Diez conservas de pescado que me llevar¨ªa al refugio antizombis
Selecci¨®n de sardinillas, ventresca, anchoas y otras maravillas marinas del mundo de la lata.
Comida de lata. Qu¨¦ injustamente asociamos esa expresi¨®n con una alimentaci¨®n cutre, cuando en el universo latero hay m¨¢s joyas que en una convenci¨®n de damas del PP. La comida fresca, por lo general, es mejor que la envasada, pero las buenas conservas son una excepci¨®n muy gorda para esa regla. Y m¨¢s en Espa?a, donde tenemos la inmensa suerte de contar con una tradici¨®n conservera fastuosa.
No niego que haya excelentes conservas de verduras, pero mis preferidas son las de productos del mar. Creo que no hay un grupo de alimentos que sublime m¨¢s sus virtudes que ¨¦ste una vez metido en un frasco o una lata, especialmente los pescados azules y algunos moluscos. Adem¨¢s, ¨¦stos son sanos, comod¨ªsimos de consumir y muy adaptables a toda clase de platos, tapas o bocatas; en su contra, s¨®lo podr¨ªa decir que los de buena calidad no suelen ser baratos.
Por si and¨¢is un poco despistados en este terreno, y cuando vais a la compra no sab¨¦is saliros del at¨²n claro y calvo, aqu¨ª va un listado de las maravillas que me llevar¨ªa a mi refugio en caso de guerra at¨®mica o apocalipsis zombi.
Sardinillas en aceite picante de Balea
Relaja saber que en casa te espera una lata de las sardinillas de Balea, porque eso significa que vas a cenar bien aunque no tengas m¨¢s que un triste cacho pan para acompa?arlas. La suavidad de los bichitos, menos sabrosos que la sardina grandota, est¨¢ perfectamente compensada con la energ¨ªa del picante, que sube varios enteros su inter¨¦s. Otra variedad recomendable elaborada por esta empresa de Cangas de Morrazo (Pontevedra), fundada en 1915 por un italiano establecido en Galicia, es la que lleva pimientos de Padr¨®n.
Picores que molan. / BALEA
Anchoas a la donostiarra de Olasagasti
Despu¨¦s de m¨¢s de una experiencia negativa, tiendo a desconfiar de las latas de pescado que van m¨¢s all¨¢ de a?adir aceite y alg¨²n condimento como mucho. Sin embargo, las anchoas a la donostiarra de Olasagasti vencen cualquier prejuicio anticocina conservera: su correct¨ªsima fritura y su agradecido ali?o de ajo y guindilla no te teletransportan a San Sebasti¨¢n, pero casi.
Angelachu es una de las mejores conserveras de Santo?a, epicentro de la industria conservera de pescado en Cantabria. Las anchoas artesanas de esta peque?a empresa son mantequilla pura, pero como amante de los pececillos m¨¢s humildes y menos conocidos, debo reivindicar sus espectaculares agujas. Aviso de que no son para pusil¨¢nimes: la fuerza del sabor a mar es intensa en este pescado azul, y por ello funciona incre¨ªblemente bien en bocatas de buen pan acompa?ado de aceitunas o encurtidos.
Tambi¨¦n de Santo?a, pero de tama?o gigante, Consorcio es la demostraci¨®n de que no hace falta vender tu alma a Sat¨¢n y degradar la calidad de tus productos para crecer como empresa. Su m¨¢s que decente bonito en aceite de oliva, disponible en infinidad de supermercados, representa la cuota mainstream de esta lista: sus definidas piezas suponen una alternativa digna a las tristes migas de pescado compactadas que ofrecen otras grandes marcas.
Una feliz confusi¨®n me llev¨® a conocer esta maravilla: alguien de Currican crey¨® o¨ªrme por la radio diciendo que el pulpo en conserva era un tru?o -cosa que jam¨¢s me atrever¨ªa a afirmar-, y corri¨® a enviarme un bote del suyo para sacarme de mi error. El cefal¨®podo en aceite de oliva virgen extra que factura esta marca es limpio, sabroso y tierno pero no pastoso. Tanta excelencia tiene su precio: 9,95 euros el frasco de 228 ml.
Ventresca de bonito de Arlequ¨ªn
Arlequ¨ªn es una peque?a conservera de Santo?a que acaba de renovar su imagen y su tienda online. Lo que no ha cambiado, por fortuna, es el nivel de sus elaboraciones. Aunque las anchoas y los pimientos de Isla son los mejores amigos de cualquier ensalada veraniega, aqu¨ª toca destacar una sola delicia, as¨ª que el premio se lo lleva la ventresca. Es tan tierna, casi cremosa, que dan ganas de casarte con ella y vivir feliz hasta que el Se?or te lleve.
Mejillones en escabeche de Rosa Lafuente
?Qu¨¦ prefieres, un rato de sexo normalillo o unos mejillones en escabeche con patatas fritas? Si me pillas con hambre y en un estado de follosidad baja, puede que te conteste lo segundo. Chip y molusco avinagrado forman una de esas combinaciones cuya perfecci¨®n trasciende los l¨ªmites del entendimiento humano. Prueba los fant¨¢sticos mejillones en escabeche de Rosa Lafuente -nieta del conservero Paco Lafuente, que da nombre a la l¨ªnea m¨¢s fina de latas de su empresa- con unas patatas Bonilla a la vista o Sarriegui y comprender¨¢s de qu¨¦ hablo.
Mi abuela era de Getaria (Guip¨²zcoa), as¨ª que por puro rigor period¨ªstico debo recomendar alguna conserva de all¨ª. Quien piense que la anchoa es un producto salad¨ªsimo, ¨¢spero y lleno de espinas, antes de morir deber¨ªa probar las de Maisor, una delicadeza elaborada con el mimo que merece este agradecido animal. ?Son caras? S¨ª. ?Son sensacionales? Pues tambi¨¦n.
La industria espa?ola de las latas de pescado no s¨®lo est¨¢ en el norte; en Andaluc¨ªa, pueblos como Barbate mantienen una larga tradici¨®n acorde con la potencia pesquera de su ¨¢rea. El Rey de Oros, con su fant¨¢stico empaquetado viejuno, ser¨ªa la opci¨®n cl¨¢sica, pero mi ¨²ltimo descubrimiento en la materia es la caballa -otro pescado imprescindible que no deber¨ªamos parar de reivindicar- de Herpac. Tampoco se le pueden poner muchos peros a su melva canutera, bicho en el que podr¨ªa basar mi alimentaci¨®n cada vez que viajo por C¨¢diz.
Un bicho raro en esta lista: ni es de pescado marino, ni es espa?ola. Pero el empaquetado de los productos portugueses Jos¨¦ es tan bonito que nadie con un m¨ªnimo de sensibilidad se puede resistir a ¨¦l. Adem¨¢s, la est¨¦tica acompa?a al contenido, y pocos peros se le pueden poner a unas conservas tan artesanales como concienciadas, que pagan justamente a los elaboradores. De su cat¨¢logo elegir¨ªa, por inusual y deliciosa, la trucha en escabeche, sin perder de vista las sardinas en tomate.
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