Los desfiles de moda estrenan su nueva normalidad
Mascarillas, distancia de seguridad, iniciativas ben¨¦ficas y emoci¨®n en las presentaciones en Mil¨¢n de Dolce & Gabbana y Etro, las primeras con p¨²blico desde el inicio de la pandemia
¡°No me gustan las soluciones digitales. Me gusta el contacto f¨ªsico. Es insustituible. ?C¨®mo sustituir un plato de spaghetti?¡±. Domenico Dolce, cofundador de la firma italiana Dolce & Gabbana, se explicaba con rotundidad en un encuentro con la prensa pocas horas antes de la celebraci¨®n, el mi¨¦rcoles 15 de julio, de un evento clave en la reanudaci¨®n de los desfiles de moda presenciales tras el par¨®n forzado por la crisis de la covid-19. Ha sucedido, parad¨®jicamente, en...
¡°No me gustan las soluciones digitales. Me gusta el contacto f¨ªsico. Es insustituible. ?C¨®mo sustituir un plato de spaghetti?¡±. Domenico Dolce, cofundador de la firma italiana Dolce & Gabbana, se explicaba con rotundidad en un encuentro con la prensa pocas horas antes de la celebraci¨®n, el mi¨¦rcoles 15 de julio, de un evento clave en la reanudaci¨®n de los desfiles de moda presenciales tras el par¨®n forzado por la crisis de la covid-19. Ha sucedido, parad¨®jicamente, en el contexto de la Milano Fashion Week Online, una iniciativa de la Camera della Moda para dar continuidad en el calendario a la semana de desfiles masculinos previstos para el pasado junio y truncados por la pandemia. La mayor¨ªa de las firmas participantes, como Prada, Salvatore Ferragamo o Gucci, han optado por formatos exclusivamente digitales ¡ªfashion films, desfiles retransmitidos, filmaciones¡ª para presentar sus colecciones. Pero dos casas veteranas, Dolce & Gabbana y Etro, han decidido incluir p¨²blico presencial en la propuesta. ¡°Esto va m¨¢s all¨¢ de la moda¡±, explica Dolce. ¡°Queremos lanzar un mensaje positivo. Hay que continuar¡±.
Continuar, sin embargo, no significa continuar como siempre. Como recuerdan los dise?adores, esta es la primera colecci¨®n de pr¨ºt ¨¤ porter masculino que se presenta fuera del Metropol, el antiguo cine que la firma ha transformado en un espacio para desfiles y eventos propios. Y el cambio de localizaci¨®n est¨¢ plenamente justificado, porque el desfile se celebra en el centro de investigaci¨®n m¨¦dica de la universidad Humanitas, un campus tecnol¨®gico y futurista situado a media hora en coche al sur de Mil¨¢n. En el espacio central entre los pabellones, una pasarela al aire libre acomoda a 260 invitados, bastantes menos que en un desfile convencional de la firma. De hecho, la prensa extranjera, entre la que se encuentra EL PA?S como ¨²nico medio espa?ol acreditado, se puede contar con los dedos de las dos manos.
Sobre el terreno, hay distancia de seguridad, mascarillas de uso obligado y dispensadores de gel hidroalcoh¨®lico, pero la riqueza antropol¨®gica del desfile sigue intacta. Los influencers se hacen v¨ªdeos y fotos luciendo mascarilla higi¨¦nica a juego con el atuendo del d¨ªa. Tampoco los pre¨¢mbulos son la habitual charla ligera previa al desfile; al llegar, los invitados hacen una visita guiada a las instalaciones del instituto m¨¦dico en el que varios estudiantes investigan gracias a becas concedidas por la marca. Dolce & Gabbana fue una de las primeras empresas del sector en apoyar de manera activa la lucha contra la covid-19, mediante aportaciones recurrentes a las investigaciones que el equipo del profesor Alberto Mantovani lleva a cabo en torno a la respuesta del sistema inmune al coronavirus. De hecho, el desfile, adem¨¢s de para presentar la colecci¨®n masculina de la marca para la pr¨®xima primavera, tiene finalidad ben¨¦fica: todos los participantes y proveedores han hecho donaciones a la universidad, y la marca ha abierto un programa de recaudaci¨®n de fondos.
No hay, sin embargo, ni rastro de asepsia m¨¦dica en una colecci¨®n ¡°dedicada, por en¨¦sima vez, a Italia¡±, como recuerda Gabbana. El verano pasado los dise?adores visitaron Sorrento y se alojaron en el hotel Parco dei Principi, una joya de la arquitectura moderna cuyos interiores son obra del padre del dise?o italiano, Gio Ponti. La idea de hacer una colecci¨®n inspirada en sus c¨¦lebres azulejos cobr¨® fuerza, cuenta Dolce, durante la fase m¨¢s dura de la pandemia: ¡°En el confinamiento lo que nos faltaba era esto. La arquitectura, la comida, el mar, los olores, los colores de Sorrento. La dolce vita¡±. De ah¨ª surgen los numerosos estampados de la colecci¨®n. En ellos no hay ni rastro de rojo, amarillo, verde o rosa. Solo blanco, negro y una gama inagotable de azules.
Las formas declinan la infinita variedad de la indumentaria vacacional, desde americanas de lino hasta mallas de neopreno. Los trajes se transforman: las chaquetas se ajustan a la cintura a trav¨¦s de pinzas multiplicadas, pero los pantalones ondean al viento con perneras cuya amplitud es el doble o el triple de lo normal. Tras a?os c¨®modamente instalados en una silueta reconocible, en las temporadas m¨¢s recientes Dolce & Gabbana ha retomado una senda de experimentaci¨®n formal llena de grandes vol¨²menes y golpes de efecto. Aqu¨ª, los azulejos adiamantados de Ponti sirven tanto para estampar un pareo como para definir el patchwork de una chaqueta vaquera. ¡°Durante el confinamiento hab¨ªa la sensaci¨®n de que la moda deb¨ªa contenerse, ser sencilla¡±, apunta Dolce. ¡°Para nosotros ha sido distinto. Hemos utilizado este tiempo para dar espacio a la creatividad¡±. Desde luego, con 103 salidas, no es una colecci¨®n para salir del paso, sino para hacer una declaraci¨®n de intenciones en un momento clave para la industria.
No es una cuesti¨®n banal. El textil es la segunda actividad industrial m¨¢s importante de Italia, solo por detr¨¢s de la automoci¨®n. Seg¨²n estimaciones de Sistema Moda Italia, la organizaci¨®n que da voz al sector, se prev¨¦ que la facturaci¨®n global del sector descienda en 2020 entre 7.000 y 9.000 millones de euros, debido a la cancelaci¨®n de las exportaciones. La moda en Italia va mucho m¨¢s all¨¢ de lo que conocemos como moda italiana. Muchas firmas extranjeras producen sus colecciones de ropa, complementos y joyer¨ªa en el pa¨ªs transalpino, que conserva una importante red de talleres forjada desde la posguerra, cuando la industrializaci¨®n parcial de peque?os negocios artesanales dio lugar al fen¨®meno del Made in Italy.
Precisamente uno de los representantes m¨¢s ilustres de ese h¨ªbrido entre artesan¨ªa y tecnolog¨ªa, Etro, se encarg¨® de romper el hielo de los desfiles presenciales pocas horas antes. La firma, fundada en los a?os sesenta, es c¨¦lebre por sus tejidos de seda y cachemira con motivos inspirados en el folclore y la indumentaria tradicional de distintas culturas. La divisi¨®n de moda masculina, capitaneada por Kean Etro, ha sabido explotar un tipo muy concreto de sensualidad textil que consiste en emplear tejidos delicados, coloridos e intrincados para confeccionar prendas aparentemente cl¨¢sicas.
Fieramente t¨¢ctil, la colecci¨®n se present¨® en el jard¨ªn de hotel de lujo que anta?o fue el claustro de un convento renacentista. En este hortus conclusus que, como s¨ªmbolo de nuestro tiempo, es casi tan poderoso como una instituci¨®n sanitaria, los modelos caminaban sobre la grava entre los setos de boj. Los drones zumbaban y dos cuartetos de cuerda tocaban La Misi¨®n de Morricone: el ritual ¡ªy el drama¡ª del desfile de regreso tras meses de incertidumbre. Aunque la ma?ana estaba nublada, al concluir el show muchos de los asistentes llevaban, adem¨¢s de la mascarilla, las gafas de sol puestas.