¡®Ghost¡¯ y el esc¨¢ndalo Merlos
Hasta Whoopi Golberg ha hablado de ello al creer ver al fantasma Swayze cruzando el sal¨®n como reportera de ¡®Socialit¨¦¡¯
En La vida de los otros, la obra maestra de Florian Henckel von Donnersmarck, un oficial de la Stasi que tiene bajo vigilancia a una pareja de artistas, decide reventar la relaci¨®n forzando al marido a comprobar una supuesta infidelidad de su amante. Lo hace, el oficial, con una frase: ¡°Ha llegado el momento de las amargas verdades¡±, que muestra que el Estado no s¨®lo dictamina qui¨¦n es qui¨¦n, chantajea sexualmente a sus divas y hace part¨ªcipe de su paranoia a los ciudadanos, sino que asalta el amor, despoj¨¢ndolo del secreto y exhibiendo sus costuras.
No he pensado ni una sola vez en La vida de los otros ante el culebr¨®n Merlos, el tertuliano pol¨ªtico que fue pillado, en una conexi¨®n en directo, con una pareja distinta a la suya cruz¨¢ndose por detr¨¢s. Todo el drama resultante est¨¢ siendo conmovedoramente desmenuzado por Mediaset en espect¨¢culos tremebundos que remiten a algo tan espa?ol como la astracanada, territorio natural de la extrema derecha espa?ola, de donde proceden varios de los protagonistas del culebr¨®n. Pueden disfrutarse esos programas incluso desde una perspectiva desacomplejada para quienes tienen que hacer abdominales ideol¨®gicos, izquierdistas en su caso, hasta en el entretenimiento: los personajes cuentan su vida para gan¨¢rsela.
Porque, y aqu¨ª llega el objeto de la observaci¨®n, el amor y el despecho espont¨¢neos (si queda algo espont¨¢neo en la telerrealidad, una wrestleman¨ªa de s¨¢banas) del primer fin de semana, rentabilizados en una audiencia millonaria, se ha dirigido r¨¢pidamente a los contratos. El momento de las dulces verdades. Para una, su vida privada da audiencia y cuesta dinero; para otro, su exposici¨®n en estos programas pone en peligro contratos que no desear¨ªa perder. Es, pasado el vendaval, la hora de mirar la caja; todo acaba en el mismo sitio. ¡°El amor mueve el mundo¡±, dice un personaje de David Mamet; ¡°el amor al dinero¡±, corrige otro. Medir sacrificios, rebuscar intimidades que puedan ¡°funcionar¡±, verbo fulminante que ha corrido de los plat¨®s cuch¨¦ a las redacciones de grandes medios. Esto funciona, esto no. ?Tira o no tira?
Cuando a Umbral le ped¨ªan un art¨ªculo por un dinero que no le hac¨ªa justicia, prefer¨ªa hacerlo gratis para no perder cach¨¦. No vales por lo que callas sino por lo que juraste callar. Esta burbuja Merlos, tan internacional que ha salido hablando de ella Whoopi Goldberg al verlo como remake de Ghost con el fantasma Swayze cruzando el sal¨®n como reportera de Socialit¨¦, es en realidad un esc¨¢ndalo de pueblo que ha puesto el foco en la zona de copas de los consultores de Madrid. Merec¨ªa un c¨®mic de Frank Miller porque Deluxe era demasiado obvio. O una visita al Savoy de Alvite, en cuyos ba?os encontr¨® el maestro la pintada que resume el estado de bienestar:
¨CTe querr¨¦ toda la vida.
¨C?De cu¨¢nto dinero estamos hablando?
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