Isabel II comercializa su propia ginebra por 44 euros

Quienes quieran sentir que beben como reyes podr¨¢n hacerlo a partir del 31 de agosto. Desde entonces, el palacio de Buckingham, la residencia oficial de Isabel II, vender¨¢ su propia ginebra, tal y como ha anunciado a trav¨¦s de la web Royal Collection, donde est¨¢n a la venta los art¨ªculos oficiales de los Windsor.

¡°Presentamos el lanzamiento de nuestra ginebra del palacio de Buckingham. Esta bebida espirituosa tiene un origen real ¨²nico, puesto que muchas de sus notas c¨ªtricas y herbales son provenientes de elementos bot¨¢nicos reunidos en los jardines del palacio de Buckingham¡±, especifica. ¡°El lim¨®n, la verbena, las bayas de espino y las hojas de morera se encuentran entre los 12 extractos bot¨¢nicos seleccionados a mano para la ginebra en los jardines del palacio¡±. Tal y como explican, estos campos abarcan nada menos que 16 hect¨¢reas ¡°y proporcionan un h¨¢bitat para 30 especies de aves y m¨¢s de 250 especies de flores silvestres¡±.

La ginebra tiene un precio oficial de 40 libras, algo m¨¢s de 44 euros, por el envase de 70 centilitros. Se presenta en un frasco de cristal transparente con la parte trasera de color azul, mientras que por delante est¨¢ rodeada de un c¨ªrculo dorado cubierto de flores y con una corona que la identifica con el sello real. Por el momento solo est¨¢ disponible para env¨ªos en el Reino Unido, y tambi¨¦n lo estar¨¢ pr¨®ximamente en las tiendas de productos reales; en el caso de Londres, sita en el propio palacio de Buckingham y a la que se accede por un lateral del mismo.

¡°Para que se convierta en el calmante de sed perfecto en verano, el m¨¦todo recomendado para servirla es verter una medida de la ginebra en un vaso corto lleno de hielo antes de rellenar con t¨®nica y decorar con una rodaja de lim¨®n¡±, recomienda la p¨¢gina de productos reales sobre la bebida de la que, especifica, se fabricar¨¢ en ¡°peque?as tandas¡±.

Esta real ginebra no es la ¨²nica bebida alcoh¨®lica que se vende con el sello real. Por 30 libras (33 euros) se puede encontrar una botella de Oporto portugu¨¦s, una de champ¨¢n brut reserva de 2011 por 45 (50 euros) y por 60 (66 euros) un vino tokaji. De hecho, ya exist¨ªa una ginebra en su tienda, pero no estaba producida directamente por el palacio, sino simplemente ¡°en Gran Breta?a¡±, llamada William Crisp y con un coste de 9,95 libras (11 euros). Lo m¨¢s parecido a esta exclusiva nueva bebida es un whisky de malta del palacio escoc¨¦s de Holyroodhouse, el hogar de la reina cuando visita este territorio de Gran Breta?a, fabricado especialmente para su venta en la tienda real, fabricado y embotellado en Escocia.

La ginebra es una de las bebidas alcoh¨®licas favoritas de los Windsor. Se dice que la propia Isabel II disfruta de ella a diario, acompa?ada tambi¨¦n de hielo, lim¨®n y un toque de vino especiado similar al verm¨² llamado Dubonnet, como explic¨® una vez uno de los cocineros que trabaj¨® con ella a la cadena CNN. Adem¨¢s, en las comidas la soberana toma una copa de vino y, en la cena, de champ¨¢n.

La reina madre tambi¨¦n era gran aficionada a la ginebra. Seg¨²n cont¨® en un libro hace un par de a?os Margaret Rhodes, sobrina y dama de compa?¨ªa de la madre de Isabel II, los h¨¢bitos de la madre de la reina eran muy similares a los actuales de su hija. Isabel Bowes-Lyon beb¨ªa ginebra y tambi¨¦n Dubonnet antes del almuerzo; vino durante las comidas; un Martini antes de la cena y, por ¨²ltimo, una copa de champ¨¢n. Un h¨¢bito que, seg¨²n la dama de compa?¨ªa, ¡°jam¨¢s variaba¡±. En otro libro de 2009, la primera biograf¨ªa oficial despu¨¦s de su muerte a los 101 a?os, en 2002. En 1925, cuando estaba embarazada y no pod¨ªa consumir alcohol, escribi¨® a su marido: ¡°La sola visi¨®n del vino me sube el ¨¢nimo. ?No es extraordinario? Ser¨ªa una tragedia si no pudiera beber nunca m¨¢s¡±.

Adem¨¢s, Shawcross tambi¨¦n desgranaba otra an¨¦cdota, ya de 1965, durante un viaje a Jamaica. La ya entonces reina madre se quej¨® a su hija Margarita a trav¨¦s de una carta de que a ella le serv¨ªan zumos de fruta y, al parecer, tuvo que rogar para que le pusieran ¡°una pizca de ginebra¡±.