El hombre con el que Marie Kondo hace orden y gana millones

Lo hemos visto decenas de veces. Marie Kondo, gur¨² japonesa del orden, enfrenta uno a uno los objetos de una vivienda cualquiera mientras golpea a su propietario con la misma pregunta incesante. ¡°?Te da tokimeku?¡±. Es decir, ¡°?te hace feliz?¡±. Todo lo que no suscite un ¡°s¨ª¡± rotundo acaba en la basura. La interrogaci¨®n que ha hecho de ella un fen¨®meno global, sin embargo, se vuelve ahora en su contra. Kondo, que ha protegido el hermetismo de su vida personal, ha comenzado a darse cuenta de que no es tan sencillo mantener el caos a raya cuando se tiene marido, dos beb¨¦s y una empresa millonaria.

La japonesa contrajo matrimonio con Takumi Kawahara en 2012. ¡°Cuando Takumi se me declar¨® no ten¨ªa dinero para comprarme un anillo¡±, recordaba ella a?os atr¨¢s. Este infortunio, pesadilla de tantas damiselas, no fue un drama para alguien cuyo credo se ha construido alrededor de la idea de poseer solo los objetos justos. Por eso, su pretendiente le hizo entrega de un anillo... que ya era de su propiedad. ¡°Hab¨ªa heredado el anillo de compromiso de mi abuela cuando falleci¨®, (...) esa fue la alianza que ¨¦l me dio¡±.

Por aquel entonces, Kawahara trabajaba como asistente de ventas y marketing para una gran empresa en Osaka. Pero cuando la carrera de su pareja despeg¨® tras la publicaci¨®n de su primer libro en 2011, abandon¨® su empleo para convertirse en su representante. En dicha condici¨®n negocia los contratos de sus obras con los grupos editoriales, produce su serie de Netflix e incluso saca las fotos que alimentan la cuenta oficial de Instagram en la que Kondo acumula ¡ªah¨ª el barullo no le incomoda¡ª casi cuatro millones de seguidores.

Desde 2015, Kawahara se desempe?a como m¨¢ximo responsable de la empresa que capitaliza la figura de su mujer, Konmari Media, con la que la japonesa quiere llevar a t¨¦rmino su prop¨®sito de ¡°ordenar el mundo¡±. Una de las claves de su negocio es aliarse con apartamentos de lujo. La firma estadounidense Instrata Lifestyle Residences, por ejemplo, ha comenzado a ofrecer a sus inquilinos la ayuda de un experto en el M¨¦todo: 500 d¨®lares (unos 460 euros) a cambio de 5 horas. Konmari Media ya ha formado a 30 consultores en EEUU y otros 70 en Jap¨®n a tal efecto.

La empresa tambi¨¦n produce bienes con los que llenar los armarios que antes vaci¨®. En 2018 lanzaron su primera l¨ªnea de productos, un juego de seis cajas de cart¨®n, a la venta por 89 d¨®lares (82 euros). Tras la compra, los clientes reciben una serie de correos electr¨®nicos y asistencia online para guiarles en el proceso de adaptaci¨®n al M¨¦todo. Ambientadores y perchas ser¨¢n las pr¨®ximas novedades.

Konmari Media desarrolla su actividad desde Los ?ngeles, adonde la familia se mud¨® el a?o pasado tras abandonar Tokio. La fama se hab¨ªa vuelto demasiado dura para Kondo, quien no pod¨ªa salir a la calle sin ser reconocida constantemente, algo complicado de sobrellevar para alguien que ha confesado sentirse ¡°m¨¢s c¨®moda hablando a objetos que a personas¡±. En su nueva vida en California, la empresaria pule su ingl¨¦s mientras proyecta nuevos modos de abrirse camino en el mercado norteamericano.

¡°Mi marido era muy limpio y ordenado antes incluso de leer mi libro, pero sin duda mejor¨® despu¨¦s de hacerlo¡±, afirmaba Kondo en una entrevista con la publicaci¨®n Good Housekeeping en 2016. ¡°Estamos en la misma onda¡±, continuaba, antes de reconocer que vivir con otra persona puede complicar los esfuerzos organizadores. ¡°Es importante centrarte en tus objetos personales antes de pasar a los de tu familia. Si hay cosas que tu pareja ama, aunque t¨² las odies, no puedes deshacerte de ellas sin su permiso¡±.

Poco despu¨¦s de que su libro La magia del orden se convirtiera en un ¨¦xito mundial con m¨¢s de 11 millones de copias vendidas en 40 pa¨ªses, Kondo se qued¨® embarazada de su primera hija. La pareja prepar¨® la llegada del reto?o con una jornada especial de... limpieza. ¡°Al enterarnos de que ¨ªbamos a tener un beb¨¦, mi marido y yo organizamos un festival del orden revisando todas las cosas que ten¨ªamos. Tambi¨¦n discutimos cu¨¢nto espacio, por ejemplo cu¨¢ntos armarios, pod¨ªamos darle a nuestra hija¡±, explicaba ella en una entrevista con The Wall Street Journal.

A la primog¨¦nita, Satsuki, le sigui¨® pronto una segunda, Miko. En principio hab¨ªa pensando esperar a que cumplieran tres a?os para ense?arles los secretos de su m¨¦todo, pero las peque?as se han adelantado. ¡°Me sorprendi¨® verlas poniendo libros, peluches y juguetes en orden¡±. La mayor ¡°tambi¨¦n intenta copiarme doblando ropa¡±, confesaba la orgullosa madre, ¡°aunque la arreglo en secreto cuando no est¨¢ mirando¡±.

El nacimiento de sus hijas le ha llevado a rebajar los estrictos est¨¢ndares de su m¨¦todo. Sugiere, por ejemplo, que los padres organicen sus posesiones a lo largo de varias sesiones, en lugar de realizar la gran purga de una sentada. ¡°Me volv¨ª m¨¢s flexible cuando naci¨® mi beb¨¦, sobre todo porque mi tiempo es mucho m¨¢s limitado y porque aument¨® la cantidad de cosas que tenemos", afirmaba. De momento, asegura que su casa, pese a la presencia de marido e hijas, sigue ordenada. Si no se ha deshecho de ellos, cabe suponer que todav¨ªa son fuente de tokimeku.