Traductores de perros o elefantes: ?puede la tecnolog¨ªa mejorar la comunicaci¨®n entre humanos y animales?

De las m¨¢s de 8 millones de especies en el planeta, los humanos solo entienden el lenguaje de una de ellas. Tras d¨¦cadas buscando la forma de comunicarse con los animales, varios cient¨ªficos han recurrido a la inteligencia artificial para detectar patrones en los sonidos que emiten y en su comportamiento, comprender qu¨¦ quieren decir y tratar de interactuar con ellos. Pese a los prometedores avances de m¨²ltiples investigaciones, crear traductores de elefantes, perros o ballenas plantea m¨²ltiples desaf¨ªos.

Eva Meijer, autora del libro Animales habladores, explica que los animales ¡°hablan todo el tiempo, entre ellos y en entornos de m¨²ltiples especies para sobrevivir, hacer amigos, discutir normas sociales, ligar y tener una buena vida¡±. ¡°Existe evidencia cient¨ªfica de que tienen lenguaje, culturas y vidas internas complejas, y de que se enamoran y lloran a sus compa?eros¡±, se?ala la experta.

Como cuenta en su libro, los delfines se llaman entre s¨ª por sus nombres; los perritos de las praderas describen a los intrusos con todo lujo de detalles; a los murci¨¦lagos les encanta chismear y en los cantos de algunos p¨¢jaros se pueden encontrar estructuras gramaticales. Mientras que los chimpanc¨¦s salvajes se entienden entre s¨ª con decenas de gestos diferentes, las abejas bailan para comunicarse y son capaces de reconocer y recordar rostros humanos.

Estudiar el lenguaje y el comportamiento de los animales ¡°no solo es importante para descubrir c¨®mo se comunican entre s¨ª, sino tambi¨¦n para investigar c¨®mo se comunican con nosotros¡±. Algunos como los perros, p¨¢jaros y caballos son capaces de aprender palabras. Por ejemplo, un border collie puede memorizar m¨¢s de 1.000, seg¨²n un estudio publicado en la revista Behavioural Processes. Adem¨¢s, hay animales que responden al tono de voz y al lenguaje corporal, seg¨²n Melody: ¡°Los tonos suaves indican amistad, mientras que los duros o fuertes pueden ser amenazantes¡±. El tacto puede usarse ¡°a modo de recompensa con perros y caballos¡±.

Inteligencia artificial para ¡®hablar¡¯ con los animales

M¨²ltiples cient¨ªficos han recurrido a la inteligencia artificial y otras tecnolog¨ªas para comprender y mejorar esta comunicaci¨®n. ¡°Los sensores pueden ayudarnos a registrar, analizar e interpretar muchas se?ales animales diferentes, incluso aquellas que podr¨ªan ser dif¨ªciles de detectar para el limitado aparato sensorial de los humanos¡±, afirma Clara Mancini, investigadora en interacci¨®n entre animales y computadoras en la Universidad Abierta en Reino Unido.

Los promotores del Proyecto Delf¨ªn Salvaje han recopilado durante m¨¢s de 30 a?os una base de datos de los comportamientos de los delfines y los sonidos que emiten, que son tres: silbidos para la comunicaci¨®n a larga distancia y entre madres y cr¨ªas cuando est¨¢n separadas, una especie de clics para orientarse y navegar y los llamados pulsos de r¨¢faga, que suelen ser varios clics muy espaciados entre s¨ª que utilizan para socializar y pelearse cuando est¨¢n cerca. El objetivo de este proyecto es crear algoritmos de aprendizaje autom¨¢tico para descubrir patrones en estos sonidos y desarrollar sistemas capaces de generar ¡°palabras¡± para poder interactuar con los delfines en entornos salvajes.

Hay muchos proyectos similares. Los investigadores de Elephant Voices han creado un etograma en l¨ªnea con los comportamientos y vocalizaciones de elefantes en Kenia y Mozambique. En ¨¦l, describen, por ejemplo, que cuando estos animales salen del agua despu¨¦s de jugar, suelen emitir sonidos similares al de una trompeta. Otro equipo de investigadores ha desarrollado un software, para detectar, analizar y categorizar autom¨¢ticamente las vocalizaciones ultras¨®nicas de los roedores. Se llama DeepSqueak y tambi¨¦n ha sido usado con lem¨²res, ballenas y otros animales marinos.

Mientras que algunos cient¨ªficos han desarrollado sistemas para detectar cuando los pollos emiten llamadas de angustia, otros tratan de entender a los canes. ¡°Hemos realizado estudios de gemidos de perros grabados con micr¨®fonos en sus collares y usado el aprendizaje autom¨¢tico para determinar si el lloriqueo era triste, porque por ejemplo extra?a a su due?o, o feliz, porque anticipa una sesi¨®n de juego¡±, afirma Melody Jackson, profesora del Instituto de Tecnolog¨ªa de Georgia y experta en la interacci¨®n entre perros y ordenadores.

Los desaf¨ªos de crear ¡°traductores¡±

Pese a que hay investigadores que han identificado la estructura y parte del significado de las vocalizaciones de algunos animales, crear ¡°traductores¡± conlleva m¨²ltiples desaf¨ªos. Para empezar, comprender el significado sem¨¢ntico y emocional de lo que comunican es una tarea muy compleja, como sostiene Mancini: ¡°No estamos en su mente y no tenemos las mismas caracter¨ªsticas f¨ªsicas, sensoriales y cognitivas a trav¨¦s de las cuales experimentan el mundo¡±. No tener en cuenta estas diferencias y complejidades puede conllevar un riesgo: ¡°Trivializar lo que los animales comunican y equivocarse¡±.

A ello se suma que las tecnolog¨ªas actuales requieren sensores ambientales o port¨¢tiles que no siempre son pr¨¢cticos. As¨ª lo indica Jackson, que destaca que las c¨¢maras adecuadas a veces no est¨¢n disponibles y que filmar a un animal en movimiento lo suficientemente bien como para realizar un an¨¢lisis de v¨ªdeo es muy dif¨ªcil. Adem¨¢s, interpretar su comunicaci¨®n bas¨¢ndose ¨²nicamente en la expresi¨®n vocal deja de lado otros canales que pueden ser importantes para entender qu¨¦ quieren decir. Es el caso del comportamiento, seg¨²n Mancini.

Los animales tambi¨¦n comunican con sus actos, sus gestos e incluso sus expresiones faciales. Por ejemplo, si dos grupos de elefantes se juntan y doblan las orejas mientras las agitan r¨¢pidamente, expresan un saludo c¨¢lido que forma parte de sus ceremonias de bienvenida, seg¨²n el etograma de Elephant Voices. Por otro lado, las expresiones faciales de las ovejas pueden indicar que sienten dolor. De hecho, inform¨¢ticos de la Universidad de Cambridge han desarrollado un sistema de inteligencia artificial para analizar sus rostros y detectar cuando sufren da?o.

Algunos investigadores estudian las posturas y comportamientos de los perros para predecir c¨®mo se sienten y a veces recurren a la biometr¨ªa para intentar determinar cambios en el ritmo card¨ªaco, la respiraci¨®n y la temperatura que podr¨ªan dar pistas sobre sus emociones, seg¨²n cuenta Jackson. Mientras que algunos de estos sistemas de ¡°interpretaci¨®n canina¡± utilizan sensores corporales para medir la posici¨®n y el movimiento del cuerpo, otros emplean c¨¢maras para grabarlos y analizar los v¨ªdeos.

Chalecos para adiestrar perros y abejas rob¨®ticas

Poder comunicarse con los animales puede ser ¨²til en m¨²ltiples contextos. El equipo de Jackson, por ejemplo, ha desarrollado una tecnolog¨ªa que permite a un adiestrador humano guiar a un perro de b¨²squeda y rescate a distancia mediante motores vibratorios fijados a un chaleco. ¡°Tambi¨¦n hemos creado ordenadores port¨¢tiles que permiten que un perro de servicio llame a los servicios de emergencia con una localizaci¨®n GPS si su due?o est¨¢ teniendo un ataque¡±, se?ala.

Es probable que los humanos nunca puedan cantar como una ballena o zumbar como una abeja, pero quiz¨¢s las m¨¢quinas s¨ª puedan hacerlo. De hecho, un equipo de investigadores alemanes ha fabricado un robot biomim¨¦tico llamado RoboBee que imita los bailes que utilizan las abejas para comunicarse. Los resultados han sido exitosos: con este robot, aseguran haber logrado reclutar abejas reales y guiarlas a destinos espec¨ªficos.

Los avances son muy prometedores, pero a¨²n es pronto para vaticinar si alg¨²n d¨ªa existir¨¢n los traductores de animales. Jackson considera que a medida que los ordenadores y los sensores sean m¨¢s peque?os y capaces, se desarrollar¨¢n sistemas implantables diminutos que proporcionen m¨¢s pistas sobre su comportamiento y c¨®mo alcanzar la comunicaci¨®n bidireccional. ¡°Nuestra comprensi¨®n de las vocalizaciones, movimientos y gestos de los animales deber¨ªa ser automatizable alg¨²n d¨ªa y la tecnolog¨ªa podr¨ªa darnos los medios para imitar sus comportamientos, tal vez de forma virtual, y permitirnos comunicarles conceptos¡±, concluye.

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