?El anuncio m¨¢s perverso del a?o?
Plantea un experimento manipulado en un comedor escolar, promueve el rechazo infantil a la verdura y propone como sustitutos sus postres azucarados. ?Ganar¨¢ Sojasun el premio al peor anuncio alimentario de 2016?
Un producto altamente procesado, con una cantidad considerable de az¨²car y presentado en llamativos vasitos de colores versus una cantidad ingente y sosa de verdura sobrecocida y preparada de la manera m¨¢s descorazonadora imaginable. Esas son las dos opciones que se les ofrecen a los protagonistas de La Prueba ¨Cun grupo de 32 ni?os con aspecto de tener entre 7 y 10 a?os de edad¨C para consumir vegetales en el comedor escolar en el que se desarrolla el experimento comercial de la marca Sojasun.
La reacci¨®n est¨¢ asegurada: imagina la peor forma de cocinar hortalizas; despu¨¦s selecciona un colectivo especialmente cr¨ªtico con aquello de comer verduritas y prepara un marco adecuado que incluya presentarlas de la forma m¨¢s repulsiva posible. Despu¨¦s, dales un postre industrial azucarado, y ya tienes a grandes trazos el dise?o del experimento perfecto para constatar que a los ni?os NO les gustan los vegetales mientras, al mismo tiempo, demuestras que se pirran por tus productos.
Adem¨¢s, los ide¨®logos del experimento se las han arreglado para hacerte creer que tus hijos, esos que pasan ol¨ªmpicamente de las mierdi-verduritas, pueden incluir una cantidad suficiente de vegetales comiendo los preparados de Sojasun. Hay tantas cosas mal en este anuncio que es dif¨ªcil enumerarlas todas, pero intentemos hacer un peque?o listado.
Un escenario manipulado
Piensa en jud¨ªas blandurrias color verde militar, espinacas formando una especie de monta?a similar a los detritus de la ci¨¦naga de Shrek, un br¨®coli deslavazado que ni sue?a con ser verde y zanahorias hervidas media hora y por su peor enemigo. Adem¨¢s, todas estas verduras presentadas de la forma m¨¢s zafia, deslavazada y sosa posible, sin un punto de cocci¨®n adecuado y sin acompa?amiento, todo por separado, formando grotescas monta?as, sin rehogar, sin ali?ar, sin nada.
La conclusi¨®n, perfectamente comprensible, es que a los ni?os no les gusta la verdura, algo que el v¨ªdeo no se corta un pelo en mostrar poniendo el acento en sus caras de desagrado e incluso asco. La misma pondr¨ªa yo, e imagino que de la de la mayor¨ªa, delante de esa bazofia. A comer se la dar¨ªa yo a los publicitarios y especialistas de marketing que idearon el v¨ªdeo ¨Cla agencia Shackleton¨C, y a los directivos de Sojasun que la autorizaron, tambi¨¦n. Que les cunda.
El precedente
No es la primera vez que se recurre a la caricatura de un producto que goza de todos los parabienes nutricionales (los vegetales) pero que al mismo tiempo no suele participar de las simpat¨ªas de algunos consumidores. Ya en 2007 Bosch utiliz¨® un abominable plato de espinacas para poner de manifiesto c¨®mo se puede atormentar a un ni?o hasta la n¨¢usea gracias a su frigor¨ªfico con tecnolog¨ªa VitaFresh, que conserva los alimentos frescos el triple de tiempo.
En ambos casos ser¨ªa importante explicar, tanto a los cocineros del experimento como al padre del anuncio, que hay maneras mucho m¨¢s atractivas ¨Cy adecuadas a una nutrici¨®n sana¨C de preparar esas espinacas, el br¨®coli o la zanahoria: b¨¢sicamente aquellas en las que conserva un m¨ªnimo parecido en aspecto, sabor o textura con el vegetal original. Pero adem¨¢s, en el caso de hoy el anuncio de Sojasun nos propone sus productos como una alternativa real a la falta de consumo de vegetales frescos. Vamos a verlos un poco en detalle.
El producto
En la p¨¢gina del fabricante se puede contrastar la naturaleza, ingredientes y valor nutricional de los supuestos sustitutos de las verduras. Los postres de esta firma ¨Clos que se ofrecen a unos ni?os con un hambre canina tras haberles ofrecido una porquer¨ªa de men¨² desequilibrado¨C, se definen como un producto vegetal, sin lactosa ni prote¨ªnas de origen animal. Una amplia definici¨®n que nos aclara bastante poco ya que hay infinidad de productos que podr¨ªan caer dentro de ese enunciado, por ejemplo aquellos que se les ha ofrecido previamente a los ni?os.
Una lectura pormenorizada del cat¨¢logo de los postres de Sojasun arroja m¨¢s luz sobre su composici¨®n. Entre sus 22 postres, la inmensa mayor¨ªa incluyen entre sus ingredientes bebida de soja en primer lugar y az¨²car en segundo, adem¨¢s de diversos aromas de naturaleza indefinida (en funci¨®n del sabor de cada producto), espesantes, a veces alguna que otra vitamina y mineral a?adido (no presentes de forma original en los ingredientes) y, algunos productos de este cat¨¢logo, un porcentaje irrisorio de frutas.
El az¨²car
El ¨²nico postre que marca una diferencia apreciable frente a los dem¨¢s es el denominado "natural" que no contiene ni az¨²car, ni aromas ni dem¨¢s: curiosamente es el ¨²nico producto que no he conseguido identificar en el v¨ªdeo. El resto cuenta con una cantidad significativa de az¨²cares a?adidos en todos sus productos menos en el ya se?alado. Y hablo de a?adidos porque en este caso ¨Cy a diferencia de un yogur aut¨¦ntico¨C todos los az¨²cares presentes en estos productos lo son (en el yogur de sabores cl¨¢sico, adem¨¢s de los a?adidos que tambi¨¦n se suelen incorporar, ser¨ªa adecuado pensar que el monto total de az¨²cares incluir¨ªa tambi¨¦n cierta cantidad de lactosa original en la leche).
As¨ª pues, en los postres de Sojasun, nos encontramos con que cada vasito incorpora desde los 9,5g de az¨²car el que menos (Muesli-frutas) a los 20,2g el que m¨¢s (Flan-vainilla). Por si te lo est¨¢s preguntando esto viene a ser entre un sobre y medio de az¨²car el que menos, a m¨¢s de tres sobres de az¨²car a?adido en el caso del que m¨¢s az¨²car a?adido aporta. Adem¨¢s, en algunos productos (v¨¦ase el de ciruela) se alude en su presentaci¨®n a su cantidad de fibra, sin embargo esta no aparece cuantificada en la informaci¨®n nutricional en un claro ejemplo de c¨®mo Sojasun se pone por montera el Reglamento Europeo 1169/2011 Sobre la informaci¨®n alimentaria facilitada al consumidor (que puedes conocer un poco m¨¢s en detalle en este post)
El resumen
Un p¨¦simo anuncio para un producto francamente prescindible en nuestra minuta diaria, para hijos o para padres, y a a?os luz de ser un sustituto de las verduras con las que se compara. Jugar con los miedos naturales de los padres es una estrategia habitual de muchas de las empresas de la industria alimentaria m¨¢s innecesaria: uno de los ejemplos m¨¢s claros lo tenemos en las mal llamadas ¡°leches de crecimiento¡± y los batiditos ¡°de refuerzo¡±. Si las cosas se hacen bien, lo que implica entender la alimentaci¨®n como un acto en el que se den la mano una nutrici¨®n adecuada y un disfrute necesario en la mesa, este tipo de estrategias no tendr¨ªan lugar.
Pero para eso hace falta invertir tiempo. Tiempo para seleccionar los ingredientes, prepararlos, cocinarlos y presentarlos de la forma adecuada. Tiempo adem¨¢s, para educar; para transmitirles a nuestros hijos una necesaria cultura gastron¨®mica y culinaria. Mientras no estemos dispuestos a asumir esto, la industria alimentaria encontrar¨¢ en nosotros la victima ideal, ofrecida incluso, para hacer su agosto promocionando las peores alternativas, las suyas, mientras manipula la realidad a su antojo.
La conclusi¨®n
Para terminar, no s¨¦ en qu¨¦ estar¨ªan pensando los se?ores de Sojasun a la hora de poner ese men¨² de comedor escolar como ejemplo. Lo digo porque la oferta de ¡°verduras asquerosas cocidas + postres¡± de Sojasun se pasa por el arco del triunfo las m¨¢s preclaras recomendaciones nutricionales presentes en las Gu¨ªas de Comedores Escolares publicadas por las diversas CCAA (por ejemplo esta de aqu¨ª) al amparo de la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n de 2011.
As¨ª pues, como dietista-nutricionista y como padre: si me enterara de que en el comedor escolar de mis hijas se perpetra el men¨² del v¨ªdeo y de que adem¨¢s y para m¨¢s inri de postre ofrecen solamente productos como los de Sojasun, tened por seguro que las cambiaba de colegio.