Fumihito, el pr¨ªncipe que cierra la puerta a ver a una emperatriz en Jap¨®n

Corr¨ªa 2006 y Jap¨®n parec¨ªa abocarse sin remedio a una disyuntiva: renunciar a la ley s¨¢lica o al sistema imperial. Y, por supuesto, solo la primera era una opci¨®n. El por entonces emperador Akihito no ten¨ªa descendiente var¨®n m¨¢s all¨¢ de sus dos hijos, Naruhito y Fumihito. El primero, su heredero, contaba con una hija, Aiko, y parec¨ªa inevitable reformar la ley para que alg¨²n d¨ªa ella pudiera sentarse en el Trono de Crisantemo y la instituci¨®n sobreviviera. Pero lleg¨® septiembre y la esposa de Fumihito dio a luz un ni?o: Hisahito. De pronto, acabar con la ley s¨¢lica ya no era una cuesti¨®n primordial. La normativa se mantuvo intacta y lo que se modific¨® fue la senda sucesoria: gracias a su hijo reci¨¦n nacido, Fumihito pas¨® a ser el heredero de su hermano.

Esto deber¨ªa haberse visto confirmado este domingo por medio de una ceremonia espec¨ªfica, pero el coronavirus se ha interpuesto en el camino de la Casa Imperial. Ante la gravedad de la pandemia de Covid-19, que pese a la acertada gesti¨®n del gobierno ya deja 236 v¨ªctimas mortales, m¨¢s de 10.000 infectados y todo un pa¨ªs en emergencia, el primer ministro Shinzo Abe se ha visto obligado a aplazar la celebraci¨®n de manera indefinida hasta que la situaci¨®n mejore.

La proclamaci¨®n oficial del pr¨ªncipe Fumihito como heredero al trono reviste gran importancia, ya que ser¨¢ el evento que pondr¨¢ punto final a la sucesi¨®n imperial. Las tornas de este proceso se pusieron en marcha en agosto de 2016, cuando el ahora emperador em¨¦rito Akihito ofreci¨® una inusual intervenci¨®n televisiva en la que hizo hincapi¨¦ en su avanzada edad y precaria salud, lo que fue interpretado como una confirmaci¨®n de los rumores que apuntaban a una pronta abdicaci¨®n. En junio de 2017 la Dieta Nacional, el ¨®rgano legislativo japon¨¦s, aprob¨® el marco legal que permitir¨ªa al jefe de Estado dar este paso, el cual se hizo oficial en diciembre. Akihito se convirti¨® en el primer emperador en abdicar en casi 200 a?os. El reinado de su hijo, Naruhito, y con ¨¦l la nueva era Reiwa, dio comienzo el pasado 1 de mayo de 2019.

Ya en octubre de 2018, y como parte de los preparativos, el gobierno anunci¨® que el 19 de abril de 2020 Fumihito ser¨ªa declarado koshi, el t¨ªtulo que recibe el primero en la l¨ªnea sucesoria. La inaudito de la abdicaci¨®n qued¨® reflejado en los detalles de la ceremonia. Fue necesario, por ejemplo, crear un nuevo ritual, el cual fue nombrado Rikkoshi-no-Rei, dado que el anterior estaba proyectado para que el protagonista fuera el hijo del emperador, no su hermano menor. El Rikkoshi-no-Rei de Fumihito iba a estar inspirado en el ritual por el que en 1991 Naruhito fue designado pr¨ªncipe heredero. Iba a consistir de dos eventos principales: el Rikkoshi-Senmei no Gi, la proclamaci¨®n propiamente dicha,seguida del Choken-no-Gi, el primer encuentro oficial del heredero con el emperador y la emperatriz.

En las ¨²ltimas semanas el gobierno ya hab¨ªa comenzado a considerar posibles maneras de reducir la capacidad de los banquetes del evento, los cuales iban a contar con hasta 750 invitados, entre los que se contaba el Primer Ministro Shinzo Abe y los embajadores de todos los pa¨ªses con representaci¨®n diplom¨¢tica en Jap¨®n. El plan original era limitarlos a solo dos en una misma jornada, pero la evoluci¨®n de la pandemia ha hecho que ni siquiera esta alternativa no pueda llevarse a t¨¦rmino.

El nacimiento de Hisahito en 2006 solo posterg¨® un problema. El futuro de la familia imperial sigue amenazado, ya que solo cuenta con tres varones en la l¨ªnea de sucesi¨®n y el tercero, Masahito ¨Chermano menor del emperador em¨¦rito Akihito¨C es un octogenario. Un 74% de la poblaci¨®n japonesa apoya la idea de una emperatriz, seg¨²n una encuesta elaborada por la televisi¨®n p¨²blica NHK a finales del a?o pasado. La posibilidad de acabar con la ley s¨¢lica, sin embargo, no est¨¢ en la agenda pol¨ªtica.

Hay dos salidas alternativas, aunque ambas requerir¨ªan de una maniobra sustancial. La primera ser¨ªa permitir que las princesas imperiales no pierdan sus t¨ªtulos al contraer matrimonio con plebeyos ¨Calgo que no sucede en el caso de los hombres¨C, lo que afectar¨ªa a la ¨²nica hija del emperador Naruhito, Aiko, as¨ª como a las dos hijas de Fumihito, Mako y Kako, hermanas de Hisahito. La segunda pasa por devolver el estatus imperial a las ramas secundarias que lo perdieron con la entrada en vigor de la Constituci¨®n de 1947, elaborada durante la ocupaci¨®n estadounidense posterior a la II Guerra Mundial. Sea como fuere, Fumihito tendr¨¢ que esperar para oficializar su t¨ªtulo. La posibilidad de ver una emperatriz en Jap¨®n, a¨²n m¨¢s.