C¨®mo crear un coche el¨¦ctrico

El esplendor del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza: la belleza de la velocidad¡­ Un autom¨®vil rugiente que parece correr como la metralla resulta m¨¢s hermoso que la Victoria de Samotracia¡±. Esta es la idea esencial que all¨¢ por 1910 defend¨ªa el movimiento futurista. El principal representante era Giacomo Balla (1871-1958) y su abstracci¨®n, que degenerar¨ªa hacia un realismo casi fascista. Pero firm¨® el hist¨®rico tr¨ªptico Velocidad abstracta (1913). El pintor propone un extraordinario trampantojo que recrea la visi¨®n de un espectador ante el paso de un veh¨ªculo a gran velocidad. El coche, el espacio, el movimiento, el ruido. Todo ocurre en las telas. Hoy ese autom¨®vil ser¨ªa el¨¦ctrico y ¡°sordo¡±. Sin embargo, se traslada a gran velocidad; cada vez m¨¢s universidades, fabricantes y centros privados ofrecen los conocimientos necesarios para saber montar este transporte de un futuro muy cercano.

La Universidad Nebrija es una de las que est¨¢n bien situadas en la l¨ªnea de partida. Desde hace una d¨¦cada imparte el grado de Ingenier¨ªa. Y en ¨¦l se incluyen materias con las que aprender a fabricar este modelo enchufado al ma?ana. Veh¨ªculos el¨¦ctricos, Sistemas de Veh¨ªculos y Componentes I y II, Motores, M¨¢quinas El¨¦ctricas, Electr¨®nica, Reglamentaci¨®n¡­ Un universo que tiene su espacio en el mundo laboral. El 58% de sus estudiantes (afirma el centro) consigue empleo en los tres primeros meses, el 92% durante los nueve restantes y la empleabilidad en un a?o resulta total. Su estrategia es la cercan¨ªa. ¡°Estamos muy pr¨®ximos a la industria. Para Nebrija, el cliente es el sector industrial, porque vendemos empleabilidad¡±, insiste Carlos Lli, director del grado de Ingenier¨ªa del Autom¨®vil. Son pupitres privados y el precio anual es el que es. Grado de Ingenier¨ªa del Autom¨®vil (12.980 euros), doble grado de Ingenier¨ªa Mec¨¢nica e Ingenier¨ªa del Autom¨®vil (14.150 euros), el mismo coste del grado de Ingenier¨ªa en Dise?o Industrial y Desarrollo del Producto con grado de Ingenier¨ªa del Autom¨®vil¡­ En total, cuatro a?os y 240 cr¨¦ditos.

Todas las ofertas formativas, privadas o p¨²blicas, se mueven sobre la pr¨¢ctica: construir se aprende construyendo. La Universidad Francisco de Vitoria (UFV) ¡ªque tiene unas instalaciones muy avanzadas¡ª prepara un coche el¨¦ctrico propio que compita este a?o en la F¨®rmula Student. Correr¨¢ frente a otras 100 universidades. ?C¨®mo ganar la pole position? Proponen el grado de Ingenier¨ªa de Sistemas Industriales (especialidad Automoci¨®n). Un t¨ªtulo oficial, 240 cr¨¦ditos, dura cuatro a?os, cuesta 13.000 euros anuales y se puede estudiar en espa?ol o ingl¨¦s. En tercero ¡ªaseguran¡ª los alumnos ya efect¨²an pr¨¢cticas en Espa?a o fuera. ¡°Nadie ha conseguido, por ahora, ofrecer una experiencia de aprendizaje como ¨¦sta a todos los estudiantes apasionados del motor¡±, defiende Antonio Naranjo, director de Ingenier¨ªa Industrial de la UFV.

Iniciativas emergentes

Pero la competencia tiene la ambici¨®n de la Victoria de Samotracia. Quiere ser eje. Seat tiene su propia escuela, ¡°y el proceso de selecci¨®n resulta muy exigente¡±, destaca Ismael Lara, responsable de Formaci¨®n, Cultura y Desarrollo del fabricante automovil¨ªstico. Los alumnos llegan con la cadencia de las gotas y el talento. No cesan, pero resulta dif¨ªcil. Acuden de la Formaci¨®n Profesional dual, de cursos universitarios completos e incluso algunos chicos han abandonado su primer a?o de universidad para integrarse en Seat. Desde la base varios han llegado a posiciones directivas. Por fortuna, cada vez queda m¨¢s lejos un espacio masculinizado. Unas 3.000 trabajadoras (21%) son ya mujeres. Pocas empresas del sector tienen estas tasas. Y la savia nueva y de siempre es la que empuja el tallo que hace crecer una planta digital. ¡°En cuatro meses, una persona, con ganas e inter¨¦s, de la l¨ªnea de montaje ha aprendido a programar el software esencial del veh¨ªculo¡±, relata Ismael Lara, responsable de Formaci¨®n, Cultura y Desarrollo de Seat. Los empleados aprenden el c¨®digo de programaci¨®n que usan los coches, una forma de asegurarse el ma?ana.

Quiz¨¢ por eso en el Instituto Universitario de Investigaci¨®n del Autom¨®vil (Insia), de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, corren en silencio. En sus encerados se cursa un reconocido M¨¢ster en Ingenier¨ªa de Automoci¨®n. Dura dos a?os, cuesta unos 10.500 euros, y no est¨¢ reconocido oficialmente porque muchos profesores (un 50%, seg¨²n sus propios c¨¢lculos) son profesionales activos en el sector y no docentes acad¨¦micos. Cada ese tiempo dise?an un veh¨ªculo monoplaza de competici¨®n el¨¦ctrico. La raz¨®n es que t¨¦cnicamente es, m¨¢s o menos, similar a un coche ¡°enchufado¡± cl¨¢sico. ¡°Adem¨¢s, un veh¨ªculo urbano resulta m¨¢s complicado y exige mayores fondos¡±, resume Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez, director del Insia. El porcentaje de empleabilidad es el de muchas escuelas: un 100%. La pena es que en una clase de 25 alumnos ¡ªde entre 22 y 25 a?os¡ª solo cinco o seis sean mujeres. ¡°Nos gustar¨ªa que fueran m¨¢s¡±, admite el responsable. Ese lastre pesa, pero cada vez se siente m¨¢s ligero.

Laura L¨®pez tiene 21 a?os y desborda la ilusi¨®n de una piscina infinita. Forma parte de la Escuela de Ingenier¨ªa-Tecnun (Universidad de Navarra), situada en San Sebasti¨¢n, que participa en el proyecto Tecnun eRacing. Cursa 3? de Ingenier¨ªa de Organizaci¨®n Industrial. El objetivo es construir un monoplaza el¨¦ctrico. Cada equipo se reparte las tareas. El aler¨®n, la programaci¨®n, la ¡°pila¡±; y con ¨¦l compiten contra otras universidades en la categor¨ªa Formula Student. ¡°Es un proyecto que me hace mucha ilusi¨®n¡±, apunta Laura. ¡°Te sirve para aprender, salir de clase y a?ade a tu curr¨ªculo algo muy especial¡±.

Y nadie se siente tan especial en el mundo el¨¦ctrico como Tesla. Su crecimiento es un avance que revela hacia d¨®nde se dirige la corriente y sus vatios. ¡°Hoy en d¨ªa, contamos con centros de servicios en Madrid, Barcelona y Sevilla, pero tenemos previsto abrir m¨¢s ubicaciones en un futuro pr¨®ximo¡±, avanza Charles Delaville, director de contenidos y programas de la firma de Elon Musk. Es una manera de reparar el coche en cualquier momento y en cualquier lugar. Es una manera de demostrar que la electricidad ni se crea ni se destruye, solo se transforma.