Javier S¨¢nchez sobre Julio Iglesias: ¡°He llegado a odiar a mi padre. Ahora creo que podr¨ªamos ser amigos¡±
Batalla para que le reconozcan legalmente que es hijo del cantante, afirma que es feliz con su esposa y su hija de cuatro meses y asegura no sentir rencor aunque s¨ª dolor
En julio de 2019 Javier S¨¢nchez Santos era declarado oficialmente hijo de Julio Iglesias; la semana pasada ya no lo era, al menos legalmente. Entre un hecho y otro, tan contradictorios como sorprendentes, median recursos y dos sentencias. En la primera el Juzgado de Primera Instancia 13 de Valencia hab¨ªa estimado la demanda de paternidad presentada contra el cantante. En la segunda la Audiencia Provincial de Valencia revocaba la anterior al apreciar la excepci¨®n de ¡°cosa juzgada¡± contemplada en el art¨ªculo 222 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, es decir que la reclamaci¨®n de S¨¢nchez, de 44 a?os, ya hab¨ªa sido rechazada en otros dos procedimientos anteriores, lo que impide entrar a analizar el fondo del asunto.
Queda a¨²n un largo camino de apelaciones y recursos ante el Tribunal Supremo, el Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, si hay que llegar a ello, pero Javier S¨¢nchez, aunque decepcionado, de alguna manera se siente satisfecho. Para ¨¦l la prueba de ADN que un detective consigui¨® de Julio Jos¨¦ Iglesias y que dio un 99,9% de coincidencia gen¨¦tica al ser analizada, ha demostrado la verdad, y solo queda ¡°que la ley avale a la ciencia¡±, explica. Aunque eso ya no dependa de ¨¦l. ¡°Mi lucha es sobre todo por limpiar el nombre de mi madre y demostrar la verdad, y eso ya lo he hecho¡±, dice desde Valencia a trav¨¦s de entrevista telem¨¢tica.
Vive en la zona de Ruzafa, un barrio popular de Valencia que antes de la pandemia estaba colonizado por negocios hosteleros y tur¨ªsticos. En la habitaci¨®n desde la que habla con EL PA?S se atisba una estanter¨ªa repleta de discos, de los que dice ser coleccionista, y dos cuadros que aclara son obra de su hermano Pichi, una parte del tandem PichiAvo, reconocidos artistas urbanos que el a?o pasado firmaron la falla principal del Ayuntamiento de Valencia. De fondo se escuchan los gorgojeos de su hija Ang¨¦lica, que acaba de cumplir cuatro meses y naci¨® en Cerde?a, de donde es originaria su esposa, Chiara, con quien se cas¨® por la iglesia el 3 de septiembre de 2016 en Italia ¡°en una boda preciosa¡±, seg¨²n relata con cierta emoci¨®n.
Ese n¨²cleo familiar, al que se une su madre, Mar¨ªa Edite Santos, y sus suegros ¨C"son maravillosos, soy muy feliz cuando estoy en Cerde?a con ellos", dice sonriente"¨C hace que afirme estar muy contento en este momento a pesar de que sus ingresos dependen de dos negocios de bed&breakfast que tiene en Valencia y en la isla en la que naci¨® su mujer, que ahora est¨¢n paralizados por la pandemia. No siempre ha sido as¨ª. Cuando se madre le cont¨® a los 13 a?os que su padre era Julio Iglesias no le dio ninguna importancia, hab¨ªa tenido una infancia feliz creciendo al borde del mar, en los restaurantes playeros en los que trabajaba Mar¨ªa Edite. Pero cuando ella decidi¨® reclamar judicialmente la paternidad de su hijo, todo cambi¨®: ¡°Lo not¨¦ en el silencio que se hizo un d¨ªa en el patio del colegio cuando yo entr¨¦".
En el proceso que perdi¨® su madre hace 30 a?os, que ¨¦l dej¨® olvidado en el ba¨²l de las cosas enterradas y que retom¨® hace tres a?os, Javier Santos ha pasado por varias etapas: ¡°Al principio verg¨¹enza, luego miedo y ahora tranquilidad¡±, reflexiona. Reconoce que cuando su abogado, Fernando Osuna, le llam¨® para comunicarle la decisi¨®n de la Audiencia Provincial, tuvo que salir del supermercado en el que estaba haciendo la compra, que llor¨® y se march¨® a casa a abrazar a su mujer y a su hija. A pesar de ello entiende ¡°que sentir cari?o hacia alguien que no has tratado y no conoces es dif¨ªcil. Mi padre supo de mi existencia a trav¨¦s de una amiga de mi madre cuando yo ten¨ªa un a?o, por eso me sorprende que no se haya interesado un segundo por saber c¨®mo soy. Dicho esto, creo que nunca es tarde. Ha habido momentos en los que he llegado a odiarlo. Ahora creo que ser¨ªamos buenos amigos¡±, afirma. ¡°Con los a?os he llegado a perdonarlo porque no quiero tener rencor en mi vida ni el desgaste que crea ese sentimiento¡±, contin¨²a.
Por su relato, Javier Santos es un trabajador nato y un luchador incansable, aunque cuenta su vida sin un atisbo de hero¨ªsmo. ¡°Ya no me molesta los que piensan que he hecho esto por inter¨¦s econ¨®mico. Cuando lo empec¨¦ lo hice por llamar a cada cosa por su nombre. Ahora est¨¢ mi hija y s¨ª creo que a lo mejor puedo darle unas oportunidades que yo no tuve". ?l estudi¨® hasta tercero de BUP y se puso pronto a trabajar como m¨²sico. Seg¨²n relata quien fue su representante en aquella ¨¦poca y sigue siendo su amigo, Jos¨¦ Chiller¨®n, la semana del 24 de abril de 1999 Javier ocup¨® el puesto 20 de la lista BillBoard con su ¨¢lbum, Lucha y ver¨¢s, del que vendi¨® 250.000 copias y lleg¨® a ser disco de oro. Esa misma semana Enrique Iglesias ocup¨® el puesto 12 de la misma lista. Despu¨¦s las radios dejaron de llamarle y de poner su m¨²sica y la discogr¨¢fica que lo produc¨ªa fue comprada por un sospechoso fondo de inversi¨®n, seg¨²n explica Chiller¨®n.
Ha repartido medicinas en Cuba, limpi¨® coches, vivi¨® en Miami donde se cruz¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n con sus hermanos, Julio Jos¨¦ y Enrique, instal¨® toldos y ejerci¨® de comercial, hasta que lleg¨® a convertirse en coctelero en The velvet margarita, un local latino m¨ªtico de Hollywood, frecuentado por muchos famosos. All¨ª estuvo durante seis a?os, m¨¢s de uno de ellos residiendo ilegalmente en Estados Unidos tras finalizar su visado. En 2007, con 32 a?os, le deportaron. ¡°Ah¨ª acab¨® mi aventura americana, fue uno de los momentos m¨¢s tristes de mi vida, me acababa de comprar una casa y me encontr¨¦ de nuevo en Valencia donde tuve que empezar de cero¡±.
¡°Mi vida ni ha cambiado, ni cambiar¨¢ si los jueces terminan por convertir en legal el hecho real de que soy hijo de Julio Iglesias¡±, dice Javier S¨¢nchez. ¡°Siempre me he imaginado que me invitaba a su casa a cenar o comer. Antes so?aba que est¨¢bamos solos. Ahora que estoy all¨ª con mi hija y mi mujer. A m¨ª no tuvo la oportunidad de conocerme pero a su nieta s¨ª, y es muy bonita¡±, concluye orgulloso y dejando abierta una puerta para que su padre d¨¦ el paso de quitarle la espina de no haberse sentido querido por ¨¦l.
Una batalla legal varada por el error de un juzgado
Fernando Osuna, abogado de Javier S¨¢nchez, cree que ¡°la verdad cient¨ªfica est¨¢ por encima del argumento de 'cosa juzgada' en el que se ha basado la revocaci¨®n de la sentencia del juzgado de Primera Instancia que le declar¨® hijo de Julio Iglesias. ¡°No hay cosa juzgada porque hace treinta a?os la demanda la promovi¨® su madre y aunque ¨¦l tuvo que intervenir al cumplir la mayor¨ªa de edad durante el proceso, no pod¨ªa cambiar los planteamientos de la demanda. Por no abundar en que esa primera sentencia en contra se produjo por un defecto de forma derivado de la actuaci¨®n del juzgado, que no notific¨® personalmente a Julio Iglesias, sino a sus representantes, y no le inform¨® de lo que supon¨ªa no presentarse a la citaci¨®n¡±. Un error judicial con el que ha vuelto a chocar tambi¨¦n en esta ocasi¨®n. El letrado tiene mucha confianza en que finalmente la Justicia no negar¨¢ a la ciencia. La estrategia de la defensa de Julio Iglesias es aferrarse a matices legalistas, pero Osuna opina que terminar¨¢ por imponerse que seg¨²n una prueba de ADN, Javier S¨¢nchez coincide al 99,9% con Julio Iglesias.
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