El a?o sab¨¢tico saca un sobresaliente
Aunque sin arraigo a¨²n en Espa?a, aporta independencia, multiculturalidad y aprendizaje frente a problemas futuros, como el estr¨¦s laboral
Elogio de pararse. Virtud de tomar distancia y reflexionar. Dedicar tiempo a conocerse y pensar que la secuencia A+B+C=D puede estar equivocada en la educaci¨®n, y en la vida. Hay mucho de la ¨¦tica de los grandes pensadores griegos detr¨¢s del a?o sab¨¢tico. Aprender, viajar, encontrar prop¨®sito a la existencia.
Espa?a carece de esta tradici¨®n, arraigada en el norte de Europa o Estados Unidos. Inglaterra es un pa¨ªs donde est¨¢ muy asentado en los pupitres. En el acceso a la Universidad, re...
Elogio de pararse. Virtud de tomar distancia y reflexionar. Dedicar tiempo a conocerse y pensar que la secuencia A+B+C=D puede estar equivocada en la educaci¨®n, y en la vida. Hay mucho de la ¨¦tica de los grandes pensadores griegos detr¨¢s del a?o sab¨¢tico. Aprender, viajar, encontrar prop¨®sito a la existencia.
Espa?a carece de esta tradici¨®n, arraigada en el norte de Europa o Estados Unidos. Inglaterra es un pa¨ªs donde est¨¢ muy asentado en los pupitres. En el acceso a la Universidad, recuerda Nicholas Barr, profesor de Econom¨ªa P¨²blica en la London School of Economics (LSE), los j¨®venes se la juegan, en gran medida, en los ex¨¢menes p¨²blicos que enfrentan en mayo y junio. ¡°Son de alto nivel y de ellos puede depender su futuro¡±. Y a?ade: ¡°Ese tiempo personal da a los estudiantes un descanso para coger aire despu¨¦s de unas pruebas agotadoras emocionalmente¡±.
En ingl¨¦s, se llama a ese a?o gap year; espacio, hueco, grieta, vac¨ªo. Las aceptaciones cuentan. Alemania, Escandinavia y los pa¨ªses anglosajones valoran esta necesidad. Nuestro pa¨ªs sufre esas palabras, no las disfruta. ¡°Espa?a no puede permitirse estos lujos, a no ser que sea a trav¨¦s de alguna organizaci¨®n que cubra parte de los gastos, por ejemplo, el voluntariado¡±, reflexiona Mauro Guill¨¦n, decano de la Universidad de Cambridge. ?El alto paro juvenil, la precariedad y la exigencia de buscar inmediatamente un puesto de trabajo? ?Hablamos de econom¨ªa o de ser? ¡°Detr¨¢s pesa un tema cultural. No todo son cuentas. Las familias resultan el primer obst¨¢culo. Muchas desconocen el valor de ese tiempo propio¡±, revela Beatriz Plagaro, responsable de admisiones internacionales de la Universidad de Navarra. ¡°Bastantes chicos ignoran c¨®mo es el planeta real¡±. Jam¨¢s, pensemos, han vivido fuera de sus familias o en otras naciones. Y a su entorno, a?o sab¨¢tico le suena a diversi¨®n y una tierra que es una fiesta infinita de 365 d¨ªas.
Un pa¨ªs de exploradores, como ¨¦ste, varados en secano. ¡°Es una gran oportunidad para aprender a manejar la presi¨®n, el estr¨¦s que se encontrar¨¢n en el trabajo diario¡±, resume Abel Dom¨ªnguez, psic¨®logo sanitario. ¡°Salir de su espacio de confort tambi¨¦n puede ser duro: al igual que la vida¡±, avisa.
Clara Ceballos sabe de qu¨¦ hablamos si hablamos de dureza. Trabaj¨® dos veranos a jornada completa como socorrista para ahorrar dinero cuando cursaba 3? y 4? de la ESO. Vocacional del periodismo, quer¨ªa mejorar su ingl¨¦s. El Reino Unido carec¨ªa de buen clima y sentido de aventura. En 2015 escogi¨® Australia y Nueva Zelanda. Despach¨® tres meses en una cafeter¨ªa-restaurante en S¨ªdney. Despu¨¦s, un mes camino hacia Nueva Zelanda. Y de all¨ª a la Gold Coast, donde aprendi¨® a surfear. Siempre con su visado de turista y su curiosidad. ¡°Est¨¢s sola, independiente de la familia, interiorizas el amor por la aventura, abres la ventana a otras formas de pensar, conoces a mucha gente; me servir¨¢ el resto de mi vida¡±, admite. Hoy, con 26 a?os, lleva dos en pr¨¢cticas en Radio Nacional de Catalu?a y piensa opositar (tras convalidar su certificado de estudios de periodismo en la Plymouth Mayor University) para ser fija. Cuando cuelga el tel¨¦fono, su voz no suena como otras mil.
Desafiar a la tradici¨®n
Restan dudas. Pedro Aznar, profesor y decano asociado de grados y bachelors de Esade, apunta con tiza algunas de ellas sobre el encerado de pizarra negra. Cree que resulta complicado decidir si tomarse ese a?o sab¨¢tico es mejor que la tradici¨®n espa?ola de incorporarse directamente a la Universidad. ¡°La respuesta depende de la madurez del alumno¡±. Y apostilla: ¡°Si est¨¢ bien planteado, les enriquece el curr¨ªculo, maduran y toman decisiones m¨¢s sosegadas sobre su futuro¡±.
La aventura puede ser pura o estar dirigida. Sab¨¢tica, cuya web anuncia: ¡°El espacio donde encontrar¨¢s las respuestas para hacer unas pr¨¢cticas, un voluntariado o formarte en el extranjero¡±, es una firma privada y hay que asumir la matr¨ªcula y la gesti¨®n. Para un au pair en Estados Unidos ¡ªseg¨²n la plataforma¡ª ser¨ªan 775 euros. ¡°Estamos tan encasillados y dirigidos que el a?o sab¨¢tico resulta una oportunidad para despojarse de todas las etiquetas y descubrir realmente qui¨¦n es uno mismo¡±, afirma Meritxell Morera, fundadora.
Eso buscaba Enrique Miranda en 2020. Ten¨ªa 18 a?os. Hijo del vicedecano de la Universidad de Navarra, su padre fue invitado a la ciudad neoyorquina de Ithaca. All¨ª ense?a en Cornell, una de las universidades m¨¢s prestigiosas del pa¨ªs. Miranda se march¨® con la familia. Sus recuerdos son los de tocar el mundo con las manos. Un shock. Alguien hab¨ªa encendido una luz. ¡°Mi ingl¨¦s dio un subid¨®n. Y la diversidad fue una pasada. Ven¨ªa de Pamplona, de colegios solo para chicos, y ver toda esa multiculturalidad era extraordinario¡±, rememora. Ahora completa el doble grado (cinco a?os) de Educaci¨®n y Pedagog¨ªa en Navarra. No ha ¡°perdido¡± un a?o; lo ha ganado. A+B= D.
Falta otra historia. Lleva tambi¨¦n a Australia. Es 2017 e In¨¦s Janer tiene 18 a?os. Cercana al Opus Dei, empieza a trabajar en la lavander¨ªa de un centro de la Obra. Cambia a S¨ªdney. Un piso m¨ªnimo con 13 chicas. Sirve en una cafeter¨ªa. ¡°No ten¨ªa ni armario, esa funci¨®n la hac¨ªa mi maleta abierta¡±, recuerda. Estuvo nueve meses y aprob¨® su t¨ªtulo de ingl¨¦s de Cambridge. E hizo lo que har¨ªa cualquier joven, vivir. ¡°A los 18 a?os sal¨ªa mucho de fiesta y gastaba el dinero sin control; se me fue de las manos¡±, admite. Pero era joven y seguro que aprendi¨® que la vida empezaba a acumular toda la iridiscencia del comienzo del mundo.
Euros de felicidad
La ilusión del sabático contra esa ancla que es el dinero. Si planeas un año sabático, recomienda Manuel Morales, responsable global de Producto Digital de BBVA, es importante ordenar antes cuánto dinero necesitarás para hacer frente a los gastos, teniendo en cuenta la bajada de ingresos o, incluso, su desaparición. Ayuda un colchón de liquidez de, al menos, 12 meses, y afrontar los desembolsos fijos. Y aconseja, la regla 50/30/20. Destinar el 50% a costes imprescindibles (casa, alimentación, suministros), un 30% a cuentas menos esenciales (moda, ocio, viajes) y el 20% restante al ahorro. “Hay que analizar bien qué gastos son básicos y cuáles podemos dejar a un lado hasta que, al menos, volvamos a tener ingresos”, subraya. Pero la verdadera moneda acuña la felicidad y la juventud. Eso es un sabático. “Recuerdo haber ido una tarde en taxi entre edificios muy altos bajo un cielo malva y rosa; me eché a llorar porque tenía todo lo que quería y sabía que no sería tan feliz nunca más”. Esto escribió Francis Scott Fitzgerald con 26 años.