Mucha preservaci¨®n, pero con escaso ¨¦xito
Espa?a es el pa¨ªs que m¨¢s aporta a la Red Natura 2000. Pero la diversidad de figuras y la mala gesti¨®n reducen su eficacia
La ecologista mexicana Julia Carabias, una de las autoras del informe Hacer las paces con la naturaleza, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), sostiene en un v¨ªdeo publicado por la agencia que el instrumento de pol¨ªtica p¨²blica m¨¢s efectiva para conservar la biodiversidad es la creaci¨®n de espacios naturales protegidos. Es decir, grandes extensiones de territorio donde las especies puedan relacionarse libremente con la menor intervenci¨®n humana ...
La ecologista mexicana Julia Carabias, una de las autoras del informe Hacer las paces con la naturaleza, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), sostiene en un v¨ªdeo publicado por la agencia que el instrumento de pol¨ªtica p¨²blica m¨¢s efectiva para conservar la biodiversidad es la creaci¨®n de espacios naturales protegidos. Es decir, grandes extensiones de territorio donde las especies puedan relacionarse libremente con la menor intervenci¨®n humana posible. En todo el mundo existen 271.791 ¨¢reas protegidas que ocupan alrededor de 50 millones de kil¨®metros cuadrados y cubren 245 pa¨ªses, seg¨²n datos a junio de Protected Planet, plataforma del PNUMA y la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN). Europa es la regi¨®n que m¨¢s aporta a esta contabilidad, con 162.401 ¨¢reas en 62 pa¨ªses, seguida por Am¨¦rica del Norte (52.958) y Asia Pac¨ªfico (35.652).
Espa?a tiene, seg¨²n Protected Planet, 4.108 espacios que cubren el 28% de su superficie terrestre y el 13% de su superficie marina, informaci¨®n que difiere de la oficial debido a diferencias metodol¨®gicas. De acuerdo con el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica (Miteco), el alcance del territorio protegido ser¨ªa del 36% y el 12%, respectivamente. En cualquiera de los dos casos, Espa?a cumplir¨ªa la recomendaci¨®n de la UICN de que se proporcione amparo legal al 10% de la superficie terrestre y marina como m¨ªnimo.
El logro es parcial en el caso de la Estrategia Europea de Biodiversidad 2030, que establece que en ese horizonte cada pa¨ªs socio de la UE alcance un 30% de cobertura tanto para la superficie terrestre como marina. ¡°En estos momentos cumplir¨ªamos con los objetivos terrestres, mientras que queda trabajo por hacer en la conservaci¨®n efectiva del ¨¢mbito marino¡±, afirma Rafael Mata, presidente de Europarc-Espa?a, foro profesional donde se discuten propuestas para la mejora de las ¨¢reas protegidas.
Seg¨²n Europarc, a diciembre de 2020 hab¨ªa declarados 16 parques nacionales, 152 parques naturales, 291 reservas naturales, 359 monumentos naturales, 61 paisajes, 2 ¨¢reas marinas y m¨¢s de 800 espacios con designaciones auton¨®micas. A estas categor¨ªas locales hay que sumar las de instrumentos internacionales como la Red Natura 2000, el programa de conservaci¨®n estrella de la Uni¨®n Europea, o las reservas de la biosfera y los geoparques de la Unesco. Muchos de estos valores coinciden en todo o en parte; es decir, que f¨ªsicamente se superponen, aunque los niveles de protecci¨®n no son los mismos. ¡°Esto genera un verdadero caos administrativo que necesita ser abordado de una forma transversal¡±, dice Alberto Gonz¨¢lez, investigador del Instituto de Geociencias y Medio Ambiente de Grenoble (Francia).
La diversidad de figuras legales no solo no ayuda a conciliar la estad¨ªstica nacional con la de Protected Planet, sino que tambi¨¦n puede causar confusi¨®n en la ciudadan¨ªa sobre lo que se puede y no se puede hacer dentro de cada una de ellas. ¡°Hay actividades como la caza o la pesca que est¨¢n prohibidas dentro de los parques nacionales, pero que dentro de la Red Natura 2000 s¨ª est¨¢n permitidas mientras no da?en los h¨¢bitats o especies que intenta proteger¡±, explica Theo Oberhuber, coordinador de proyectos de Ecologistas en Acci¨®n. Otro tanto ocurre con la explotaci¨®n forestal intensiva, que bajo ciertos l¨ªmites es posible dentro del programa europeo, pero no dentro de un parque natural espa?ol.
Calidad, no cantidad
De ah¨ª que lo importante no sea tanto que Espa?a sea el pa¨ªs socio de la UE que m¨¢s superficie aporta a la Red Natura 2000 ¡ªm¨¢s de 22 millones de hect¨¢reas, el 27% del territorio espa?ol¡ª, sino la gesti¨®n que se hace de ella y de la gran diversidad de instrumentos, considerando adem¨¢s que el m¨¢ximo nivel de protecci¨®n corresponde a los parques nacionales, que solo ocupan el 0,8% del territorio.
¡°Desde nuestro punto de vista, la gesti¨®n es uno de los principales problemas¡±, comenta Oberhuber. ¡°Por un lado, el reparto de competencias hace que esta recaiga en las comunidades aut¨®nomas y, como no se han establecido criterios comunes, en cada territorio el modelo es diferente. Y, por otro, una parte importante de los espacios carece de planes de gesti¨®n adecuados o, si los tienen, se quedan en el documento y no terminan de aplicarse¡±, sostiene. La reducci¨®n de los presupuestos que se destinan a su cuidado tampoco ayuda. De los m¨¢s de 100 millones de euros con que contaba toda la red de parques nacionales en 2015 se ha pasado a unos 66 millones en 2019.
De acuerdo con Europarc, el 93% de los parques nacionales y el 88% de los naturales cuentan con un plan rector de uso y gesti¨®n, mientras que en el caso de los espacios incluidos en la Red Natura ese porcentaje llega al 80%. ¡°Lo cierto es que muchos de ellos se han aprobado recientemente y se est¨¢n empezando a desarrollar¡±, apunta Mata. Para Oberhuber, la prueba palpable de que la cobertura no est¨¢ siendo eficaz es que, si bien el n¨²mero de zonas conservadas crece ¡ªsolo en 2019 se declararon 31 nuevos espacios¡ª, la p¨¦rdida de biodiversidad en Espa?a no se ha detenido.
El presidente de Europarc sostiene que las presiones y amenazas que sufre la red tienen su origen en ciertas pr¨¢cticas agr¨ªcolas, el urbanismo, la silvicultura y las invasiones biol¨®gicas. Las situaciones m¨¢s pol¨¦micas se dan cuando las mismas autoridades no respetan los planes. Un caso muy sonado es el del embalse de Valdeca?as, en la provincia de C¨¢ceres. A pesar de que sus 7.178 hect¨¢reas forman parte de la Red Natura 2000 y son una zona de especial protecci¨®n de aves, la Junta de Extremadura aprob¨® en 2007 la construcci¨®n de un complejo tur¨ªstico de lujo sobre una isla en medio del pantano. En febrero de este a?o, despu¨¦s de 14 a?os de litigio, el Tribunal Supremo orden¨® la demolici¨®n del resort.
A ra¨ªz de esta sentencia, los gobiernos de 14 comunidades aut¨®nomas, adem¨¢s de Ceuta y Melilla, han pedido una reforma de la legislaci¨®n para impedir que los jueces anulen sus planes urban¨ªsticos por ¡°vicios formales¡±, aduciendo que frenan el desarrollo regional, pero Ecologistas en Acci¨®n sostiene que por cada euro invertido en la Red Natura se obtiene un beneficio bruto de al menos 22 euros, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Miteco.
Presi¨®n urban¨ªstica
Anillos. En los últimos 30 años se ha duplicado el suelo urbano asentado en los linderos de los espacios protegidos en España, según un estudio de las universidades Autónoma de Madrid, de Grenoble (Francia) y de Jaén. De los 644 kilómetros construidos alrededor de los parques que había en 1990 se pasó a 1.082 en 2018.
Invasores. El crecimiento de residencias en los entornos naturales está relacionado con un aumento de presencia de especies invasoras; por tanto, se genera un impacto negativo en el medio. Por otro lado, la superficie urbana acarrea ruido por desplazamientos, contaminación lumínica e impermeabilización de los suelos.
Hiperconectados. Por mucho que se designe un área protegida, la naturaleza no entiende de límites. Los territorios son sistemas hiperconectados y no se puede entender lo que sucede en un punto sin comprender lo que ocurre en otro, por muy lejos que esté.
Enfoque sistémico. Es necesario repensar lo que estamos haciendo en los espacios no protegidos para introducir una perspectiva más sistémica que entienda que, si tocas en un punto del territorio, los efectos se van a sentir a cientos de kilómetros.