Carlos Herrera ya tiene heredero en las ondas: su hijo Alberto
El hijo del periodista y de Maril¨® Montero, de 27 a?os, ha debutado en la radio con un programa sobre m¨²sica rock
Cuando Carlos Herrera habla por la radio a veces se escucha c¨®mo mueve la cucharilla en la taza de caf¨¦, al igual que hace todo oyente que se despierta escuch¨¢ndole, listo para empezar un nuevo d¨ªa. Su hijo, Alberto Herrera, tambi¨¦n se prepara uno cuando atiende a EL PA?S por tel¨¦fono desde el piso que comparte en Sevilla. Padre e hijo se encuentran en la capital andaluza, pero en viviendas distintas. El estado de alarma por la crisis del coronavirus les ha cogido desprevenidos, pero siguen haciendo lo que m¨¢s les gusta: trabajar en la radio.
El mayor de los dos hijos que tuvo el periodista con la presentadora Maril¨® Montero ha debutado con su primer programa de radio, ?rea 27, que se emite en la madrugada del viernes al s¨¢bado en Rock FM. ¡°Estoy muy contento por la oportunidad. Sigo pensando que soy muy joven, que con 27 a?os est¨¦ presentando un programa en solitario es un gustazo¡±, expresa.
?El hijo del presentador del programa matinal de la cadena Cope sigue los pasos de su progenitor? Si esta pregunta se la hubiesen planteado hace tres o cuatro a?os lo hubiese negado rotundamente. Estudi¨® Administraci¨®n y Direcci¨®n de empresas y Marketing en la Universidad CEU San Pablo, en Madrid, y en el ¨²ltimo a?o de carrera fund¨® una agencia de publicidad, Mad & Digger, con su compa?ero Jos¨¦ Luis Iglesias. De ni?o ten¨ªa claro que no se quer¨ªa dedicar a la misma profesi¨®n que sus padres con el fin de preservar su intimidad: ¡°Dentro de mi anonimato, que sigo considerando que tengo, estoy muy c¨®modo, porque ser conocido tiene much¨ªsimas ventajas pero tambi¨¦n tiene muchas desventajas. Yo estaba muy c¨®modo en ese aspecto¡±.
Pero la vida da muchas vueltas y ahora le resulta imposible despegarse del micr¨®fono. Tanto es as¨ª que en estos d¨ªas de confinamiento est¨¢ incluso grabando un podcast desde casa porque como dice: ¡°No podemos hacer otra cosa¡±. Sale a la calle ¨²nicamente para dirigirse a los estudios que la emisora tiene en Sevilla y presentar desde all¨ª su nuevo programa hasta que pueda regresar a Madrid. ¡°Ha sido todo un poco improvisado porque hay much¨ªsimas cosas que nos hubiera gustado hacer, como grabar el programa en v¨ªdeo para que adem¨¢s de escucharlo se pudiera ver¡±. Aunque las largas horas de cuarentena le est¨¢n permitiendo desarrollar diferentes ideas para incorporar en el espacio radiof¨®nico.
Por el momento solo ha emitido dos episodios. En el primero habl¨® de la m¨²sica de 1980, a?o en el que muri¨® Bon Scott, vocalista de AC/DC, y que supuso la entrada de Brian Johnson y una nueva etapa para el grupo australiano. O¨ªrle hablar de m¨²sica es una delicia. Se percibe en sus palabras que ha escuchado y ha le¨ªdo mucho sobre el tema, lo que le permite dar su opini¨®n con cierto criterio. ¡°A partir de los a?os ochenta para m¨ª todo se va deteriorando un poco: cambian mucho las tendencias, se utilizan los sintetizadores... Cuando lleg¨® la digitalizaci¨®n a los estudios de m¨²sica se empezaron a hacer cosas muy raras. Pero no digo que no haya grandes canciones, grandes artistas y grandes discos de los a?os ochenta y noventa¡±, relata.
Su pasi¨®n por la m¨²sica le viene de su padre, que dispone de "una biblioteca envidiable con much¨ªsimos vinilos¡±. Cuando sus hijos eran peque?os, Carlos Herrera terminaba el programa y se pon¨ªa a escuchar m¨²sica. ¡°Yo me met¨ªa en el despacho con ¨¦l y empezaba escuchar esos discos de Bruce Springsteen, Status Quo, AC/DC, Eric Clapton... Tantos artistas con los que yo alucinaba a esa edad¡±, rememora su hijo Alberto. Durante su adolescencia se dej¨® cautivar por nuevos estilos, como el rap, algo que su padre detestaba. Pero llegada la hora de mudarse a Madrid para ir a la universidad volvi¨® a retomar aquellos gustos m¨¢s cl¨¢sicos. Y empez¨® a tocar la guitarra y el piano; e incluso canta. Sus amigos Jaime y Marcos Soto, integrantes de Mi Hermano y yo, le invitan de vez en cuando a subir al escenario con ellos, pero Alberto Herrera no se ve teniendo una carrera art¨ªstica. ¡°No me atrever¨ªa b¨¢sicamente porque no soy lo suficientemente bueno¡±, admite ri¨¦ndose.
Tampoco ve su futuro en la televisi¨®n. ¡°La radio no es como la tele, donde se te ve mucho y es mucho m¨¢s f¨¢cil identificarte¡±. Pero es el medio de referencia de su madre, que actualmente trabaja en Canal Sur. La presentadora es la ¨²nica de la familia que no est¨¢ confinada totalmente en su casa, ya que debe acudir al plat¨® para grabar su programa 5C El Debate. Su hermana, la modelo Roc¨ªo Crusset (que utiliza el apellido de su abuela paterna), pudo regresar a Espa?a desde Nueva York (Estados Unidos) antes de que cerrasen las fronteras. ¡°Aqu¨ª tenemos una sanidad espl¨¦ndida. All¨ª al final la pueden tener muy buena pero cuesta un dineral y era jug¨¢rsela un poco, adem¨¢s de tener que pasar una cuarentena lejos de casa¡±, explica Herrera del viaje in extremis que tuvo que emprender su hermana.
Todos est¨¢n bien, cada uno en su casa, pero en contacto. Fuera de estas excepcionales circunstancias por las que pasa Espa?a, los cuatro mantienen una buena relaci¨®n. Carlos Herrera y Maril¨® Montero decidieron poner fin a su matrimonio en 2011, despu¨¦s de 20 a?os juntos. Alberto Herrera cuenta que no supuso una experiencia ¡°traum¨¢tica¡± para ¨¦l precisamente porque guardan una relaci¨®n ¡°magn¨ªfica". ¡°Ellos se llevan muy bien, hablan constantemente y quedan a comer de vez en cuando¡±, explica el mayor de los hermanos.
Alberto Herrera est¨¢ aprendiendo poco a poco a ser un comunicador, especialmente en radio, y cuenta con el apoyo de dos reconocidos periodistas. Su madre es la m¨¢s cr¨ªtica, algo que agradece, y su padre le da algunos consejos, pero es partidario de que ¡°cada uno tiene que aprender por su propia v¨ªa¡±. Tambi¨¦n es consciente de que si llega a tener cierta notoriedad, su nombre estar¨¢ siempre vinculado al de sus progenitores. Para hablar de este ¨²ltimo asunto se toma su tiempo; no quiere que haya malentendidos: ¡°Yo me siento tremendamente orgulloso de ser hijo de dos profesionales como la copa de un pino. No creo que sea llevar un peso encima, como una mochila. Creo que es una oportunidad y que es una obligaci¨®n esforzarte much¨ªsimo m¨¢s para dar la talla¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.