El Puerto de Santa Mar¨ªa, cien palacios y mucho arte
Mar¨ªtima y bulliciosa, la ciudad gaditana alberga la casa de Rafael Alberti, una galer¨ªa dedicada al ic¨®nico toro de Osborne, playas de arena fina y tapeo en bares del siglo XIX
A veces palaciega y noble, otras popular y abierta. Mar¨ªtima y cosmopolita, Juan de la Cosa dibuj¨® aqu¨ª el primer mapamundi donde aparec¨ªa Am¨¦rica; pero a su vez tan agr¨ªcola e industrial como para presumir de vi?as y bodegas. Hist¨®rica como para lucir legados fenicios, romanos y medievales, pero tambi¨¦n actual, pues aqu¨ª naci¨® el poeta Rafael Alberti y hoy es un polo del arte contempor¨¢neo. El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz) lleva con orgullo su car¨¢cter mestizo. Es dif¨ªcil no encontrar un plan atractivo en esta ciudad de 88.300 habitantes, kilom¨¦tricas playas y calles bulliciosas donde la gastronom¨ªa, la cultura y el ocio se entreveran sin cesar.
9.00?Desayuno bajo el castillo
Disfrutar de un desayuno a la sombra de las almenas de un castillo del siglo XIII, y ante la atenta mirada del busto del rey Alfonso X el Sabio, es comenzar con buen pie. La Chicha Yey¨¦ (Ca?as, 1) (1) es ese lugar donde disfrutar de variados brunch caseros: granolas con fruta, brioches ¡ªde salm¨®n, beicon, aguacate¡ª, tartas o cruasanes, todo de su propio obrador. La ruta puede seguir despu¨¦s por el cercano castillo de San Marcos (2). Alfonso X lo construy¨® como iglesia fortaleza sobre una antigua mezquita de la que a¨²n se conservan restos. Las valiosas Cantigas de Santa Mar¨ªa hablan de este importante monumento que se puede visitar actualmente con reserva previa (entrada, desde 8 euros; ).
10.30?Or¨ªgenes fenicios
El castillo marca el origen medieval de El Puerto, pero el pasado de la ciudad es tan antiguo que tambi¨¦n conserva huellas romanas ¡ªPortus Gaditanus¡ª y fenicias, origen del asentamiento. Para conocer el cercano yacimiento fenicio de Do?a Blanca (3) ¡ªentrada gratuita, solo visitable de ma?ana¡ª es necesario desplazarse en coche o taxi a la falda de la sierra de San Crist¨®bal, a unos siete kil¨®metros del centro de la ciudad. Los restos de la muralla, viviendas y calles que se ven excavados son solo una peque?a parte de lo que, en el siglo VII antes de Cristo, lleg¨® a ser una importante ciudad fenicia dotada de un gran puerto fluvial.
12.00 En casa del poeta
De vuelta a la ciudad, la Fundaci¨®n Rafael Alberti?(4), ubicada en su antigua casa (Santo Domingo, 25), atesora valiosas obras del poeta portuense, aglutinadas en sus salas expositivas y la biblioteca. A pocos pasos, el domicilio de juventud del dramaturgo Pedro Mu?oz Seca es hoy Casa de Indias, un hotel y centro de arte contempor¨¢neo con colecci¨®n permanente y exposiciones temporales.
13.30 Toro Gallery
Patrimonio, vino de Jerez, historia de la publicidad y arte. Este variado c¨®ctel aguarda en Bodegas Osborne (5), uno de los monumentos m¨¢s visitados de la ciudad (Los Moros, 7). El bello conjunto arquitect¨®nico permite zambullirse en la elaboraci¨®n de sus afamados vinos ¡ªcata incluida¡ª entre barricas centenarias. Las instalaciones acogen tambi¨¦n la Toro Gallery, centro de interpretaci¨®n sobre el origen e imbricaciones culturales de su famoso toro de las carreteras. Por cierto, de las 94 vallas que existen, El Puerto es el municipio que m¨¢s tiene: casi una decena (sin contar las del museo).
14.00 Hora de comer
Como es dif¨ªcil decantarse por una sola opci¨®n, mejor probar varias con un tapeo por las calles del centro. El inicio ineludible es el Bar Apolo (Palacios, 44) (6), original del siglo XIX, donde conviene probar su tortilla casera, los tacos de at¨²n de almadraba o el Santamar¨ªa (c¨®ctel de chistorra y huevo). La ruta puede seguir por la Tasca Matute y su ensaladilla de ib¨¦ricos (Luna, 4) (7), el famoso restaurante Romerijo ¡ªcualquier opci¨®n de marisco es buena ¡ª o Casa Ceballos (Ribera del Marisco, 6) (8), cuya pav¨ªa de merluza destaca entre sus frituras.
16.00 Tarde de chiringuito
El Puerto cuenta con 15 kil¨®metros de playas de arena blanca y fina, muchas de ellas a salvo del furibundo viento de levante. Excepto en el caso de La Puntilla (9) ¡ªa 20 minutos andando del centro¡ª, es necesario coche, bus o bicicleta para llegar al resto de arenales. Cada uno tiene su encanto, como la playa de Los Toru?os (10), en pleno parque natural, o la del Ancla (11), donde el chiringuito TK3 Beach?ofrece buenos c¨®cteles entre chapuz¨®n y chapuz¨®n.
19.30 Paseo palaciego
Conocida como ¡°la ciudad de los 100 palacios¡±, el sobrenombre de El Puerto no es un mero lema. Perderse por sus calles y asomarse a todo aquel zagu¨¢n ¡ªaqu¨ª llamado casapuerta¡ª que est¨¦ abierto es obligatorio para descubrir el legado patrimonial que dejaron los cargadores de Indias que comerciaban con Am¨¦rica; en este caso, con vinos de Jerez. Destacan la Casa de los Leones y su fachada barroca del siglo XVII (La Placilla, 2) (12); el palacio de Purullena (calle de las Cruces) (13), con su bello patio del XVIII, o el de la Marquesa de Candia (hoy Museo Municipal; Pagador, 1) (14). Una parada en ese camino es la iglesia Mayor Prioral, cuya portada plateresca, su retablo de plata mexicana, la siller¨ªa coral o el baldaquino neocl¨¢sico dan buena cuenta de ese esplendor comercial del que disfrut¨® El Puerto.
21.30 Cenas premium
Los molinos de mareas eran una pieza esencial de las salinas que jalonaban las marismas de la bah¨ªa de C¨¢diz. Una de ellas, ubicada en la calle de Francisco Cossi Ochoa (15), acoge ahora el restaurante Aponiente de ?ngel Le¨®n, el chef del mar. Su men¨² del d¨ªa ¡ªdesde 315 euros por persona¡ª es una experiencia sensorial. Otras opciones premium para un homenaje a precios m¨¢s asequibles son El Faro de El Puerto?(16) o Casa Flores ?(17), ic¨®nicos establecimientos.
24.00 M¨²sica en el Milwaukee
La vida en El Puerto se articula en torno al r¨ªo Guadalete. Y sus noches, tambi¨¦n. En el centro, destacan la Sala Milwaukee (con m¨²sica en directo; Bajamar, 10) (18), Embarcadero (19), Royal (20) o Banana (21), todos ubicados a escasos metros. A pocos minutos en coche, cerca de la urbanizaci¨®n Puerto Sherry, el chiringuito Phi Phi Beach (22) luce un animado ambiente a la vera del mar.
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