Fresones con salsa de naranja y almendras

Dior no me ha llamado por el camino del emplatado, y mucho menos del emplatado de postres. Normalmente salgo del paso con presentaciones m¨¢s o menos dignas, que apuestan por el minimalismo para no meter la pata. Sin embargo, muy muy muy de vez en cuando, el esp¨ªritu del hijo de Paco Torreblanca y Jordi Roca me posee y facturo cosas que no parecen una papilla con trozos. La receta de hoy naci¨® en uno de esos fugaces instantes de habilidad repostera.

El postre mezcla las virtudes de dos formas cl¨¢sicas de tomar las fresas (con zumo de naranja y con nata), pero evitando el elemento l¨¢cteo (para que luego os quej¨¦is de m¨ª, veganos). Para lograrlo, tir¨¦ del fruto seco que mejor se lleva con esta fruta fresca, la almendra, y elabor¨¦ una especie de ajoblanco dulce sin ajo. Como los fresones actuales, que a este paso van a alcanzar el tama?o de las sand¨ªas, no destacan por su gran sabor, los ba?¨¦ en una reducci¨®n de vino blanco y miel, y remat¨¦ la fiesta con el punto crocante de las almendras tostadas.

Es un plato bastante r¨¢pido de hacer, que por su aspecto parece m¨¢s trabajado de lo que en realidad es. Casi se podr¨ªa considerar un jetapostre. Su paso m¨¢s delicado quiz¨¢ sea el de la reducci¨®n: si te quedas corto quedar¨¢ demasiado l¨ªquida, y si te pasas, conseguir¨¢s un pegamento muy eficaz para pegar baldosas. As¨ª que mucho ojito.