De alimentos a consoladores
No, no es un tema para todos los p¨²blicos. Pero alg¨²n d¨ªa hab¨ªa que tratarlo. As¨ª que si eres menor, estrecho o puritano es mejor que dejes de leer (aqu¨ª es donde imagino a todos los menores, estrechos y puritanos zambull¨¦ndose en la lectura con ese morbo que les caracteriza).
Desde que cultiv¨® el primer pepino all¨¢ por el Neol¨ªtico, el ser humano ha llevado a cabo ciertas pr¨¢cticas con ¨¦ste y otros productos que poco tienen que ver con la nutrici¨®n. Calabacines, zanahorias o pl¨¢tanos con forma f¨¢lica han sido utilizados toda la vida como juguetes sexuales por hombres y mujeres sedientos de placer. El problema viene cuando la forma de dichas frutas y verduras no es exactamente la que mejor se adapta a nuestra anatom¨ªa. O cuando no tenemos m¨¢s que un trozo de queso en la nevera. Y es ah¨ª donde la moderna tecnolog¨ªa debe venir en nuestro rescate.
El dise?ador afincado en Viena Francesco Morackini acaba de idear un artefacto capaz de transformar cualquier alimento en un maravilloso consolador. De hecho, puede transformar tambi¨¦n velas o trozos de madera, pero como ¨¦ste es un blog de comida (ejem), nos centraremos en los usos vegetales y animales. Inspirado en un legendario dise?o de los a?os treinta de Raymond Loewy, el Dildomaker funciona como una especie de sacapuntas capaz de tornear verduras, patatas o embutidos para otorgarles la m¨¢gica forma del pene. Para los materiales blandos, como las salchichas, Morackini recomienda una congelaci¨®n previa del producto para obtener resultados ¨®ptimos.
Como suelen hacer muchos dise?adores, el inventor ha tratado de darle una coartada intelectual al artefacto. "Jugando con el clich¨¦ de 'el sexo vende', la intenci¨®n del Dildomaker es darle a los usuarios lo que realmente quieren: 'placer', y m¨¢s concretamente, 'placer sexual", escribe en su web. "El Dildomaker es s¨®lo una herramienta que no da placer directamente. La distancia creada aqu¨ª a prop¨®sito trata de plantear preguntas sobre nuestra relaci¨®n con los productos manufacturados". Pues vale.
Antes de que los m¨¢s viciosos saqu¨¦is la tarjeta de cr¨¦dito y corr¨¢is a buscar d¨®nde se vende, os decepcionar¨¦ anunciando que por ahora el Dildomaker es s¨®lo un prototipo. Todav¨ªa falta que alg¨²n fabricante se anime a producirlo. En cualquier caso, creo que es una gran idea, y que en estos tiempos de crisis econ¨®mica podr¨ªa ser un exitazo. Siempre se ha dicho que los vegetales eran los consoladores del pobre, y un artilugio como ¨¦ste nos podr¨ªa ayudar a elaborar r¨¦plicas caseras baratas de los lujosos dildos que se venden en tiendas y tuppersexes. Y m¨¢s ecol¨®gicos, siempre que usemos verdura local y de temporada.
Objetos con los que podr¨ªas utilizar el Dildomaker. / FRANCESCO MORACKINI
El Dildomaker tambi¨¦n podr¨ªa prevenir algunas lesiones que se producen con la inserci¨®n en el cuerpo de vegetales de tama?o o forma incorrectas. Re¨ªos, pero seg¨²n me contaba hace alg¨²n tiempo una enfermera, los hospitales atienden con relativa frecuencia a personas con toda clase de alimentos introducidos en sus rectos y vaginas. Y es que antes de darse gustito con un calabac¨ªn o una morcillaca, es conveniente seguir las recomendaciones de los expertos, que resumo como colof¨®n de este apasionante art¨ªculo: no elijas ejemplares ni demasiado grandes (si no eres una experimentada actriz porno, puedes hacerte da?o) ni demasiado peque?os (un descuido y se ir¨¢n para adentro), y rec¨²brelos siempre con un preservativo lubricado, porque las verduras pueden tener bacterias o pesticidas que acaben mont¨¢ndote un sindi¨®s en las mucosas. Ah, y antes de tener sexo con tu producto favorito, vigila que no te puedan pillar tus padres, tus hijos o tu pareja.
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