La miner¨ªa horada en busca de nuevo talento
La estigmatizaci¨®n del sector y la exigua educaci¨®n geol¨®gica a edades tempranas ha provocado un d¨¦ficit de profesionales en Espa?a, dependiente en materiales cr¨ªticos
Ulpiano Cano (26 a?os) estudi¨® Geolog¨ªa en la Universidad de Salamanca de milagro. Cuando era peque?o le fascinaban las lecciones del colegio en las que descubr¨ªan el funcionamiento de las placas tect¨®nicas y los distintos tipos de minerales. Sin embargo, despu¨¦s de esas clases introductorias, la geolog¨ªa desapareci¨® de su vida y no volvi¨® hasta los d¨ªas en los que intentaba decidir lo que quer¨ªa estudiar. ¡°No me convenc¨ªa nada de lo que ve¨ªa a mi alrededor. Hasta que me cruc¨¦ con el hijo de un amigo de mis padres, que hab¨ªa estudiado Geolog¨ªa¡±, rememora. Empez¨® a darle vueltas a esa opci¨®n extra?a hasta que se decidi¨®. ¡°Me met¨ª un poco a ciegas¡±, reconoce. Ahora est¨¢ terminando un m¨¢ster especializado en exploraci¨®n de hidrocarburos y miner¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Cuando termine sus estudios, lo m¨¢s probable es que no le cueste mucho encontrar trabajo. El sector minero en Espa?a ¡ªy la geolog¨ªa en general¡ª tiene un d¨¦ficit de profesionales que han constatado todos los expertos que han hablado con EL PA?S para este reportaje. No hay datos concretos sobre las vacantes que han quedado sin cubrir en las empresas que operan en este sector, pero sus profesionales llevan a?os viviendo en la escasez. Las causas que intentan explicar el problema son variadas. Alfonso Mu?oz, catedr¨¢tico de Geolog¨ªa en la UCM, apunta una: ¡°Hace 20 a?os, Europa decidi¨® que la miner¨ªa era una cosa vieja y sucia y la condenamos al olvido. Ahora nos estamos dando cuenta de que somos absolutamente dependientes de terceros pa¨ªses para abastecernos¡±, lamenta.
La demanda actual de profesionales en la miner¨ªa, asegura Mu?oz, se divide en dos vertientes. Por un lado, la exploraci¨®n y extracci¨®n de recursos minerales estrat¨¦gicos para otras industrias, especialmente las que son intensivas en tecnolog¨ªa. Por el otro, est¨¢n los trabajos que tienen que ver con el control ambiental de la explotaci¨®n ¡ªasegurar que se cumple la normativa vigente¡ª y comprobar que los trabajadores realizan su labor con el m¨¢ximo nivel de seguridad.
Carencias formativas
¡°Ahora mismo hay una demanda grande de estos profesionales, pero no se forman suficientes¡±, lamenta Mu?oz. En Espa?a solo se ense?a geolog¨ªa en universidades p¨²blicas debido a la baja demanda y el coste que suponen algunas de las clases que reciben los alumnos. Las visitas al laboratorio y las ¡°salidas a campo¡±, como denominan a los d¨ªas en los que se sale al exterior a recoger muestras, son m¨¢s que frecuentes y tiene un coste elevado. No todas las universidades p¨²blicas ofrecen el grado. Solo est¨¢ en Barcelona, Oviedo, Madrid, Salamanca, Zaragoza, Alicante, Granada, Huelva y en el Pa¨ªs Vasco. Cuando Cano empez¨® a estudiar en la Universidad de Salamanca, apenas eran 14 alumnos. ¡°Y el a?o que yo me gradu¨¦, a lo mejor ¨¦ramos cinco o seis¡±. Ahora, en el m¨¢ster que est¨¢ estudiando en Madrid son 12.
Nieves S¨¢nchez, presidenta del Colegio Oficial de Ge¨®logos, cree que el problema empieza en la base de la educaci¨®n, en el colegio. ¡°La biolog¨ªa y la geolog¨ªa siguen yendo juntas en el curr¨ªculo escolar y eso es un problema, porque relega a esta ¨²ltima¡±, opina S¨¢nchez. El efecto de esa carencia inicial tiene un efecto devastador cuando esos ni?os se convierten en adultos incapaces de dar a esta ciencia la importancia que le corresponde. ¡°La cultura geol¨®gica en Espa?a es minoritaria, y eso hace que fallemos a la hora de generar confianza en la ciudadan¨ªa para desarrollar los distintos tipos de proyectos¡±, opina S¨¢nchez. Ahora mismo, las minas y proyectos que est¨¢n abiertos se llevan en silencio, y la poblaci¨®n los recibe con m¨¢s cari?o en unos lugares que en otros.
Nueva normativa europea
La Ley Europea de Materias Primas Fundamentales, que fue aprobada en diciembre del a?o pasado, tiene el objetivo de mejorar la independencia de la regi¨®n en cuesti¨®n de minerales cr¨ªticos para la industria y el sector tecnol¨®gico. Estos minerales son el n¨ªquel, cobre, wolframio, cobalto, litio, o las tierras raras pesadas y ligeras. El problema est¨¢ claro: el 63% del cobalto mundial utilizado en bater¨ªas proviene de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. El 97% del suministro de magnesio que entra a la UE procede de China, y as¨ª sucede con el 100% de las tierras raras, dejando a la regi¨®n en un estado de ¡°vulnerabilidad estructural de las cadenas de suministros¡±, como constata la propia Comisi¨®n. Pablo N¨²?ez es jefe de Relaciones Institucionales de Cobre San Rafael, filial de Atalaya Mining que est¨¢ detr¨¢s del proyecto de extracci¨®n de cobre en Touro (A Coru?a). Tambi¨¦n es tesorero de la Federaci¨®n Europea de Ge¨®logos. ¡°Est¨¢ costando mucho encontrar profesionales. En otros pa¨ªses de Europa, especialmente en el norte (Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Holanda) hay mucha m¨¢s consciencia de lo importante que es conocer el subsuelo y poder depender de tus propias materias primas¡±. A Ulpiano Cano, que est¨¢ a punto de terminar un m¨¢ster especializado, le hubiera gustado saber este tipo de cosas antes de entrar en la carrera. ¡°No te digo que hay que tener una idea clara de todo, pero los chavales de 18 a?os ahora mismo saben c¨®mo respiran las plantas, pero no saben de d¨®nde viene el litio del que est¨¢ hecha la bater¨ªa de su m¨®vil¡±, apostilla.
M¨¢s que datos
En 2022, en España había 2.610 explotaciones mineras en producción, según el Ministerio para la Transición Ecológica. El sector generó 29.043 puestos de trabajo en dicho año. La mayoría pertenecieron a la extracción de materiales no metálicos (industriales, ornamentales, productos de cantera). Otras fuentes, como la Confederación Española de las Industrias de las Materias Primas Minerales (Primigea), aseguran que son 4.700 explotaciones mineras y fábricas que emplean a un total de 322.000 personas, entre empleos directos e indirectos. La producción total fue de 3.938 millones de euros en 2022, un 14,4% más que el año anterior. Eso refleja la tendencia al alza que vive el segmento en España y en el resto de Europa, donde la obsesión con la independencia de materias primas críticas es cada vez mayor.