El nutricionista que convenci¨® al gran supermercado

Esta no es la t¨ªpica historia de David contra Goliat, aunque lo parezca. Pero lo que ha hecho Carlos R¨ªos es algo m¨¢s que convencer a un gigante de la alimentaci¨®n como Alcampo. Este dietista-nutricionista ha sentando un precedente: si no es habitual que una gran cadena recule y se comprometa a revisar toda una gama de ventas, menos a¨²n que una iniciativa as¨ª -encabezada por un experto, s¨ª, pero aut¨®nomo y con otros quehaceres- salga adelante. Y as¨ª ha sucedido en ambos casos.

Despu¨¦s de varias semanas de pol¨¦mica en las redes, la filial del grupo Auchan ha decidido revisar su campa?a de La vida azul: una selecci¨®n de productos cuya composici¨®n, asegura Alcampo, tiene "el mejor equilibrio nutricional entre el nutriente de declaraci¨®n obligatoria para integrar en la alimentaci¨®n (prote¨ªnas) y los nutrientes que se deben limitar (az¨²cares sencillos, grasas saturadas y sal)". Una gama que busca promover una mejor alimentaci¨®n para "movernos m¨¢s, consumir mejor y cuidarnos". Y entre la que hay, sin embargo, bebidas energ¨¦ticas, tabletas de chocolate con leche, galletas, nevaditos, gominolas o, incluso, az¨²car moreno, entre otros muchos productos ultraprocesados. Lo cual suscit¨® durante este mes de enero una oleada de cr¨ªticas encabezada por R¨ªos y apoyada por otros expertos como Antonio R. Estrada, autor del blog sinAzucar; Aitor S¨¢nchez, de Mi dieta cojea o nuestro nutricionista de cabecera, Juan Revenga.

Y lo que parec¨ªa imposible, sucedi¨®. En un comunicado, Alcampo pidi¨® ayer disculpas y se comprometi¨® a revisar ese lineal de productos: "Queremos presentar nuestras disculpas y expresar nuestra comprensi¨®n por la preocupaci¨®n que ha provocado nuestra selecci¨®n de productos azules, a pesar de nuestras intenciones positivas. Asumimos no haber sabido transmitir a nuestros clientes el esp¨ªritu del proyecto La vida azul de una forma correcta".

En un principio, el supermercado hab¨ªa argumentado que tal confusi¨®n se deb¨ªa a la selecci¨®n que hab¨ªa hecho un algoritmo. En su cuenta de Twitter, Alcampo expuso: "La selecci¨®n azul no hace referencia a los productos m¨¢s saludables, sino a aquellos productos que, dentro de su propia categor¨ªa, respetan los compromisos de la empresa (no contener OGM, aceite de palma¡­), y han obtenido la mejor puntuaci¨®n nutricional a partir de un algoritmo que cuantifica la cantidad de grasa saturada, sal, az¨²cares y prote¨ªna del producto en su conjunto". Y continuaba: "Por consiguiente, el producto azul ser¨¢ aquel que, comparado con su misma categor¨ªa, ofrece un mejor valor nutricional".

Pero esto tampoco termin¨® de convencer a los consumidores: en esa selecci¨®n hab¨ªa productos que, siendo de la misma categor¨ªa que otros, presentaban m¨¢s cantidades de az¨²cares. Por ejemplo, el Cola Cao Turbo -con 77 gramos de az¨²car y etiquetado como azul- aparece en ese lineal en detrimento del Cola Cao normal, que tiene 70 gramos. Lo que no esperaba ese supermercado, seguramente, es que alguien fuera a comprobarlo y lo grabara en v¨ªdeo. Y que aquello derivara, adem¨¢s, en un boicot.

A sus 26 a?os, el nutricionista Carlos R¨ªos puede presumir de liderar un movimiento ¨Cel que reivindica a trav¨¦s de su web Realfooding- que aglutina ya a m¨¢s de 200.000 seguidores en sus redes sociales; sobre todo en Instagram. Todo un ej¨¦rcito que est¨¢ plenamente concienciado de esa necesidad de comer "comida real" y desterrar los ultraprocesados de nuestra dieta. Tanto es as¨ª que fue, precisamente, uno de esos seguidores el que le alert¨® sobre esa gama de productos se?alados: "Me env¨ªo una foto de las bebidas energ¨¦ticas junto a la etiqueta de La vida azul y le ped¨ª explicaciones a Alcampo". El resto es historia. Y una campa?a -la de pedir ese boicot- que ha llegado a m¨¢s de dos millones de personas en Twitter, seg¨²n estimaciones de El Comidista usando como base la herramienta de medici¨®n Keyhole.

Y eso que este onubense lleg¨® de rebote a la nutrici¨®n. "Fue la carrera de Salud a la que pude tener acceso", reconoce R¨ªos. Pero el tiempo le ha dado la raz¨®n a este profesor de nutrici¨®n cl¨ªnica y deportiva que ejerce como aut¨®nomo y batalla, casi, a tiempo completo. "A m¨ª realizar esta labor me quita mucho tiempo. Son gastos de horas, de d¨ªas y no recibes nada a cambio. Pero esto es lo que he decido hacer profesionalmente".

Dice que, al principio, no las ten¨ªa todas consigo. De hecho, no se esperaba esa respuesta de Alcampo. "No todos los alimentos que vi durante mi visita a uno de esos supermercados eran malos. Tambi¨¦n hab¨ªa botes de legumbres, verduras en conserva¡­ pero mi hermana peque?a, que no es nutricionista, sabe que unas galletas no son recomendables. Al final, ha sido todo demasiado evidente y el apoyo de la gente, ayuda. Casi colapsan la web con sus reclamaciones".

Pese a que lleva poco menos de un a?o, en serio, con la divulgaci¨®n, las cadenas de alimentaci¨®n ya sab¨ªan qui¨¦n era. En septiembre, este activista por la buena alimentaci¨®n encabez¨® otra ola de protestas, en este caso, contra varios lineales que celebraban la vuelta al cole con muchos de esos productos ultraprocesados. En aquella ocasi¨®n, Goliat venci¨® a David. Pero ahora Carlos R¨ªos se muestra m¨¢s optimista: "Tengo la ilusi¨®n de que, cada vez, seamos m¨¢s conscientes de la importancia de alimentarnos bien y que podemos cambiar ciertos patrones. Esto que ha pasado nos da esperanzas de que se puedan cambiar cosas que llevamos mucho tiempo reivindicando. Son grandes empresas, pero nosotros tenemos voz y voto, porque cualquier marca vive de sus consumidores. Somos nosotros los que tenemos la ¨²ltima palabra".

Y, adem¨¢s, no parece tan dif¨ªcil. Por si caso, este especialista desliza la verdadera gama de productos azules que deber¨ªan figurar en esos lineales de Alcampo: frutas, verduras, hortalizas, frutos secos, legumbres, cereales integrales, carnes, huevos, pescados¡­ No puede ser que se deje todo en manos de un algoritmo, porque a veces fallan. Y una nocilla con menos az¨²car nunca va a ser mejor que una naranja". Algo mucho m¨¢s grave de lo que parece, seg¨²n denuncia la organizaci¨®n de consumidores Facua.

"Estamos analizando esa campa?a para valorar si interponemos una denuncia por publicidad enga?osa ante las administraciones auton¨®micas de protecci¨®n al consumidor¡±, explica su portavoz, Rub¨¦n S¨¢nchez. "Ahora Alcampo anuncia que va a retirar productos de esa l¨ªnea de La Vida Azul, que se asocian con una alimentaci¨®n adecuada. Y si anuncia esa media es porque, evidentemente, asume que ha incurrido en una publicidad desafortunada que, desde luego, podr¨ªa haber inducido a error a los consumidores¡±, a?ade.

Seg¨²n explican desde este organismo, la ley contempla ambos supuestos; es decir: se entiende como publicidad enga?osa aquella que induce o puede inducir a error a los consumidores. "No hace falta que haya una intencionalidad de enga?ar", puntualiza S¨¢nchez. En ese sentido, Facua est¨¢ a la espera de saber qu¨¦ tipo de cambios va a introducir Alcampo para saber si, finalmente, llevan a cabo alg¨²n tipo de medida.

En su comunicado, el supermercado asegura que va a revisar la lista de 500 productos que tienen ese coraz¨®n azul y que copan, ahora mismo, sus lineales. Y que, asimismo, retirar¨¢n "los menos adecuados". El Comidista intent¨®, sin ¨¦xito, saber cu¨¢les de esos productos pensaban retirar, cu¨¢ndo y si esta cadena ten¨ªa intenci¨®n, adem¨¢s, de cambiar la descripci¨®n de su campa?a por otra, quiz¨¢s, m¨¢s ajustada a la realidad. Llama la atenci¨®n que en esa vida azul, que promueven, no se vean productos frescos o de temporada. Algo que Alcampo justifica, en ese mismo escrito, argumentando que si no lo hab¨ªan se?alizado era porque entend¨ªan que los clientes "no necesitaban que les record¨¢semos que esos productos son siempre la mejor opci¨®n". Con todo, a?aden que en los pr¨®ximos d¨ªas corregir¨¢n este hecho.

Seg¨²n los datos de la ¨²ltima Encuesta Europea de Salud de 2014, Espa?a tiene un ¨ªndice de obesidad del 17% -17,5% en hombres y 16,5% en mujeres-. Aunque este estudio, eso s¨ª, se realiza cada cinco a?os; los datos m¨¢s recientes pintan m¨¢s curvil¨ªneos: el Estudio Nutricional de la Poblaci¨®n Espa?ola, que public¨® en 2016 la Revista Espa?ola de Cardiolog¨ªa, hablaba ya de un 39,3% de espa?oles que sufr¨ªan sobrepeso y un 21,6, obesidad. Es decir, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n (60,9%) de entre 25 y 64 a?os. Y si ponemos el foco en los ni?os, la cosa no mejora: dos de cada diez ni?os tienen sobrepeso y uno de cada diez es obeso, tal y como se desprende de la ¨²ltima Encuesta Nacional de Salud. ?Deber¨ªan los supermercados tener m¨¢s presentes este problema a la hora de promocionar determinados productos? Lo que pone de relieve la acci¨®n de Carlos R¨ªos es que, como poco, no deber¨ªan convertirse en una trampa para incautos que lo agrave.