Damien Hirst, millones, soledad y, por fin, calma

El brit¨¢nico Damien Hirst ha pasado el obligado confinamiento a causa del coronavirus trabajando solo en su estudio de Londres. Toda una novedad para quien en su d¨ªa admiti¨® que pagaba a otros para que ejecutaran sus obras. Lo que permanece inmutable es el poder¨ªo financiero de uno de los artistas m¨¢s cotizados de todos los tiempos, cuya fortuna de 391 millones de euros ha vuelto a confirmarle este a?o como el m¨¢s rico del Reino Unido, seg¨²n la famosa lista publicada por el Sunday Times.

Esa bonanza le hizo sentirse un privilegiado durante los d¨ªas de encierro ¡ªseg¨²n admit¨ªa en una entrevista con The Guardian¡ª, en los que un ch¨®fer le llevaba por la ma?ana al estudio para luego devolverle a su casa y al gozo del jard¨ªn y de sus tres perros. Al margen del tiempo dedicado a la pintura, Hirst se ha volcado este ¨²ltimo mes en recaudar fondos para organizaciones ben¨¦ficas ligadas a la sanidad p¨²blica, a cuyos trabajadores considera ¡°las mejores personas del mundo¡±. Y, en esta ocasi¨®n para una buena causa, el artista que en el pasado encaj¨® m¨¢s de una acusaci¨®n de plagio ha copiado una idea popularizada por los ni?os brit¨¢nicos en miles de ventanas, donde luce el dibujo de un arco¨ªris como s¨ªmbolo de apoyo al Servicio Nacional de Salud ( NHS).

Adquirir una obra original de Damien Hirst a precio razonable (373 euros la l¨¢mina peque?a y 1.244 euros la grande) ha sido el gancho para la comercializaci¨®n v¨ªa Internet de una edici¨®n limitada de sus dos propuestas, un arco¨ªris formado por mariposas y un coraz¨®n multicolor. Todav¨ªa no se ha difundido el montante de los beneficios de la iniciativa, aunque se presumen importantes porque la tentaci¨®n era grande: hacerse con una pieza firmada por quien est¨¢ considerado el artista mejor pagado del mundo, capaz de recaudar en tan solo dos jornadas de puja en la sala Sotheby?s (septiembre de 2008) 124 millones de libras. Aquella venta de un plumazo de una exposici¨®n completa (titulada Beautiful inside my head forever e integrada por 223 lotes) confirm¨® al extravagante, controvertido y para algunos sobrevalorado Hirst cuanto menos como un genio del marketing.

Exponente m¨¢s exitoso del movimiento de los Young British Artists (YBAs), que domin¨® la escena del arte en el Reino Unido en los a?os noventa, ganador del prestigioso premio Turner y abrazado a la fama y el dinero desde que su famosa serie de animales sumergidos en formol arrasara en el mercado, la figura de este hijo de Bristol (1965) encandila e irrita a partes iguales. De Hirst se ha dicho que ¨¦l crea su propio mercado y lo controla mejor que cualquier marchante. No ha tenido empacho en admitir por ejemplo que fueron sus asistentes quienes realizaron la nutrida producci¨®n de obras de puntos de colores que comercializ¨® con su firma.

En los ¨²ltimos tiempos, sin embargo, ha recuperado el placer de la pintura plasm¨¢ndolo en una colecci¨®n dedicada a la flor de cerezo que presentar¨¢ en la primavera del pr¨®ximo a?o en la Fundaci¨®n Cartier de Par¨ªs. Incluso antes del confinamiento ya solo trabajaba con dos asistentes que ten¨ªan la tarea de mezclarle las pinturas. Damien Hirst, que cumple 55 a?os el domingo, aparece m¨¢s templado y ya no recuerda tanto a aquel otrora enfant terrible del arte brit¨¢nico. En los d¨ªas de encierro para millones de brit¨¢nicos ha disfrutado interactuando con el p¨²blico en la plataforma Instagram e incluso ha ofrecido camisetas con su sello a aquellos usuarios que cuelguen el mejor comentario.

En el plano m¨¢s personal siempre ha adoptado un perfil discreto del que solo se desvi¨® cuando anunci¨® a sus amigos, en pleno transcurso de una fiesta que ¨¦l mismo organiz¨® en 2012, que su compa?era de los ¨²ltimos 20 a?os y madre de sus tres hijos, la dise?adora californiana Maia Norman, le hab¨ªa abandonado por un teniente coronel retirado del ej¨¦rcito brit¨¢nico. El artista sigue sin comentar las especulaciones que circulan desde finales del a?o pasado sobre una segunda boda con su actual compa?era, la bailarina Sophie Cannell, 28 a?os menor que ¨¦l. La prensa brit¨¢nica da por hecho que viven juntos, en compa?¨ªa de esos tres queridos perros que son los ¨²nicos integrantes del hogar a los que Hirst cita en las entrevistas.