M¨¢s problemas para Andr¨¦s de Inglaterra: ahora le demandan por impago
El hijo de la reina Isabel y su exesposa, Sarah Ferguson, deben casi ocho millones por un chalet que compraron hace seis a?os en Suiza
Est¨¢ claro que este no es el a?o del pr¨ªncipe Andr¨¦s. Despu¨¦s de conocerse su implicaci¨®n en el esc¨¢ndalo del millonario y ped¨®filo estadounidense Jeffrey Epstein con el consiguiente abandono de sus labores p¨²blicas como miembro de la familia real, el tercer hijo de la reina Isabel ha sido demandado por impago de una vivienda, llamada el chalet Helora, que compr¨® en Suiza en 2014.
La denuncia tambi¨¦n concierne a su exesposa, Sarah Ferguson, con la que adquiri¨® dicho inmueble en la estaci¨®n de esqu¨ª de Verbier, al suroeste del pa¨ªs, y que comprende siete habitaciones, una piscina interior y una sauna. De hecho, la madre de las princesas Beatriz y Eugenia de York pas¨® all¨ª el A?o Nuevo, tal y como mostr¨® en su perfil de Instagram. Un lujo por el que se comprometieron a pagar 22 millones de francos suizos (m¨¢s de 20,8 millones de euros). Pero pasados seis a?os el exmatrimonio no ha abonado su totalidad, seg¨²n ha publicado el diario Le Temps. Ten¨ªan hasta el pasado 31 de diciembre para entregar la cantidad que les faltaba: casi 5,7 millones de euros, m¨¢s intereses, por lo que la cantidad asciende a los cerca de 7,6 millones de euros.
A pesar de los mensajes de Ferguson en los que promete pagar la deuda, el propietario ha emprendido acciones legales contra ambos a trav¨¦s del bufete ?tude du Ritz. El medio suizo, que ha tenido acceso a la escritura de compraventa, ha hablado con un portavoz de la expareja que ha confirmado que existe "una disputa entre las dos partes en este asunto¡±. Pero a?ade que ¡°los detalles contractuales est¨¢n sujetos a un acuerdo de confidencialidad¡±, por lo que se desconocen los motivos que llevaron al pr¨ªncipe Andr¨¦s y a Ferguson a incumplir el contrato, si finalmente pagar¨¢n o si disponen del dinero para hacerlo. Adem¨¢s, un amigo del duque de York ha explicado que su intenci¨®n era vender la casa con el fin de cumplir con la deuda y que esta intenci¨®n fue comunicada al propietario que ahora les denuncia.
Cuando en el Reino Unido se supo que el pr¨ªncipe y su exesposa ¡ªdivorciados en 1996 pero que mantienen una estrecha amistad¡ª compraron una casa en Suiza surgieron muchas dudas sobre la procedencia del dinero para afrontar los pagos de una vivienda que adquirieron como una ¡°inversi¨®n familiar¡± y donde han pasado varias navidades con sus hijas. Desde entonces diferentes medios brit¨¢nicos han especulado sobre el asunto sin llegar a una conclusi¨®n clara. Incluso el exparlamentario Norman Baker escribi¨® el pasado octubre en el Mail on Sunday: ¡°A menos que haya ganado la loter¨ªa, claramente est¨¢ recaudando sumas significativas que no conocemos¡±. A lo que agreg¨®: ¡°Tenemos derecho a saber de d¨®nde proviene la riqueza oculta de Andr¨¦s y lo que devolvi¨®. Si no quiere transparente, deber¨ªa ser relevado de todo cargo real y convertirse en ciudadano privado¡±.
Un mes despu¨¦s de este art¨ªculo, Isabel II concedi¨® permiso a su hijo ¡°para retirarse de todos los deberes p¨²blicos que conlleva su cargo en el futuro inmediato¡±, seg¨²n un comunicado del palacio de Buckingham. Esta decisi¨®n no se debi¨® a las dudas en torno a la financiaci¨®n del chalet Helora, sino a la implicaci¨®n del duque de York en el esc¨¢ndalo del millonario y ped¨®filo estadounidense Jeffrey Epstein. Un caso que ha da?ado su imagen p¨²blica y que se ha convertido en una serio peligro para la monarqu¨ªa brit¨¢nica, con varios frentes de batalla como la salida de los duques de Sussex.
D¨ªas antes, Andr¨¦s tuvo que salir a dar explicaciones p¨²blicas en una entrevista en la BBC donde reconoc¨ªa su error de mantener una amistad con Epstein, pero esquivaba asuntos m¨¢s graves. El magnate fue hallado muerto en su celda de Nueva York el pasado mes de agosto. Se enfrentaba a serias acusaciones y en el imaginario p¨²blico era ya un depredador sexual que puso en marcha una red de ¡°esclavas¡± menores de edad para su propio disfrute y el de sus amistades. Entre ellas Andr¨¦s de Inglaterra. Sin embargo, este neg¨® en la cadena brit¨¢nica su relaci¨®n sexual, en 2001, con una menor de 17 a?os, Virginia Roberts (hoy Virginia Giuffre, despu¨¦s de adoptar el nombre de su esposo).
En las horas posteriores a la desastrosa entrevista, diferentes empresas y organizaciones se alejaron del pr¨ªncipe Andr¨¦s. La auditora KPMG, British Telecom, el Ballet Nacional Ingl¨¦s, la farmac¨¦utica Astrazeneca, dos universidades australianas y al menos una inglesa, dejaron de contribuir a los proyectos pilotados por Andr¨¦s, especialmente a su proyecto estrella, Pitch@Palace, dedicado a promover las nuevas empresas.
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