os doblan el tiempo. Podemos tener un sue?o que parece durar horas, cuando en realidad solo dur¨® 30 o 40 minutos. As¨ª que podr¨ªa ser que estos animales estiren el tiempo mientras duermen, igual que nosotros¡±, se?ala Pe?a-Guzm¨¢n. ¡°Pero, simplemente, no lo sabemos¡±.
Adentrarse en el mundo de los sue?os de las bestias es complicado, pues hay animales con patrones de sue?o sorprendentemente extra?os. ¡°Algunos mam¨ªferos marinos duermen mientras nadan y algunas aves lo hacen mientras vuelan¡±, enumera el fil¨®sofo. ¡°Los ¨®rices ¨¢rabes [un tipo de ant¨ªlope] cambian sus ciclos de sue?o de verano a invierno, mientras que algunas focas cambian los suyos dependiendo de si est¨¢n en tierra o en el mar. Los elefantes africanos duermen dos horas al d¨ªa, casi siempre de pie. Los delfines nunca duermen completamente. Solo relajan un hemisferio cerebral mientras mantienen el otro activo¡±.
La portada del libro de Pe?a-Guzm¨¢n es un dibujo de un pulpo. Porque s¨ª, los pulpos tambi¨¦n sue?an. ¡°Hablar de vegetarianismo puede ser dif¨ªcil porque la gente que no es vegetariana suele sentirse juzgada y atacada¡±, explica el fil¨®sofo. ¡°Pero esto es una implicaci¨®n obvia de mi investigaci¨®n. Establecer que un animal sue?a equivale a mostrar que puede sentir, percibir e imaginar. Y estas capacidades importan enormemente desde una perspectiva moral¡±.
Si aceptamos que los animales tienen un estatus moral, habr¨¢ que preguntarse qu¨¦ implica ese estatus. ?Qu¨¦ derechos deber¨ªan tener? ?Qu¨¦ actividades humanas deber¨ªan reformarse o abolirse? Que los animales son seres vivos con capacidad de sentir, dotados de sensibilidad, con unos intereses y derechos que hay que tener en cuenta, ya estaba reconocido en el derecho comunitario europeo e incluso en el C¨®digo Penal espa?ol desde 2003. Pero en el C¨®digo Civil de este pa¨ªs no se ha plasmado esta idea hasta diciembre de 2021, cuando entr¨® en vigor la nueva ley del r¨¦gimen jur¨ªdico de los animales. Solo entonces los animales dejaron de ser cosas para la legislaci¨®n espa?ola.
Lo que sucede en el mundo de los sue?os puede tener consecuencias incluso en la legislaci¨®n. ¡°En mi opini¨®n, so?ar no es una experiencia racional o ling¨¹¨ªstica. Es una experiencia sentida y afectiva. El tipo de experiencia que confiere una posici¨®n moral¡±, asegura Pe?a-Guzm¨¢n. ¡°Y si aceptamos que los animales tienen un estatus moral, deber¨ªamos considerar qu¨¦ significa ese estatus¡±. Es lo que tiene conjugar ciencia y filosof¨ªa. Uno empieza pregunt¨¢ndose por qu¨¦ ladra su perro mientras duerme y acaba plante¨¢ndose las consecuencias filos¨®ficas de comer un pulpo a la gallega.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.