Cuando comer es una enfermedad
Personas cuyo cuerpo convierte los hidratos de carbono en alcohol, que huelen mal por lo que comen, que no pueden consumir prote¨ªnas o que tienen intolerancia alimentaria total: todos sufren enfermedades raras, categor¨ªa en que entran los males que afectan a menos de 5 de cada 10.000 personas. Ma?ana se celebra -es un decir- su d¨ªa, que sirve para concienciar de la nada f¨¢cil situaci¨®n de esta gente: por su propia condici¨®n de infrecuentes, se invierte mucho menos presupuesto y esfuerzo en buscar posibles curas o paliativos para estas enfermedades.
Borrachos sin beber: el s¨ªndrome de autodestilaci¨®n
Esta enfermedad est¨¢ causada por un exceso de levadura en el intestino, que convierte en alcohol puro (etanol) el az¨²car o los hidratos de carbono ingeridos. El proceso sucede con todas sus variantes, pero siempre es peor cuanto m¨¢s refinados est¨¦n. Si te suena a buen plan para colocarte gratis, deber¨ªas recordar que despu¨¦s de la borrachera viene el resac¨®n. Hace poco la revista Vice public¨® un art¨ªculo sobre Matthew Hogg, que lleva 20 a?os padeciendo este mal. De ni?o le diagnosticaron desde s¨ªndrome de colon irritable hasta s¨ªntomas como ¡°fatiga cr¨®nica, dolores musculares, dolor de cabeza cr¨®nico, deterioro mental y alteraci¨®n del estado an¨ªmico¡±. Matthew define sus resacas adolescentes ¨Ccausadas por cenas con gran cantidad de hidratos de carbono, como un inocente plato de pasta¨C como ¡°martilleantes jaquecas con unas n¨¢useas terribles". "En ocasiones vomitaba y sufr¨ªa deshidrataci¨®n, sequedad en la boca, sudores fr¨ªos y temblor en las manos", asegura. "Era como si la noche anterior hubiera salido y dejado seco el bar, pero sin haber consumido nada de alcohol¡±.
S¨ªndrome del olor a pescado: la trimetilaminuria
Tambi¨¦n relacionado con la alimentaci¨®n, afecta a una persona de cada 200.000, y puede complicar mucho la vida del que la sufre y los que le rodean. Su nombre m¨¦dico es trimetilaminuria, y se debe a un error metab¨®lico cong¨¦nito que permite que la trimetilamina ¨Cuna enzima un compuesto con un olor muy fuerte y desagradable¨C no se destruya en el h¨ªgado, sino que pase a la sangre, el sudor, la orina o el aliento. Si se consumen alimentos ricos en colina (huevos, legumbres, ciertos pescados y carnes), los s¨ªntomas se agravan, mientras que limit¨¢ndolos y consumiendo yogures y zumos el mal olor se puede tener bajo control.
El ni?o que s¨®lo puede comer caramelos: la colitis eosinof¨ªlica
Finley Ranson es un ni?o brit¨¢nico de tres a?os cuyo caso apareci¨® este mismo mes en unos cuantos peri¨®dicos de su pa¨ªs. La ¨²nica comida que parece admitir son unos caramelos de menta disueltos en agua. Todo lo dem¨¢s le produce reacciones al¨¦rgicas extremas, por lo que debe ser alimentado con suero a trav¨¦s de una sonda g¨¢strica. Los m¨¦dicos aseguran que padece un caso extremo de colitis eosinof¨ªlica, una enfermedad rara por la que el aparato digestivo se inflama ante la presencia de ciertas comidas, par¨¢sitos o f¨¢rmacos. El rosario de s¨ªntomas es bastante espeluznante: dolor, erupciones cut¨¢neas, n¨¢useas y v¨®mitos, entre otros.
Finley y su dieta dulce por obligaci¨®n / MIRROR
La imposibilidad de comer: intolerancia alimentaria total
La enfermedad de ni?os como Mikel (8 a?os), Aimar (4) y Garikoitz (9) suena tremendamente dura desde el momento en el que oyes su nombre: intolerancia alimentaria total. Una dolencia que entra en el grupo de las alergias alimentarias no mediadas por Ige (anticuerpo de inmoglubina E) y que hace que cualquier tipo de alimento que consuman les provoque inflamaci¨®n de la piel, llagas, sarpullidos e irritaciones imposibles de controlar, tanto en la piel como en el aparato digestivo. Solo pueden vivir a base de un preparado alimentario que, mezclado con agua, les aporta los nutrientes necesarios.
"Tampoco son capaces de digerir toda la cantidad que necesitan, as¨ª que a veces hay que sondarles. Tanto por la noche, con una bomba de alimentaci¨®n, como ¨Cen las ¨¦pocas m¨¢s dif¨ªciles¨C durante el d¨ªa. Recientemente hemos conseguido unas mochilas que funcionan como sondas port¨¢tiles, para que sea m¨¢s c¨®modo puedan seguir haciendo una vida lo m¨¢s normal posible", contaba la madre deGarikoitz en unas declaraciones al programa Espejo P¨²blico de Antena3. Como las ayudas y la investigaci¨®n p¨²blicas no llegan, las madres han montado la Asociaci¨®n Garmitxa para conseguir fondos mediante la recogida de tapones de pl¨¢stico y otros medios. No a las prote¨ªnas: la fenilcetonuria
Este mal hereditario hace que los ni?os carezcan de la enzima que descompone la feninalanina, sustancia presente en los alimentos con prote¨ªnas. Cuando el nivel de la misma en la sangre sube, puede causar da?os en el cerebro y el sistema nervioso. Se detecta porque los cr¨ªos que la sufren suelen tener la piel, los ojos y el pelo m¨¢s claro que sus hermanos, y por el mal olor del aliento, el sudor y la orina, entre otros s¨ªntomas. ?Tratamiento? Una dieta estricta hasta la madurez en la que no caben ni los huevos, ni la leche, ni las carnes, ni el pan, ni las legumbres, ni el aspartamo.
Sin reservas: transtorno en el metabolismo de los ¨¢cidos grasos
Aunque hay diferentes tipos, los pacientes que lo sufren generalmente no pueden tirar de las grasas acumuladas cuando el cuerpo necesita energ¨ªa. Cuando se agotan sus reservas por llevar algunas horas en ayuno ¨Co cuando se acelera el metabolismo a causa de la fiebre¨C sufren un shock hipogluc¨¦mico que, si no se controla, puede llevar a la muerte. Los que sufren esta enfermedad suelen ser internados en hospitales por un simple resfriado, no pueden dormir m¨¢s de un n¨²mero determinado de horas o, en el caso de los ni?os, deben ser controlados por sus padres o responsables todo el tiempo, lo que impide o dificulta en extremo su escolarizaci¨®n o vida social.
S¨®lo lo mejor de lo mejor: s¨ªndrome de Gourmand
Seguramente es la enfermedad menos grave de todas, pero produce ansiedad y problemas sociales (adem¨¢s de ser bastante chunga para la econom¨ªa). La causan ciertas lesiones en el hemisferio derecho del cerebro y sus s¨ªntomas son muy peculiares: quienes la sufren solamente quieren manipular, cocinar y comer alimentos muy caros ¨Ccomo trufa, angulas o jam¨®n ib¨¦rico¨C y a la vez sienten el irrefrenable impulso de hablar, leer y escribir sobre comida, adem¨¢s de estar constantemente preocupados por todo lo que rodea al acto de comer. No se le puso nombre hasta 1997, cuando la describieron unos neurocient¨ªficos suizos, y se han dado algunos casos curiosos de personas que la han padecido despu¨¦s de pasar por circunstancias extremas: un profesional del snowboard, Kevin Pearce, empez¨® a tener antojos monumentales de pesto tras sufrir un accidente que le produjo da?os en el cerebro, y un columnista pol¨ªtico suizo se hizo periodista gastron¨®mico despu¨¦s de un ataque al coraz¨®n. As¨ª que quiz¨¢ deber¨ªa empezar a mirarme lo m¨ªo...
Documentaci¨®n: M¨°nica Escudero
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