El doble aislamiento de Urdangarin en la c¨¢rcel
La pandemia ha dejado al marido de Cristina de Borb¨®n sin beneficios penitenciarios y sin visitas. La ¨²ltima fue de la infanta Elena
Las estrictas normas de aislamiento dictadas por el Ministerio del Interior a mediados de marzo para minimizar el riesgo de expansi¨®n del coronavirus en el interior de las c¨¢rceles han cambiado de manera brusca la vida de I?aki Urdangarin en prisi¨®n. As¨ª, el marido de la infanta Cristina y cu?ado del rey Felipe VI ha perdido, aunque sea moment¨¢neamente, el principal beneficio penitenciario del que disfrutaba desde que ingres¨® en junio de 2018 en la c¨¢rcel de Brieva (?vila) para cumplir su condena de cinco a?os y 10 meses por corrupci¨®n en el caso N¨®os: sus tres salidas semanales de ocho horas cada una para colaborar en la atenci¨®n a personas con discapacidad en el Hogar Don Orione. D¨ªas antes, esta ONG con sede en Madrid ya hab¨ªa suspendido la entrada de voluntarios en su centro precisamente para evitar contagios.
?nico recluso en el m¨®dulo de hombres de la prisi¨®n abulense, desde que estall¨® la crisis sanitaria el marido de la infanta Cristina tampoco ha podido disfrutar de nuevos permisos de salida (tiene derecho a pedir 36 d¨ªas al a?o desde que cumpli¨® a finales de noviembre un cuarto de su pena) ni recibir la visita de familiares, amigos o su abogado, suspendidas para todos los internos. Seg¨²n fuentes penitenciarias, la ¨²ltima visita que recibi¨® en prisi¨®n fue de su cu?ada, la infanta Elena, durante el fin de semana de marzo en el que el Gobierno decret¨® el estado de alarma. La prisi¨®n de Brieva no ha registrado, hasta este jueves, ning¨²n caso de contagio entre los reclusos, aunque s¨ª han enfermado 19 trabajadores penitenciarios, 12 de los cuales ya han recibido el alta.
Desde aquella visita de su cu?ada, el exduque de Palma se ha tenido que conformar, como el resto de los reclusos, con las llamadas telef¨®nicas que pueden hacer desde las cabinas del centro. Instituciones Penitenciarias increment¨® el n¨²mero de estas de las 10 semanales habituales a 15, e, incluso, distribuy¨® entre las c¨¢rceles m¨¢s de 200 tel¨¦fonos m¨®viles para permitir que los internos pudieran hacer videollamadas de 10 minutos con sus familiares como forma de mitigar los efectos del aislamiento a los que se ve¨ªan sometidos. No obstante, para estas ¨²ltimas, Prisiones dio prioridad a un tipo de reclusos ¡ªlos que sufren patolog¨ªas graves y los que tuvieran problemas familiares o hubieran sufrido la muerte o enfermedad grave de un familiar¡ª entre los que no se encuentra Urdangarin.
La semana pasada, el Ministerio del Interior inici¨® la desescalada en los centros penitenciarios. Como primer paso, Instituciones Penitenciarias autoriz¨® de nuevo las visitas a los presos, aunque solo aquellas que se realizan en locutorios con mamparas. Seguir¨¢n prohibidas todav¨ªa las comunicaciones familiares de convivencia e ¨ªntimas (conocidas como vis a vis), en las que hay contacto f¨ªsico entre los reclusos y sus allegados. Adem¨¢s, los internos que ten¨ªan autorizados permisos antes de que estallase la crisis humanitaria, podr¨¢n disfrutarlos. Sin embargo, el exduque no se ha podido beneficiar de nada de ello hasta ahora.
La medida solo se aplica en aquellos centros penitenciarios ubicados en provincias que se encuentren en las fases 1 y 2 del desconfinamiento, y ?vila, donde se encuentra la c¨¢rcel de Brieva, no lo har¨¢ hasta el lunes. Incluso entonces, el marido de la infanta Cristina no podr¨¢ recibir visitas, ya que solo podr¨¢n acudir a la prisi¨®n aquellos allegados que residan en la misma provincia, requisito que no cumple ninguno de sus familiares. Sobre el papel, tampoco podr¨ªa disfrutar de permisos aunque se le concedan, porque en estas primeras fases de la desescalada estas salidas est¨¢n condicionadas a que el recluso tenga fijada su residencia en el mismo territorio en el que se ubica el centro penitenciario en el que est¨¢ recluido. Y ¨¦l no la tiene en ?vila, sino en ?lava, en el domicilio familiar.
Urdangarin ya recibi¨® en abril un varapalo cuando la Audiencia Provincial de Palma ¡ªla que le conden¨® en primera instancia por el caso N¨®os¡ª dej¨® sin efecto el auto del juez de Vigilancia Penitenciaria 1 de Valladolid, Florencio de Marcos, por el que conced¨ªa al marido de la infanta la posibilidad de disfrutar de dos salidas de fin de semana al mes en aplicaci¨®n del principio de flexibilidad del art¨ªculo 100.2 del Reglamento Penitenciario. Para los jueces, los beneficios de los que ya disfrutaba antes de la pandemia ¡ªpermisos y salidas semanales para hacer voluntariado¡ª eran suficientes.
Mientras, Cristina de Borb¨®n y sus hijos se encuentran en Ginebra donde ella ha estado teletrabajando para atender sus ocupaciones en la Fundaci¨®n Ag¨¢ Khan. Juan y Pablo, que ya viven fuera del hogar familiar, regresaron a casa antes de que se decretara el aislamiento, y Miguel e Irene tras un periodo sin clases presenciales, ya han vuelto a las aulas. Ninguno de ellos por tanto puede visitar a Urdagarin en la c¨¢rcel hasta que cambie la situaci¨®n. Lo mismo sucede con la familia del marido de la infanta que, instalados la mayor¨ªa entre Barcelona y Vitoria, les impide trasladarse en esta fase de la desescalada hasta ?vila.
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