Diez obras maestras de Ennio Morricone y John Williams
Los dos legendarios m¨²sicos, galardonados hoy con el Princesa de Asturias de las Artes, han revolucionado el mundo de las bandas sonoras con pel¨ªculas como ¡®La misi¨®n¡¯, ¡®El bueno, el feo y el malo¡¯, ¡®Los intocables de Eliot Ness¡¯, ¡®La guerra de las galaxias¡¯, ¡®E. T., el extraterrestre¡¯ o ¡®En busca del arca perdida¡¯
Ennio Morricone y John Williams suman m¨¢s de 900 obras audiovisuales. Pertenecientes a escuelas muy distintas de la composici¨®n para bandas sonoras, la pareja ha revolucionado la m¨²sica del cine en este ¨²ltimo medio siglo. Aqu¨ª repasamos 10 de las obras maestras de los ganadores del Princesa de Asturias de las Artes 2020.
La trilog¨ªa del d¨®lar (1964-1966). Por un pu?ado de d¨®lares, La muerte ten¨ªa un precio y El bueno, el feo y el malo. Sergio Leone levant¨® ah¨ª la piedra angular del spaghetti western, gracias a varios elementos, entre ellos el rostro de Clint Eastwood y la m¨²sica de Ennio Morricone, con el que hab¨ªa ido de ni?o al colegio -curiosamente, ninguno se acordaba de ello-. Si todas esas partituras son m¨¢gicas, lo que hace Morricone en el duelo final de El bueno, el feo y el malo es m¨¢gico. Su uso de las guitarras el¨¦ctricas, las voces de sopranos y coros, de arm¨®nicas y campanas, flautas y arpas... Impresionante. Por eso Metallica empieza todos sus conciertos con esa melod¨ªa.
¡®Novecento¡¯ (1976). Bertolucci contaba que para ¨¦l, Morricone lo que hab¨ªa hecho en Novecento era componer uno de los himnos m¨¢s bellos de la historia del cine, en loor del proletariado italiano.
¡®?rase una vez en Am¨¦rica¡¯ (1984). El compositor italiano siempre cuenta que siente que este Oscar se le escap¨®. Al parecer, alguien no anduvo r¨¢pido con el papeleo, y llegaron tarde a registrarle como posible candidato en la categor¨ªa musical. Una pena, porque es uno de sus m¨¢s grandes trabajos, y Leone subrayaba c¨®mo us¨® distintos estilos para cada ¨¦poca, adem¨¢s de saber enhebrar Amapola dentro de la m¨²sica de la pel¨ªcula.
¡®La misi¨®n¡¯ (1986). Parece incre¨ªble que cuando le lleg¨® el encargo a Morricone, este se lo pensara: la pel¨ªcula le parec¨ªa tan espectacular que no necesitaba una banda sonora. Luego no gan¨® el Oscar y se enfad¨®: el premio se lo llev¨® Herbie Hancock por Alrededor de medianoche, cuya m¨²sica se basaba en temas previos, con lo que no era original. En cambio, La misi¨®n... cualquier cin¨¦filo es capaz hoy de silbar la melod¨ªa de El oboe de Gabriel.
¡®Los intocables de Eliot Ness¡¯ (1987). Una secci¨®n de cuerda que marca el ritmo de los g¨¢nsteres, una banda sonora que da vuelo y ¨¦pica a la labor del grupo especial de polic¨ªas encabezado por Ness. Idealismo contra barbarie en una misma melod¨ªa de Morricone.
¡®Tibur¨®n¡¯ (1975). La primera vez que Spielberg escuch¨® la partitura de John Williams se ech¨® a re¨ªr porque le parec¨ªa muy simple. Le convencieron para que la usara, y siempre que puede pide perd¨®n por aquella primera impresi¨®n. Hoy, a pie de playa de cualquier parte del mundo silba esa melod¨ªa y los ba?istas le miran aterrados.
¡®La guerra de las galaxias¡¯ (1977). Varias generaciones a¨²n sienten que sus pelos se ponen de punta cuando empiezan a aparecer los letreros explicativos con los que arrancan las pel¨ªculas de Star Wars. Como dice otro compositor, Lucas Vidal, fan de Williams, ¡°Es un genio. Trabaja con grandes directores y crea melod¨ªas que nunca han pasado de moda; hace obras de arte¡±. En 2005 el American Film Institute la consider¨® como la obra musical m¨¢s grande del cine estadounidense.
¡®Superman¡¯ (1978). ?C¨®mo hacer sentir a los ni?os la fuerza de un superh¨¦roe, la grandilocuencia de un ser de otro planeta? Dan igual los efectos especiales, la respuesta la tiene la partitura de Williams, que ya estaba asentado como uno de los grandes de la m¨²sica cinematogr¨¢fica mundial. Esa fanfarria inicial...
¡®En busca del arca perdida¡¯ (1981). A Williams siempre le han ido el cine de Lucas y Spielberg, esa mezcla vibrante de aventuras y espect¨¢culo. Con Spielberg ha ido m¨¢s all¨¢, hasta obras maestras como La lista de Schindler (uno de sus Oscar). Para En busca del arca perdida Williams escribi¨® dos versiones diferentes para el tema central, a Spielberg le gustaron ambas y Wiiliams tuvo que unirlas para crear la melod¨ªa definitiva.
¡®E. T., el extraterrestre¡¯ (1982). Una de sus partituras m¨¢s complejas, en la que Williams se enfrent¨® al reto de generar simpat¨ªa por un ser extra?o de otro planeta. ¡°Por culpa¡± de lo genial de la m¨²sica, Spielberg remont¨® la persecuci¨®n en bicicleta para atenerse a su melod¨ªa.
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