Vivir sin comer
Es posible que no hay¨¢is o¨ªdo hablar nunca del respiracionismo. Yo tampoco hasta este mi¨¦rcoles, cuando fui a ver la pel¨ªcula 'Vivir de la luz'. Este fascinante documental indaga sobre un extra?o movimiento de personas aut¨®trofas que aseguran haber logrado renunciar a la comida y a la bebida durante largos periodos de tiempo. Y que siguen vivos claro, porque si no no asegurar¨ªan nada.
Entr¨¦ en el cine cargado de escepticismo, dispuesto a pasar hora y media m¨¢s o menos entretenida con las chifladuras de unos zumbados. En parte, mis previsiones se cumplieron: por el filme austriaco desfilan personajes como Jasmuheen, una gur¨² australiana que predica un delirante m¨¦todo para vivir del aire consistente en pasar siete d¨ªas sin comer ni beber y dos semanas tomando s¨®lo l¨ªquidos. A partir de entonces, se supone que empiezas a mantenerte con el prana, una energ¨ªa m¨ªstica que no se sabe de d¨®nde viene pero que te alimenta. Muchos incautos que han seguido los consejos de Jasmuheen han acabado en el otro barrio: nunca te f¨ªes de alguien que haya montado una Academia C¨®smica en Internet.
Otro personaje peculiar que aparece en Vivir del aire es Zinaida Baranova, una se?ora rusa de unos 70 a?os que dice llevar 11 sin ingerir un m¨ªsero borscht. Abandon¨® la manduca despu¨¦s de haberlo probado todo para curarse de sus males. ¡°Una voz¡± le orden¨® quitarse de la comida, y entonces se transform¨® en la pizpireta chavala llena de vida que es ahora. Sus michelines me recordaron al ni?o de San Antonio, que ni come ni bebe y est¨¢ gordito.
Aparte de estos seres tirando a friquis, entre los que merece menci¨®n de honor el gur¨² de los Alpes -un hippy suizo con claros s¨ªntomas de estar convirti¨¦ndose en un troll a base de no comer-, la pel¨ªcula presenta casos un poco m¨¢s serios, capaces de sembrar la duda incluso en un al¨¦rgico a todo lo que huela a new age como yo. El doctor Michael Werner, por ejemplo, afirma que vive sin comer desde hace a?os. No estamos hablando de una charlatana como Jasmuheen, sino de un qu¨ªmico alem¨¢n de aspecto respetable que se ha sometido a dos pruebas cl¨ªnicas sobre su abstinencia, ninguna de las cuales obtenido respuestas claras. En una demostraci¨®n de buen juicio, Werner desaconseja seguir sus pasos al p¨²blico, y se presenta a s¨ª mismo como una suerte de experimento cient¨ªfico viviente.
Culturas orientales como la india o la china cuentan con una importante tradici¨®n de ayunadores, algunos de los cuales dicen haber alcanzado el autotrofismo tras largos a?os de ejercicio y meditaci¨®n. En esta l¨ªnea se sit¨²a Prahlad Jani, que supuestamente se ha tirado 70 a?os sin echarse nada al coleto. El sant¨®n hind¨² pas¨® 10 d¨ªas en un hospital vigilado las 24 horas y sometido a toda clase de an¨¢lisis. Seg¨²n los m¨¦dicos, no comi¨®, bebi¨®, orin¨® o defec¨®, sin que sus constantes vitales se alteraran lo m¨¢s m¨ªnimo. El estudio recibi¨® cr¨ªticas porque la observaci¨®n no fue lo suficientemente estricta: las c¨¢maras no captaban toda la habitaci¨®n en la que estaba recluido, y cuando sal¨ªa a asearse o a tomar el sol no se le controlaba.
?Qu¨¦ explicaci¨®n da el documental a estos fen¨®menos? Muchos cient¨ªficos los consideran una tomadura de pelo, mientras que otros estudiosos los ven como una prueba de que la conciencia humana podr¨ªa alterar el organismo de formas inexplicables para la ciencia. Desde una perspectiva personal, prefiero no creerme nada y confiar en que el respiracionismo no se imponga: como bloguero gastron¨®mico, me quedar¨ªa sin trabajo. Aunque tambi¨¦n es verdad que no tendr¨ªa que trabajar para comer.
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