Patios inclusivos que abrazan la naturaleza
Las escuelas redise?an sus espacios de recreo con vegetaci¨®n, fomento del juego libre y actividades que favorecen la diversidad
Son ya cl¨¢sicas las quejas de padres y madres sobre el excesivo protagonismo del cemento y el f¨²tbol en los patios de las escuelas espa?olas. La novedad es que familias, docentes, alumnos y pedagogos est¨¢n ideando espacios para el tiempo de recreo que admitan la diversidad, las actividades participativas e inclusivas y donde los ni?os puedan relacionarse con elementos de la naturaleza.
La raz¨®n para haberlos convertido en una pista de hormig¨®n es, seg¨²n Bel¨¦n Ballesteros, profesora de la asignatura de Patios escolares en el grado de Educaci¨®n infantil de la UNED, solo un criterio econ¨®mico: la facilidad de mantenerlos a bajo coste. ¡°Adem¨¢s, sin saber por qu¨¦, hemos antepuesto la limpieza por encima de los aprendizajes, como si mancharse o llevar arena en el pelo, por ejemplo, fuera un problema. Ahora es cuando est¨¢n empezando a repensarse desde perspectivas diversas¡±, asegura.
Como explica Alba Navarrete, arquitecta urbanista especializada en g¨¦nero e infancia y al frente de diversos proyectos de transformaci¨®n de patios escolares tanto en Madrid como en el Pa¨ªs Vasco, no se trata solo de ofrecer un espacio seguro o saludable, sino de hacer de los patios ¡°un lugar significativo en el que merezca la pena jugar, aprender y socializar junto a otros; un espacio que no est¨¦ separado del acto educativo, sino que tome el protagonismo que merece¡±, reivindica. Porque, como resaltan varios de los expertos consultados, las experiencias vividas durante los recreos van a permanecer en nuestra memoria, mientras que buena parte de los conocimientos curriculares se olvidar¨¢n.
En opini¨®n de Navarrete, el dise?o de los patios y entornos escolares debe atender a las distintas intensidades de juego, ¡°generando espacios activos, semiactivos y tranquilos, ofreciendo oportunidades de movimiento libre y potenciando el juego no reglado, coeducativo, no estereotipado y compartido entre g¨¦neros y generaciones¡±.
La experta de la UNED cree que en Espa?a hay cada vez mejores experiencias. Y menciona al movimiento Patios por el Clima que pone el foco en la renaturalizaci¨®n. ¡°Hay colegios que lo est¨¢n haciendo de forma ejemplar, aprovechando este proceso de cambio para generar sensibilidad y pr¨¢ctica ecosocial en toda la comunidad educativa¡±, reconoce.
Los ni?os y ni?as aprenden conocimiento del medio desde un entorno natural, ¡°cuidando el huerto, el gallinero, la charca de renacuajos, el mariposario. Otros tienen un banco de semillas vecinales para no perder los cultivos locales. Muchos incorporan el huerto y aprenden agricultura como parte del curr¨ªculo. Si hay suerte, hasta tenemos un bosque donde aprender otros ecosistemas¡±, remarca Ballesteros.
Para Ita S¨¤nchez, coordinadora pedag¨®gica de Patis Naturals, es fundamental que los espacios naturalizados no solo sean est¨¦ticamente atractivos o dise?ados para la fotograf¨ªa final, sino que realmente aporten practicidad y bienestar a toda la comunidad educativa. ¡°Si hay plantas, habr¨¢ biodiversidad; si hay tierra, podremos observar gusanos; si hay ¨¢rboles, vendr¨¢n los p¨¢jaros; si creamos diferentes desniveles, favoreceremos experiencias que provoquen una motricidad natural como trepar, saltar, hacer equilibrios, etc¨¦tera¡±, detalla.
Impulsar la sociabilizaci¨®n
Adem¨¢s, se ha demostrado que estos proyectos de naturalizaci¨®n no solo contribuyen a la sostenibilidad, el bienestar y al bien com¨²n, sino que tambi¨¦n generan cambios positivos en la sociabilizaci¨®n; ¡°reducen las situaciones de tensi¨®n y ampl¨ªan las oportunidades de desarrollo¡±, apunta Ana Mar¨ªa Novella, profesora de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad de Barcelona (UB) y responsable del proyecto europeo IMCITIZEN, que busca promover una identidad de ciudadan¨ªa democr¨¢tica entre los ni?os y ni?as.
Novella ve una evoluci¨®n clara de los patios ¡°hacia entornos m¨¢s inclusivos y diversos, donde el juego es central, con una distribuci¨®n y usos que fomentan interacciones m¨¢s equitativas entre ni?os y ni?as¡±. Eso s¨ª, la experta cree que la transformaci¨®n de estos espacios debe ser ¡°un proceso participativo de cocreaci¨®n y de gesti¨®n colectiva¡±, como demuestra la experiencia del proyecto Transformamos los patios, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona desde 2020. ¡°Esta iniciativa ha permitido a la comunidad educativa [equipo directivo, profesorado, familias y alumnado] reflexionar conjuntamente sobre el uso y la mejora del patio¡±, desgrana Novella, y, por tanto, implicarse m¨¢s.
Otros colegios idean maneras alternativas para que el alumnado disfrute del patio de la escuela y, adem¨¢s, aprenda. Por ejemplo, ¡°disponer de un peque?o anfiteatro abre la posibilidad de trabajar muchos contenidos, como lecturas, teatros, danzas, expresi¨®n pl¨¢stica, m¨²sica¡ La decoraci¨®n muchas veces viene en forma de mural o grafiti por parte de los ni?os, ni?as y familias. ?Qu¨¦ mejor lienzo que convertir un muro aburrido en una obra de arte!¡±, opina Bel¨¦n Ballesteros.
Para Clara Pons-Mesman, especialista en juego libre en espacios exteriores y autora del libro ?Sal a jugar!, es fundamental prever zonas de encuentro, como casitas, caba?as o bancos, que ¡°a los m¨¢s peque?os les inviten al juego imaginativo o simb¨®lico, mientras que a los mayores les permitan tener espacios de socializaci¨®n y conversaci¨®n¡±, diferencia. Y sin olvidar nunca que en un patio escolar el juego libre es esencial en el desarrollo infantil; ¡°no se trata de una actividad de mero esparcimiento, sino que los ni?os aprenden muchas habilidades y conocimientos mientras juegan¡±, apuntilla.
El banco de la amistad
Una de las iniciativas que están cobrando relevancia en algunas escuelas es el banco de la amistad, un punto de referencia para aquellos niños y niñas que se sienten solos y buscan con quién jugar. Este recurso no solo facilita la inclusión y la apertura a nuevas amistades, “sino que también sirve para detectar y abordar situaciones de aislamiento o acoso. Su objetivo es fomentar el buen trato y el cuidado entre iguales, promoviendo un patio más acogedor, donde todos los niños y niñas encuentren su lugar y se sientan parte de la comunidad escolar”, añade Ana María Novella, miembro del Grupo de Investigación en Educación Moral (GREM) de la Universidad de Barcelona.