Donatella Versace, 65 a?os de gloria y tragedia

En la biograf¨ªa de Donatella Versace se entremezclan el genio, el glamur, el lujo, el ¨¦xito, las celebridades, las crisis y las adicciones. Su vida, dentro y fuera del taller y las pasarelas ha estado marcada por los excesos, en todos los sentidos. El s¨¢bado, este icono de la moda italiana que ha sabido reinventarse una y otra vez cumple 65 a?os, incombustible como siempre. Lo celebra a las riendas de la gesti¨®n creativa de la firma con la que revolucion¨® una ¨¦poca, aunque ya no pertenezca a la familia que la fund¨®.

A Donatella, con 43 a?os le toc¨® impedir que el imperio se desvaneciera tras el tr¨¢gico asesinato en 1997 de su hermano Gianni, el hombre que marc¨® la est¨¦tica de los noventa. Desde la cabina de mandos de la casa Versace, la heredera m¨¢s se?alada de la moda logr¨® esquivar la quiebra econ¨®mica y medi¨¢tica; devolver la opulencia y la autoridad a la firma y sobreponerse a las turbulencias, tambi¨¦n personales. Salir del segundo plano y pasar de ser la mano derecha y musa del gran Gianni a convertirse en la esencia del concepto Versace, con voz propia, no fue un camino de rosas. La presi¨®n de estar a la altura del legado del rey de la moda le hizo probar las hieles de la fama. Cay¨® en las adicciones, pas¨® por rehabilitaci¨®n, dej¨® atr¨¢s su etapa m¨¢s oscura y volvi¨® a reinventarse.

Pocas como ella podr¨ªan volver a reunir en la pasarela con tanto entusiasmo y expectaci¨®n a supermodelos como Naomi Campbell, Cindy Crawford, Helena Christensen, Claudia Schiffer y Carla Bruni, como hizo en 2017, en un desfile homenaje a su hermano, en el 20? aniversario de su muerte. La venta de la compa?¨ªa en 2018 al grupo del dise?ador estadounidense Michael Kors le ha permitido centrarse solamente en la parte creativa y dejar de lado quebraderos econ¨®micos y burocr¨¢ticos.

En una entrevista con el diario La Repubblica de hace unos meses confesaba que no echa en falta su antiguo cuartel general. ¡°Abandonarlo fue una liberaci¨®n, un modo para dejar atr¨¢s veintid¨®s a?os de una vida mucho m¨¢s dif¨ªcil de lo que la gente haya podido pensar y yo haya podido mostrar¡±, se?al¨®. Y puntualiz¨®: ¡°[una vida] angustiante, luctuosa, pesada, demasiado para m¨ª que deb¨ªa sostener una empresa y los puestos de trabajo de tanta gente, ocultar el dolor, defenderme de los cotilleos, enfrentarme a un mundo que me ped¨ªa una imagen triunfante, mundana, a la moda, de hecho¡±.

Su imagen ic¨®nica, con su melena rubio platino perenne se transform¨® tambi¨¦n en un escudo para ella y la ha ayudado a protegerse del escrutinio p¨²blico, como ha reconocido en varias ocasiones. Tras el fallecimiento de su hermano y su divorcio, poco despu¨¦s, de su primer esposo, el modelo Paul Beck, consigui¨® blindar su vida privada e imponer la discreci¨®n en sus asuntos personales y sentimentales que siempre hab¨ªa deseado. ¡°He sabido defenderme, mantener un espacio realmente m¨ªo que no estuviera en peligro despu¨¦s de la tragedia y las muchas vicisitudes de mi vida. Pero puedo decirlo, he tenido mis historias, pero han sido solo m¨ªas¡±, se?al¨® en la misma entrevista.

Es la cabeza visible de uno de los clanes m¨¢s legendarios del firmamento de la moda que desde el sur de Italia conquist¨® el mundo partiendo de cero. Sandro Versace, de 75 a?os, el hermano mayor y heredero del 30% de la compa?¨ªa aport¨® desde los or¨ªgenes el cerebro financiero al negocio. Adem¨¢s de la moda, tambi¨¦n est¨¢ vinculado al mundo del deporte y de la pol¨ªtica. Donatella tiene dos hijos: Allegra, que ten¨ªa 11 a?os cuando asesinaron a su t¨ªo, que la dej¨® la mitad de la compa?¨ªa y Daniel, que naci¨® en 1991 y es pr¨¢cticamente un desconocido para el gran p¨²blico. Se dedica a la m¨²sica y pocos saben que es un Versace. ¡°?l cree que el apellido podr¨ªa da?ar su integridad como m¨²sico y ofrecerle una ventaja inmerecida. No entiendo ese razonamiento, porque o eres un buen m¨²sico o eres uno malo. Pero es su vida¡±, ha se?alado la dise?adora.

Los hijos de Donatella crecieron rodeados de lujos, glamur y arte. Allegra, ¡°la ni?a mejor vestida de Mil¨¢n¡±, como presum¨ªa su madre, recibi¨® su primer piano como regalo de Elton John y y su t¨ªo Gianni le obsequi¨® con una sesi¨®n de baile con el maestro Maurice B¨¦jart por uno de sus cumplea?os. La joven detesta la fama y digerirla la ha llevado tambi¨¦n por caminos tortuosos. En 2007 sus padres explicaron que padec¨ªa trastornos alimenticios y pidieron que la mantuviera apartada de los focos. Cuando cumpli¨® los 24 a?os, un tiempo despu¨¦s de lo previsto, comenz¨® a asumir sus responsabilidades en la empresa. Su obsesi¨®n sigue siendo no figurar.