Abordo: el peque?o astillero en Calafell que actualiza una embarcaci¨®n tradicional, barata y accesible
El pat¨ªn catal¨¢n es un velero ligero de madera que no tiene tim¨®n y permite disfrutar del mar sin equipamiento espec¨ªfico (en verano, basta con el ba?ador y el chaleco salvavidas). En los ¨²ltimos a?os, vive un aumento de inter¨¦s en las playas y una revoluci¨®n en su fabricaci¨®n artesanal
Es una escena habitual en las playas de Catalu?a: un navegante empuja su peque?a y ligera embarcaci¨®n de madera por la arena, llega al agua, se sube a ella y, gracias a la ¨²nica vela, remonta las olas rompientes para adentrarse en el Mediterr¨¢neo. A lo lejos, desde la orilla, se le ver¨¢ recorrer veloz el horizonte, pero tambi¨¦n moverse a proa y a popa, colgarse por la banda, y no estar quieto ni un segundo porque el barco, que consiste en una estructura con apenas dos cascos, un m¨¢stil y cinco travesa?os o bancadas, es nervioso y el viento cambia constantemente. Adem¨¢s, quien est¨¦ familiarizado con otros veleros m¨¢s comunes, enseguida notar¨¢ que algo falta: ?d¨®nde est¨¢n los timones? No los necesita. El pat¨ªn catal¨¢n es una embarcaci¨®n tradicional que prescinde del tim¨®n porque se gobierna, es decir, se dirige hacia donde su patr¨®n desea mediante sus propios movimientos sobre la cubierta. Cuando el peso se desplaza, cambia tambi¨¦n el rumbo, as¨ª que tanto las sensaciones como la pericia necesaria para dominar la embarcaci¨®n se multiplican.
Pero el pat¨ªn catal¨¢n no es solo la embarcaci¨®n tradicional con la flota activa m¨¢s numerosa de Espa?a (m¨¢s de 350 unidades est¨¢n certificadas por la Asociaci¨®n Deportiva Internacional de Propietarios de Pat¨ªnes a Vela, ADIPAV, y listas para competir) o un artefacto muy singular que permite disfrutar del mar sin equipamiento espec¨ªfico (en verano, basta con el ba?ador y el chaleco salvavidas), en poco tiempo y a un coste muy reducido. Los patines son tambi¨¦n objetos elaborados artesanalmente en los que se cuida cada detalle y detr¨¢s de los que existe toda una filosof¨ªa relacionada con la competici¨®n (para garantizar la igualdad entre regatistas, en vela ligera los reglamentos de cada clase son muy estrictos), con el respeto al mar y, sobre todo, con esa tensi¨®n entre tradici¨®n e innovaci¨®n que afecta a cualquier manifestaci¨®n cultural ¡ªun objeto como este lo es¡ª con a?os de historia y uso y muchos sentimientos alrededor.
Jordi S¨¢nchez es el consejero delegado de Abordo, un peque?o astillero en Calafell, en la comarca del Baix Pened¨¨s (Tarragona), en el que trabajan ocho personas y del que salen unos veinte patines por a?o. En un mundo a veces demasiado conservador, ¨¦l se ha propuesto mejorar y actualizar en todo lo posible los patines para aumentar su resistencia o su rendimiento. Eso s¨ª, cumpliendo siempre escrupulosamente con el reglamento porque esa, seg¨²n comenta, ¡°es la mejor manera de evitar malentendidos, incluso para quien no pretende competir¡±.
Si bien todos los patines se fabrican con cubierta de madera y m¨¢stil de aluminio, Abordo comercializa dos modelos orientados a la regata: uno completamente en madera, incluidos los cascos, y otro en el que estos ¨²ltimos son m¨¢s resistentes gracias al uso de la fibra de vidrio (el material m¨¢s habitual en las embarcaciones modernas). Los puristas prefieren el primero y S¨¢nchez explica que lo han llamado ¡°Pata negra¡± porque mediante una serie de modificaciones han logrado que se comporte igual de bien que los de fibra: ¡°Queremos que los patines de madera alcancen la misma resistencia que los de fibra. Es dif¨ªcil porque en los de fibra podemos intervenir en el proceso de conformaci¨®n del material, pero la madera llega en tableros cuyas propiedades (densidad, elasticidad¡) no se pueden modificar. As¨ª que lo que hemos hecho ha sido cambiar el tipo de madera en distintos puntos y algunos espesores. La roda y el codaste [refuerzos en proa y popa], que se constru¨ªan con sipo, nosotros los hacemos de ayous¡±.
En general, en Abordo han actualizado todo el proceso de construcci¨®n, que ahora les lleva unas tres semanas. S¨¢nchez enumera las novedades: ¡°Hemos modificado los puntos de anclaje, sustituimos, para el modelo de fibra, la resina de poli¨¦ster por epoxy; usamos tejidos diferentes, el PVC del s¨¢ndwich del barco tambi¨¦n es otro¡ Adem¨¢s, hemos cambiado los arraigos y acastillajes, haciendo una cubierta mucho m¨¢s limpia, minimalista. Tambi¨¦n ponemos espumas EVA de alta densidad, muy duraderas, que evitan que el antideslizante raje ba?adores y neoprenos o raspe codos¡ Es un barco mucho m¨¢s c¨®modo, pensado para que salgas de casa en ba?ador, te subas y navegues¡±.
Eso s¨ª, a pesar de que el astillero dispone de un horno y cabina de pintura a la ¨²ltima para el conformado de la fibra de vidrio, su coraz¨®n sigue siendo un molde de madera de 70 a?os (¡°el ¨²nico que hay en el mundo: ha pasado de fabricante en fabricante¡±) y lo m¨¢s habitual es ver a los operarios con lijas manuales o revisando individualmente cada grillete y cada cabo. Uno de estos trabajadores es Ram¨®n Calero, natural del Puerto de Santa Mar¨ªa, constructor de patines desde hace a?os y varias veces campe¨®n y subcampe¨®n de Espa?a en esta categor¨ªa. Calero lleva un a?o trabajando en Abordo, donde tambi¨¦n aporta su experiencia en regata, y es consciente de que, en su universo, las novedades no siempre se entienden a la primera. ¡°Hay muchos amantes de lo antiguo, pero yo creo que si existe una polea que funciona mejor, esta se debe montar. Tambi¨¦n le estamos dando al pat¨ªn un aspecto un poco distinto, porque ya ten¨ªa una pinta un poco arcaica¡±. ?Y el reglamento? ¡°El reglamento siempre tiene sus m¨¢rgenes, hay ciertas tolerancias y ah¨ª se puede mejorar. Aunque la madera se comporte bien, siempre podemos afinar m¨¢s con los materiales modernos¡±.
Parece que el mercado y los resultados deportivos les est¨¢n dando la raz¨®n, y en Abordo el tel¨¦fono no deja de sonar. ?ltimamente, han completado un pedido para Polonia y ya hay navegantes interesados en Australia. Estos ¨²ltimos llegaron a las redes sociales de la empresa gracias a la atenci¨®n que la inminente Copa Am¨¦rica en Barcelona (entre cuyas actividades sat¨¦lite est¨¢ prevista una regata de 300 patines en aguas de la ciudad) est¨¢ proyectando hacia la vela catalana.
Una afici¨®n muy accesible
Para muchos, la n¨¢utica sigue siendo una afici¨®n elitista y excluyente, asociada a los grandes yates, o demasiado compleja para un mundo en el que el tiempo libre escasea. Frente a estos t¨®picos, S¨¢nchez indica que el pat¨ªn es una de las mejores soluciones: ¡°Respecto a otros barcos m¨¢s sofisticados, como los Hobie Cat, hay una diferencia importante por calidad/precio. Es mucho m¨¢s f¨¢cil y econ¨®mico acceder a navegar. Adem¨¢s, es mucho m¨¢s sencillo: subes una vela y tienes el barco montado. Y con muy poquito viento enseguida el barco camina. Con otros catamaranes necesitas m¨¢s viento: aqu¨ª puede salir una persona sola, que tiene el barco listo para irse al agua, con otra persona o con dos ni?os, en menos de 10 minutos¡±.
Seg¨²n los expertos, un curso de iniciaci¨®n de ocho horas es suficiente para que un novato logre dirigir con su cuerpo el barco y, a partir de ah¨ª, la progresi¨®n es infinita: cursos de perfeccionamiento, alquiler y, llegado el momento, adquirir un pat¨ªn ¡°por 8.500 euros en el caso del b¨¢sico, m¨¢s que suficiente para pasear, o por 10.000 para los m¨¢s enfocados a regatas¡±. Adem¨¢s, contin¨²a S¨¢nchez, ¡°cualquiera puede navegar, no hay una edad ni una condici¨®n f¨ªsica. Incluso se est¨¢ trabajando en patines adaptados. David Anglada es un regatista invidente y es sorprendente lo bien que se orienta, te quedas alucinado de la sensibilidad que tiene¡±.
En cuanto a la flota, la mayor¨ªa se concentra en Catalu?a y en el resto de Espa?a es m¨¢s bien escasa, aunque existe una curiosa excepci¨®n: Andaluc¨ªa cuenta con una larga tradici¨®n de pat¨ªn, especialmente en la zona del Estrecho, de la que proceden los campeones como Calero, que vencen cuando m¨¢s fuerte es el viento. ¡°La afici¨®n surgi¨® cuando unos catalanes hicieron el ascenso del Guadalquivir, de Sanl¨²car a Sevilla, en un pat¨ªn [una traves¨ªa que se sigue haciendo con forma de regata y puede llevar m¨¢s de 10 horas] y la gente se fij¨® mucho, gust¨® y empez¨® a comprarlos. Vamos, que se sabe el d¨ªa que llegaron¡±, comenta el regatista.
Entonces, ?cu¨¢l es el futuro para esta modalidad de navegaci¨®n relativamente barata, respetuosa con el medio y tradicional, pero renovada por fabricantes ilusionados y modernos como Abordo? En principio, esperanzador, pero no tan brillante como podr¨ªa parecer: ¡°Nos encantar¨ªa que cada vez hubiera m¨¢s patines en las playas. Pero, aunque parece mentira, teniendo Espa?a tantos kil¨®metros de costa, cada vez se complican m¨¢s las cosas para la gente que quiere navegar. En cualquier pueblo de Francia hay rampas p¨²blicas en la arena, y aqu¨ª apenas existen. Adem¨¢s, hay mucha burocracia y la Ley de Costas tambi¨¦n perjudica a muchos clubes. Parece que quienes toman las decisiones en los despachos no se han mojado nunca los pies, y no saben lo que es la vela. D¨®nde van a estar los barcos de vela, sino junto al mar¡±, explica S¨¢nchez, un poco indignado.
Pero, aunque esta falta de apoyo de las administraciones p¨²blicas a la navegaci¨®n de base contrasta con el entusiasmo con el que se lanzan a organizar grandes eventos, todav¨ªa es posible disfrutar del pat¨ªn en decenas de escuelas o disponer de un peque?o espacio de varada en alguno de los muchos clubes a lo largo de las costas espa?olas. Sea como sea, con cascos de madera o con cascos de fibra, con neopreno o con ba?ador, la diversi¨®n est¨¢ en el agua.