Ensaladas primaverales sin complicarse la vida

Cuando llega el calor los chicos se enamoran, ya lo dec¨ªan Sonia y Selena; lo que no se mencionaba en esa canci¨®n es que, adem¨¢s, las ganas de meterse en la cocina, encender fuegos y comer cosas contundentes se esfuman como por arte de magia. El n¨²cleo duro primaveral, ese en el que ya se intuye el verano y el sol empieza a picar fuerte es perfecto para comer ensaladas como si no hubiera un ma?ana.

Si es tu caso pero andas corto de ideas, el Servicio P¨²blico Comidista est¨¢ aqu¨ª para solucionar tus cuitas. Hoy traemos un mont¨®n de ideas para preparar platos frescos y sabrosos algunas de las frutas y verduras que mandan en esta estaci¨®n, como las espinacas, las fresas, el injustamente denostado apio o los esp¨¢rragos verdes. Prep¨¢rate a llenar el verdulero y vaciarlo antes de que nada se te ponga pocho: solo necesitas un buen ali?o para vibrar con estas ensaladas.

Espinacas

Unas espinacas baby o brotes de espinaca frescos son una buen¨ªsima base sobre la que construir una ensalada; ya que se trata de una hoja de sabor intermedio: tiene m¨¢s vidilla que la mayor¨ªa de las lechugas, pero no resulta tan agresiva como la r¨²cula. Puedes tomarlas con unas patatas cocidas y una salsa de yogur y curry -sustituyendo la granada de la receta original, que no est¨¢ de temporada, por unas uvas pasas o unos trocitos de cereza- o cambiar las patatas por una base de cusc¨²s o arroz integral fr¨ªo.

Los cl¨¢sicos garbanzos con espinacas tambi¨¦n pueden ensaladizarse, usando la espinaca en crudo y los garbanzos como toque crujiente, despu¨¦s de pasar por el horno especiados con ras el hanout o cualquier otra mezcla de especies de aroma ¨¢rabe. Si no tienes ganas de liarte y con los garbanzos cocidos ya te llega, haz una ensalada picando un poco las espinacas a?adi¨¦ndoles bonito, anchoa y huevo cocido. Las pasas y los pi?ones tambi¨¦n se llevan bien con esta hortaliza en fr¨ªo, y una vinagreta con un poco de mostaza y un toque de miel redondear¨¢ la jugada.

Aguacate

La temporada de este fruto est¨¢ a punto de terminar, pero todav¨ªa tenemos oportunidades de hacer cosas con ¨¦l (aparte de la ya cl¨¢sica tostada de desayuno de Instagram). En realidad no es muy dif¨ªcil incluir este fruto en cualquier ensalada: hay muy pocas que no mejoren con media palta, siempre mejor con un huevo cocido unos siete minutos, para que la yema no llegue a cocerse del todo.

Puedes combinarlo con una legumbre fresca tambi¨¦n de temporada, las habas, para fusilar una ensalada de Yotam Ottolenghi que tambi¨¦n incluye quinua, espinacas, rabanitos y una vinagreta con un toque alegre de chile y comino. Sobre una base de hojas verdes, podemos picar un aguacate con unos dados de salm¨®n marinados un par de minutos en zumo de lima con sal. Si espolvoreamos con cebollino y ali?amos con un poco de aceite, sal y pimienta tendremos algo a medio camino entre un tartar y un cebiche, pero en formato ensalada.

Cuando en lugar de a?adirlo en trocitos queremos que forme parte de la vinagreta, solo tenemos que triturarlo con zumo de lim¨®n y -muy poco- aceite, adem¨¢s de salpimentarlo. Tendr¨¢s una textura muy parecida a la de la mayonesa, con un perfil nutricional bastante m¨¢s interesante que el de esta salsa.

Apio

Definitivamente no es uno de los ingredientes que m¨¢s gustan al equipo Comidista, pero personalmente creo que crudo -y evitando las partes m¨¢s duras y le?osas- puede estar muy bueno. Con manzana, alg¨²n queso azul y un pu?ado de nueces est¨¢ riqu¨ªsimo, pero si no te gusta tal cual prueba a encurtirlo con una sencilla t¨¦cnica de nuestro compa?ero Carlos Rom¨¢n.

Con un poco de zanahoria rallada y cebolla, un ali?o a base de soja, vinagre y s¨¦samo tostado y media hora de reposo para que tanto el apio como la cebolla pierdan fuerza podemos hacer una ensalada estilo oriental, ideal para servir sobre un lecho de fideos de arroz fr¨ªos. Las vinagretas cremosas, por ejemplo con yogur y menta, tambi¨¦n le van bien: a?¨¢dele un poco de pepino y te parecer¨¢ que est¨¢s untando crudit¨¦s de apio en un tzaziki.

Jud¨ªas verdes

Dos minutos de cocci¨®n en agua hirviendo con mucha sal y otros dos en agua helada para refrescarlas r¨¢pidamente son todo lo que necesitan unas jud¨ªas verdes para convertirse en una ensalada potencial. Si son bobby puedes comerlas tal cual, pero si las vamos a tomar fr¨ªas las planas tienen una textura mucho m¨¢s agradable si se cortan al bies en trozos de unos tres mil¨ªmetros. Con pi?ones tostados, mucho perejil y parmesano, adem¨¢s de un poco de ralladura de lim¨®n, son una de las combinaciones m¨¢s frescas que he probado nunca.

Un sabor fuerte como el de la aceituna negra tambi¨¦n hace que las jud¨ªas se vengan arriba, y los picatostes aportan un agradable contraste de texturas: en eso, y el toque arom¨¢tico del tomillo en la vinagreta, se basa el ¨¦xito de esta ensalada. Si lo que buscamos es un plato ¨²nico, pero igualmente fresco, podemos a?adir a las jud¨ªas patatas cocidas, alg¨²n pescado en conserva como la caballa, las sardinas o el bonito y unos tomates cherry de pera: la comida est¨¢ servida.

Esp¨¢rragos verdes

Aunque lo m¨¢s habitual es que los tomemos cocinados a la plancha o al vapor, los esp¨¢rragos verdes tambi¨¦n tienen su lugar en una ensalada. Aunque cortarlos finos tiene su intr¨ªngulis, se vuelve mucho m¨¢s f¨¢cil si usamos un pelador, y tampoco necesitamos una gran cantidad para que luzcan en estos platos. Dos esp¨¢rragos a tiritas son suficientes para dar sabor y color a una ensalada: si se ponen en un bol con agua helada se rizar¨¢n y aportar¨¢n tambi¨¦n un bonito volumen vertical.

Si se juntan con otro ingrediente de temporada, como los guisantes, un poco de cebolleta dulce y un queso curado rico, adem¨¢s de una vinagreta bien emulsionada, tenemos una cena fabulosa, que puede mejorar todav¨ªa m¨¢s con unas virutas de jam¨®n. Tambi¨¦n podemos ensaladearlos una vez pasados por la sart¨¦n, en versi¨®n mimosa, con yema de huevo duro y un poco de salm¨®n ahumado.

Fresas

Estas frutas primaverales combinan a la perfecci¨®n con varios de sus compa?eros de temporada. Por ejemplo, con brotes de espinacas, un poco de queso feta, almendras tostadas y una vinagreta con un toque c¨ªtrico podemos preparar una ensalada sencilla pero riqu¨ªsima, perfecta para los d¨ªas en los que el calor empieza a dejarse notar (si necesit¨¢is m¨¢s pistas, aqu¨ª ten¨¦is la receta en v¨ªdeo).

Con las mismas espinacas, burrata, anchoas, aceitunas negras y un ali?o de vinagre suave -el aceto bals¨¢mico de verdad le va de muerte, si es jarabe con caramelo mejor cualquier otro- tendr¨¦is otro platazo. Otra estupenda mezcla incluye r¨²cula, parmesano y unas alcaparras en vinagre, ya que la acidez de este encurtido resaltar¨¢ la dulzura natural de las fresas. Terminamos este apartado con una macedonia -que es b¨¢sicamente una ensalada de frutas- especiada de mango y fresa con zumo de naranja.

Cerezas

La parte m¨¢s complicada de poner una cereza en una ensalada es la de deshuesarlas, pero se simplifica bastante si las apoyamos sobre una botella de cristal y empujamos con una ca?ita o un palillo chino. Si no tenemos nada de esto, siempre podemos abrirlas por la mitad con una puntilla y mucho cuidado: triturando algunas con un poco de aceite, zumo de lim¨®n y miel tendremos la salsa para preparar una ensalada verde con trucha ahumada y cerezas.

Estas frutas tambi¨¦n tienen mucho sentido en cualquier preparaci¨®n con quesos ligeros y frescos, y aportan un contraste mucho menos raruno de lo que parece cuando usamos ingredientes potentes como las aceitunas negras. Con quesos potentorros como la gorgonzola o el Stilton tambi¨¦n es capaz de animar cualquier combinaci¨®n de hojas verdes, as¨ª que saca esta fruta del postre y piensa en ella como un ingrediente para muchos otros platos frescos.