Ana Mil¨¢n: ¡°Los pecados, sobre todo si son originales, se cometen pasados los 40¡±
La actriz pasa el confinamiento preparando su siguiente papel, ultimando su pr¨®ximo libro y convocando a sus seguidores a un directo de Instagram en el que se desnuda por dentro mucho m¨¢s que en escena por fuera
Lo primero que le pregunto es qu¨¦ d¨ªa es hoy, de la semana y del mes, a ver si la pillo desprevenida en estos d¨ªas iguales. ¡°Solo s¨¦ que es jueves, porque lo he preguntado en la comida¡±, responde, ¡°y porque ayer, que colgu¨¦ el v¨ªdeo, era mi¨¦rcoles¡±. Ayer, en efecto, colg¨® un v¨ªdeo en el que el m¨ªtico reparto de la m¨ªtica teleserie Camera Caf¨¦ ¡ªdel gran jefe al ¨²ltimo mindundi¡ª animaba a sus fans a quedarse en casa. Al cierre de estas l¨ªneas, el v¨ªdeo llevaba m¨¢s de dos millones de reproducciones lo que, seg¨²n Ana Mil¨¢n, deber¨ªa ¡°impulsar a alguien a llamar a alguien¡± y recuperar este ¨¢cido retrato de la clase trabajadora despellej¨¢ndose viva ante esa m¨¢quina de caf¨¦ de la oficina que tanto de menos echamos tantos en d¨ªas de teletrabajo a la fuerza. De momento, Mil¨¢n prepara encerrada en casa su papel en la pel¨ªcula hom¨®nima. Y su pr¨®ximo libro. Y redecora su espacio cada 15 d¨ªas para creer que lo estrena, o eso dice. Como hablamos por videollamada, la que firma se ha vestido y pintado como si fuera a trabajar, por aquello del h¨¢bito y la monja. Ella lleva un mo?o al retortero y cero maquillaje. "As¨ª no vale: pareces t¨² la artista y yo la periodista¡±, ataca. La primera, en la frente.
Yo no soy artista, pero usted tambi¨¦n es periodista, colega.
Hay oficios que no los da la carrera, sino la pr¨¢ctica. Lo estudi¨¦ porque no hay cosa que interese m¨¢s que el alma humana. Eso me llev¨® a ser actriz, a escribir libros, canciones¡ Todo lo que hago tiene que ver con esa curiosidad.
?Curiosa, que no cotilla?
Nada. De hecho, cuando me cuentan un cotilleo, contesto: ?esto por qu¨¦ me lo cuentas? Nunca nadie me supo contestar. Es una pregunta letal para los cotillas.
La he buscado en Google y lo primero que sale es ¡®Ana Mil¨¢n, pareja¡¯. ?Por qu¨¦ cree que sucede eso?
Supongo que hay gente a la que le interesa porque tiene una vida tan triste que tiene que leer la de los dem¨¢s. Te puedo asegurar que he tenido parejas muy interesantes, pero no m¨¢s que los libros que he escrito, las series que he hecho, las pel¨ªculas, las funciones¡ Si te quieres perder esa parte de m¨ª puedes quedarte con esos primeros resultados de Google, no importa.
La Victoria de Ana
Ana Mil¨¢n (Alicante, 46 a?os) salt¨® a la fama con su personaje de la apabullante jefa de 'marketing' Victoria de la Vega en la teleserie 'C¨¢mera Caf¨¦', hace 15 a?os. Antes, estudi¨® Periodismo y ejerci¨® como maniqu¨ª desde la altura de sus 178 cent¨ªmetros. Estos d¨ªas de confinamiento dedica una hora a hablar con sus seguidores en un directo de Instagram en el que ejerce a la vez de entrevistadora y entrevistada sobre lo divino y lo humano. Perpleja y sumida en la sensaci¨®n de irrealidad que nos envuelve, "esto solo lo pudo imaginar Will Smith", aprovecha el tiempo poniendo en orden sus cosas y su casa. Le faltan horas.
La cita de su bio de Twitter dice: ¡°Ella es la secuela de mil guerras¡±. ?Qu¨¦ guerras?
Uf, muchas. Vivo sola desde los 16 a?os, con un car¨¢cter muy libre. Ser libre y mujer ahora se entiende m¨¢s. Tengo 46 a?os. Todo lo que soy me lo debo a m¨ª misma y todo lo que no soy, a mis padres. Sal¨ª demasiado pronto como para que me terminaran de hacer. Entonces, me fui haciendo yo. Mis guerras han sido tambi¨¦n las de otros. Mis guerras han sido algunos amores, mi hijo... Ser madre es la cosa m¨¢s dif¨ªcil del puto planeta. ?C¨®mo co?o se es madre acertando? Que me lo expliquen. No hay nada que haya hecho peor que ser madre.
?Ha hecho una encuesta cient¨ªfica o se lo dice usted solita?
Yo solita, porque la autocr¨ªtica la practico mucho. He sido una soberbia porque me he pasado la vida pensando que cuando fuera madre lo har¨ªa much¨ªsimo mejor que la m¨ªa. Ahora que mi hijo es mayor de edad, sabe Dios que ojal¨¢ pudiera llegarle al tobillo.
Ha dicho Dios. ?Qu¨¦ Dios? ?El que est¨¢ en el cielo?
Creo en Dios, Dios. Pero mi Dios est¨¢ en las peque?as cosas, parafraseando al libro. No imagino un Dios vigilando desde arriba, castigando o imponiendo ning¨²n pecado original. Los pecados, sobre todo si son originales, los cometes a partir de los 40.
?Qu¨¦ pasa a los 40?
A los 40 le das la vuelta al jam¨®n. Igual no es la mejor parte del cuento, pero s¨ª te encuentras trozos muy sabrosos.
?Sin noticias de la crisis de la mediana edad?
Hay un momento¡ Yo tengo un lunar debajo de la teta izquierda y una ma?ana no estaba. Pens¨¦ que se hab¨ªa ido. Pues no, estaba debajo. Ten¨ªas que levantar la teta para ver el lunar. Ese d¨ªa no sal¨ª de casa y creo que me beb¨ª una botella de vino blanco a lo largo del d¨ªa. Ah¨ª termin¨® mi crisis de los 40: asum¨ª que ese lunar solo lo iban a ver unos cuantos privilegiados.
Y usted, cada d¨ªa, al ducharse.
Todo se cae, pero hay un mont¨®n de cosas que suben. Yo la vida me la quiero gastar. Consideramos que hay demasiada belleza en la juventud. Y de esto tienen la culpa muchas revistas femeninas porque yo, personalmente, me acostar¨ªa con muchas m¨¢s se?oras de 40 que de 20. F¨ªsicamente, hablo. Porque as¨ª como somos la generaci¨®n que peor hemos educado a nuestros hijos, tambi¨¦n somos la que dejamos de ser nuestras madres para lo bueno y para lo malo. Mi madre era una se?ora mayor con mi edad. Y yo me miro y digo: pues no estoy mal.
?Hay una segunda edad del pavo al enamorarse a los 45?
Quita, quita. La edad del pavo para ellos, que se la coman, pobrecitos: no tienen que pagar hipoteca, pero tienen que ser adolescentes. No, ese subid¨®n es otra cosa, y cuanto m¨¢s mayor eres, mayor es el subid¨®n.
?Esa curva no se aplana?
En absoluto. Eres m¨¢s consciente del milagro que supone enamorarse. A los 20 con que sea guapo¡ A los 25 con que tenga moto¡ A los 30 lo quieres listo. A los 40 quieres que tenga todo. Con lo cual, cuando sucede, sale la filarm¨®nica en Berl¨ªn en pleno.
Y lo que dure, dure. ?No?
Sabina es el que mejor lo ha dicho: el amor es eterno mientras dura. Otra cosa es que queramos hablar de matrimonios, de uniones y sociedades. Ojal¨¢ me hubiera durado, no s¨¦, mi primer amor hasta hoy. No fue as¨ª. Lejos de estar espantada, me parece que he tenido la oportunidad de conocer a grandes hombres que me han ense?ado grandes cosas.
?En esas tesituras, pasamos de escondernos de los padres a escondernos de los hijos?
Yo no lo he hecho porque he procurado tener una relaci¨®n honesta con Marco. Cuando me ha preguntado cosas comprometidas le he dicho la verdad. Me escond¨ª mucho de mis padres y por eso no he querido esconderme de nadie m¨¢s, mucho menos de alguien a quien le pago el colegio.
Hace 10 a?os que dej¨® de emitirse C¨¢mera Caf¨¦. ?C¨®mo ser¨ªa Victoria de la Vega hoy?
Victoria era una t¨ªa competente rodeada de incompetentes y se defend¨ªa atacando. Supongo que ser¨ªa m¨¢s comprensiva, pero b¨¢sicamente igual. Victoria morir¨¢ matando.
?Puede ser su peor enemiga? Usted, digo, no Victoria.
Solo una puede ser su peor enemiga. Llevo tres meses que solo escucho a Leiva, no me preguntes por qu¨¦, pero hace tres meses que yo soy Leiva. ?l empieza una canci¨®n diciendo: ¡°?Qui¨¦n va a salvarme de mi cabeza?¡±. ?Qui¨¦n co?o te salva de tu cabeza cuando tienes un pensamiento golpe¨¢ndote las paredes del cr¨¢neo como un ¨¢tomo y dici¨¦ndote: no has sido bastante, no est¨¢s suficientemente guapa, no has estado brillante, deber¨ªas haber estado as¨ª? Solo una puede ser su mayor enemiga, porque no te puedes mandar a la mierda, como puedes mandar a alguien que te hiera.
Ah¨ª tan apabullante, me da que ha llorado lo suyo.
Yo he llorado para embotellar. Ahora, tambi¨¦n he re¨ªdo para exportar. Me he pasado la vida ri¨¦ndome, pero, hostias que si he llorado... Mucho.
?Qu¨¦ es lo primero que va a hacer cuando todo esto pase?
Pasear. Yo solo quiero salir a pasear.
?Viven sus padres para ver esto?
Mi padre muri¨® hace 10 a?os. Mi madre, la pasada Nochevieja. Llevo todo el confinamiento pensando: qu¨¦ bien mam¨¢, que no est¨¦s viviendo esto. Mi madre padeci¨® un largo proceso de alzh¨¦imer que nos hiri¨® mucho a la familia porque ella era muy indispensable. Siempre gener¨® una dulzura incre¨ªble en casa y eso es exactamente lo que ahora echo de menos. Esa dulzura.
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